Hace unas semanas, la revista Proceso nos convocó a los ciudadanos a contar por segunda ocasión los votos emitidos el pasado 2 de julio. Muchas personas respondimos de manera entusiasta a la convocatoria, incluyendo, me consta, a simpatizantes no sólo de la izquierda (como pudiera pensarse dada la tendencia de la revista), sino de todos los partidos.
Desafortunadamente, el IFE dio respuesta negativa a nuestra petición. Nuestra, digo, y no sólo de Proceso, pues la revista no hizo sino recoger el reclamo de quienes, con base en argumentos muy precisos, algunos de los cuales he detallado en este blog, solicitábamos desde julio volver a contar los votos, de la misma forma en que se ha procedido en otros países cuando, como en el nuestro, la votación ha arrojado resultados cercanísimos entre los dos candidatos punteros.
A través de los siguientes textos, podemos recorrer la última fase de la andanza de Proceso y conocer los motivos que aduce el IFE para no sólo negarse a recontar los votos, sino para quemar las boletas (lo cual inevitablemente traslada nuestra memoria a 1988). En medio de estos acontecimientos, Felipe Calderón pretendió sumarse al reclamo ciudadano y le rogó al IFE no emprender la quema, ruego al cual el IFE dio la misma respuesta que a la Coalición por el Bien de Todos: las boletas deben ser destruidas; de esto publico una nota.
Sobre los motivos del IFE, recomiendo los dos artículos del politólogo Leo Zuckermann transcritos aquí. Para una crítica de los argumentos del IFE, ofrezco un texto del filósofo Enrique Dussel A.
Rechaza el IFE acceso a boletas electorales
Daniel Lizárraga
Proceso
7 de septiembre de 2006
Notifica a Proceso que serán destruidas una vez concluido el trabajo del TEPJF
México, D.F., 6 de septiembre (apro).- El Instituto Federal Electoral (IFE) rechazó que los ciudadanos puedan acceder a las boletas utilizadas en la elección para Presidente de la República, y anunció que éstas serán destruidas una vez concluido el trabajo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
En una notificación enviada a Proceso, la Secretaría Ejecutiva y el Comité de Información del IFE concluyeron que no hay posibilidad alguna de permitir el paso a los sitios en los cuales se resguardan los paquetes electorales, ni tampoco abrir los sobres con los votos.
Con base en la Ley Federal de Transparencia, el pasado 28 de julio, Proceso presentó un paquete de tres solicitudes de información. En dos de ellas, se demandaron copias de documentos oficiales elaborados por el IFE durante el pasado 2 de julio, y en otra se pidió acceso a las boletas para Presidente de la República, a fin de realizar un nuevo conteo independiente de los partidos, candidatos y organizaciones a fines.
El IFE aceptó entregar las actas de escrutinio y cómputo de las casillas, pero rechazó que cualquier ciudadano y los medios de comunicación puedan manejar las boletas.
La negativa del IFE gira, fundamentalmente, sobre dos ejes: los votos no son documentos públicos, y el Consejo General tiene la obligación de procesarlos, cuidarlos y después destruirlos.
Las boletas no se ajustan a la definición legal de documento de acuerdo con la Ley Federal de Transparencia y el Reglamento del IFE en materia de transparencia. Para que pueda convertirse en tal, necesariamente debería registrar actividades o facultades de los servidores públicos, argumentaron.
“Las boletas no son documentos jurídicamente hablando, sólo son la expresión material de la preferencia electoral de la ciudadanía votante. Las boletas registran la expresión popular del voto y esa expresión no puede calificarse como actividad o facultad del IFE y sus servidores públicos”, justificaron.
De esta manera, el IFE rompió el vínculo entre boletas y documentos públicos que lo hubiera obligado a permitir el acceso o, en su defecto, a clasificarlas como reservadas.
Por otra parte, señalan que el Cofipe regula la “inviolabilidad de los votos” y establece los casos excepcionales, extraordinarios y de última instancia para la apertura de los sobres, exclusivamente, en las sesiones de cómputo distrital.
En la negativa de acceso, el IFE agregó que no existe disposición alguna en el Cofipe que regule el acceso a las boletas fuera de los caso previstos.
“Sobre el destino de las boletas, el artículo 254 del Cofipe mandata su destrucción. Dicha destrucción es el acto que, por naturaleza, explica y demuestra la definitividad de las distintas etapas del proceso electoral. Una vez que el TEPJF resuelve los diversos recursos que recaen en el proceso electoral –dentro de los que se contempla el conteo de los votos que presentan dudas-- el proceso es definitivo. El TEPJF ya determinó que los materiales electorales no pueden tener ningún otro fin que aquel que establece la ley electoral”, añaden.
Para la Secretaría Ejecutiva y el Comité de Información del IFE, no existe razón alguna para interrumpir el resguardo, la inviolabilidad y la destrucción de las boletas, con excepción de un mandato judicial emanado del TEPJF.
El rechazo a la solicitud de información llegó a Proceso un día después de que la Sala Superior del TEPJF declaró presidente electo a Felipe Calderón.
Ahora, Proceso cuenta con 15 días hábiles para presentar un recurso de revisión ante el Comité de Información del IFE y, en caso de confirmarse la negativa, aún queda la posibilidad de recurrir al TEPJF.
Rechaza IFE solicitud de Calderón de preservar boletas
Francisco Reséndiz
El Universal
12 de septiembre de 2006
Luis Carlos Ugalde, presidente consejero del IFE, recuerda al presidente electo que la destrucción de la documentación electoral se contempla en el Cofipe desde 1990
El consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), Luis Carlos Ugalde, respondió al presidente electo, Felipe Calderón Hinojosa, que procederá a la destrucción de las boletas utilizadas en la jornada comicial del pasado 2 de julio.
En una carta enviada esta misma noche al michoacano, Ugalde recuerda a Calderón que la destrucción de la documentación electoral se contempla en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) desde 1990.
Apunta: “Para que en el futuro el IFE pudiera ‘preservar’ las boletas electorales o darles un destino diferente al que está marcado pro el Cofipe, sería necesario que el Congreso de la Unión modificara el ordenamiento legal”, señala en la presidente del organismo en la misiva.
Agrega que para dar cumplimiento a lo establecido en la ley y proceder ala destrucción del material y documentación, el Consejo general del IFE debe, primero, aprobar un acuerdo para ese fin.
En dicho acuerdo –matiza Ugalde- se deberán establecer los tiempos y procedimientos para la destrucción del material ordenada por el Cofipe.
Hasta ahora el Consejo General no ha aprobado tal acuerdo, por lo que aún no están establecidas las fechas para cumplir esta obligación legal.
El consejero presidente destaca que el IFE rige su actuación con base en los principios constitucionales de certeza, legalidad, imparcialidad, objetividad e independencia.
“Por convicción democrática y por mandato de ley, compartimos el propósito de contribuir al entendimiento entre los mexicanos y ala confianza de los ciudadanos en las instituciones.
“Nuestro marco normativo señala expresamente las obligaciones del IFE respecto a las documentación electoral al final de cada proceso electoral.
En este sentido el término de ‘preservación’ que usted propone en su carta no figura en la legislación electoral actual para referirse al uso o destino de los materiales y documentación electoral”, abunda.
En el documento de dos cuartillas, Ugalde hace notar al presidente electo que el resguardo físico de los amteriales y documentación electoral tiene lugar en el lapso que va desde los actos preparatorios de la elección hasta el final previsto por la ley.
Cita que el artículo 254 del Cofipe señala que le IFE tiene la obligación de proceder ala destrucción de la documentación electoral “una vez concluido el proceso electoral”, además de que dicho ordenamiento, en su artículo 234, señala que deberá incluirse en la destrucción las boletas sobrantes inutilizadas, las que contengan votos válidos y los votos nulos para cada elección”.
¿Por qué sí deben publicarse las boletas?
Leo Zuckermann
Excélsior
11 de septiembre de 2006
Una democracia se construye en el tiempo por medio de la deliberación y resolución de distintos temas que van apareciendo en la agenda. La polémica y la discusión pública son fundamentales en un régimen democrático y eso lo hace superior a las dictaduras, donde una pequeña élite dirime y resuelve todo tipo de cuestiones. En México, estos años hemos visto la proliferación de distintas polémicas fascinantes. Hoy surge una más: ¿deben hacerse públicas las boletas electorales de la pasada elección presidencial?
Hay quienes piensan que sí y quienes consideran que no. Los argumentos de ambas partes tienen méritos. Presento, a continuación, los de quienes han solicitado al IFE (medios, académicos y organizaciones civiles) el acceso a las 42 millones de boletas, con un objetivo muy claro: realizar ellos el famoso recuento, voto por voto, casilla por casilla, para comprobar si hubo o no fraude.
La solicitud de estas personas se ha hecho con base en el artículo sexto constitucional y la Ley Federal de Transparencia (LFT), tomando en cuenta que la legislación electoral (el Cofipe) no prevé un mecanismo de acceso a los documentos correspondientes. Quienes quieren ver las boletas argumentan que la LFT prevalece sobre el Cofipe, ya que, con la resolución final e inatacable del TEPJF, el asunto ya no es de carácter electoral sino de transparencia. Si bien el Cofipe obliga al IFE a la inviolabilidad de los paquetes (es decir, no puede abrirlos a menos que exista una orden judicial), la inviolabilidad pierde sentido con la declaratoria de validez de la elección.
Para quienes quieren las boletas, puesto que ya hay Presidente electo, los paquetes se pueden abrir y los ciudadanos acceder a los votos que son documentos públicos, de acuerdo con los principios de la LFT, una de las legislaciones más trascendentales que se aprobaron durante este sexenio. Además, no se vulneraría el secreto del voto, pues no habría manera de identificar a las personas que emitieron cada sufragio.
El Cofipe, sin embargo, ordena la destrucción de los documentos electorales una vez concluido el proceso. Pero el Consejo General del IFE es el que decide la fecha para la destrucción de los materiales. Como no hay un plazo perentorio definido, se argumenta que el Instituto podría dar acceso a las boletas y luego destruirlas.
El IFE cuenta con un reglamento interno que tiene el mismo espíritu de la LFT, de promover la transparencia. Esta norma interna establece que en ningún caso la entrega de información estará condicionada a que se motive o justifique su utilización ni se requerirá demostrar interés alguno. Por lo tanto, desde un punto de vista legal, resulta irrelevante que se quiera las boletas para volver a contarlas. De hecho, muy probablemente se realizarían muchos recuentos, todos ellos sin ninguna validez jurídica, ya que el conteo oficial se realizó conforme a la Constitución y el Cofipe, que supuestamente transparentarían lo ocurrido. Así, quienes quieren las boletas argumentan que Felipe Calderón podría superar la sombra que le ha colgado el movimiento lopezobradorista de ser un Presidente espurio producto del fraude electoral (...).
¿Por qué no deben publicarse las boletas?
Leo Zuckermann
Excélsior
12 de septiembre de 2006
(...) (A continuación) expongo los (argumentos) de aquellos que consideran que no (deben hacerse públicas las boletas de la pasada elección presidencial).
En primer término, existe toda una controversia de cuál es la ley que aplica en esta materia, si la Federal de Transparencia o la electoral (el Cofipe). Ninguna de las dos facultan al IFE para permitir el acceso a las boletas. Sin embargo, de acuerdo con el reglamento interno de transparencia del IFE, cualquier ciudadano puede pedir documentos de ese Instituto para revisarlos. Pero, ¿son las boletas documentos públicos?
No, según el Comité de Información del IFE, debido a que las boletas no permiten valorar el desempeño del Instituto como sujeto obligado. Para entenderlo: la legislación de transparencia está diseñada con el fin de que un ciudadano pueda ver documentos y comprobar si la actuación de un órgano de gobierno fue buena o mala; puesto que con las boletas no se puede realizar esta valoración, entonces no es posible considerarlas documentos públicos.
El segundo argumento en contra de hacer públicas las boletas tiene que ver con el Cofipe, el cual ordena la destrucción del material electoral una vez terminado el proceso. En la práctica, esto ha ocurrido entre cuatro y ocho meses después de la conclusión de procesos electorales anteriores a 2006. La fecha es determinada por el Consejo General del IFE. Se entiende que, cuando el Tribunal notifica su sentencia definitiva e inatacable, no hay por qué seguir dándole vueltas al asunto: los paquetes (incluidas las boletas) siguen siendo inviolables y deben destruirse.
Hay un tercer argumento: los recuentos que se harían. En la práctica, al poder ver los 42 millones de votos, se le estaría dando la oportunidad a otros ciudadanos de volver a contarlos, lo cual vulneraría el sistema electoral mexicano, basado en el principio de que el cómputo lo hacen ciudadanos sorteados al azar, al final del día de los comicios, cuando hay incertidumbre del resultado final.
Hoy no sería el caso. Muchos recuentos tendrían la agenda de cuestionar el triunfo de Calderón y con toda seguridad serían manipulados en este sentido. Y es que no hay manera de asegurar la imparcialidad de los recuentos de los distintos solicitantes de las boletas.
Existe un último argumento en contra de dar las boletas y tiene que ver con la logística. Si son muchos quienes han pedido los votos, cómo se les podrían dar las 42 millones de papeletas. ¿En fotocopia o digitalizadas? ¿Cómo se identificaría la casilla de dónde provienen? ¿O se enseñarían en sesiones públicas en cada uno de los 300 distritos? ¿Quién asumiría el costo de todo el ejercicio?
He presentado los argumentos en favor y en contra de hacer públicas las boletas. Al final, será el Tribunal Electoral o la Suprema Corte los que dirimirán y van a decidir sobre el tema (ni siquiera queda claro cuál de estos dos órganos tendría la jurisdicción para resolver el caso). Mientras tanto, la polémica y el debate público continuarán. Qué bueno que así sea: que se escuchen los argumentos. Porque la discusión es, a final de cuentas, lo que le da vitalidad a una democracia institucional, como la nuestra, y lo que mejor la protege de quienes la desafían.
¿El voto es un documento público?
Enrique Dussel A.
La Jornada
12 de septiembre de 2006
Se ha juzgado que el voto no es jurídicamente un "documento público". Habría que reflexionar un poco sobre ambos términos: lo de "documento" y lo de "público". Nos situaremos en un nivel del sentido común y de la filosofía política, nivel que fundamenta el sentido jurídico del asunto.
Llamamos "documento" a un instrumento material en el cual se deja constancia de un momento subjetivo: una idea, decisión o intención. En el código de Hammurabi, hace unos 37 siglos en Babilonia, sobre la arcilla todavía mojada se escribía con un cincel en escritura cuneiforme la venta de una casa, por ejemplo. Dicha arcilla se cocía como un ladrillo y se guardaba en un archivo. Era un "documento" que probaba la existencia de la decisión y el hecho de la venta de una casa. El "documento" expresa externamente una voluntad subjetiva interna.
El voto, o mejor, la papeleta que expresa la voluntad ciudadana es el momento documental por excelencia de la vida política, más incluso que la Constitución. La Carta Magna es la ley fundamental creada por una Asamblea Constituyente, pero sus miembros fueron elegido por votos. Los votos constituyen a los constituyentes en cuanto tales. Y el poder delegado del pueblo es el "poder constituyente" que proclama una Constitución.
El voto indica el momento en que la voluntad subjetiva, íntima y secreta del ciudadano se expresa, se "aliena" (diría Hegel, en otro sentido que Marx), se "hace cosa": es la papeleta que junto a la totalidad de todas las papeletas o votos expresa la "voluntad del pueblo". Es entonces el "documento" más "sagrado" de todo sistema político, de lo político en cuanto tal. Es la última referencia "documental", probatoria, de la decisión instituyente de la comunidad política.
Ante la duda razonable sobre la suma de papeletas en una elección, jamás habría que destruir esos documentos probatorios. Por el contrario, el culpable de dolo sugerirá una pronta extinción de la prueba para borrar la posibilidad de que se pruebe el ilícito. En 1988 los que recomendaron la quema de papeletas probaron la culpabilidad de sus conciencias: si se archivan documentos de menor importancia no podrían aducir falta de espacio o incomodidad en conservar por un tiempo ese material. El que se sabe culpable apresura la desaparición de las pruebas.
Por otra parte, podría pensarse que la boleta no es un documento "público". Lo privado y lo público son dos modos de la intersubjetividad, ya que aun lo íntimo supone otros sujetos. Lo privado no es lo íntimo-solitario, ni lo público político es lo efectuado ostensiblemente a la vista de la comunidad. Una empresa "privada" comporta un acto visto por todos los miembros de la comunidad y no es "pública". Cuando hablamos de lo "público político" (en este caso el voto) se invoca lo ostensible, visible, constatable, pero en referencia a momentos (acciones, instituciones) de la sociedad política como un todo (en pocas palabras: en referencia al Estado, en sentido restringido o ampliado, a decir de Antonio Gramsci).
Acto políticamente público es promulgar una ley o imponer un castigo por incumplirla. Es este sentido, el voto o el instrumento -apretar un botón de computadora en Brasil o trazar una cruz en un papel impreso en México- que expresa la voluntad del ciudadano ¿es un documento público?
Pareciera que tal instrumento objetivo es el documento "público" por excelencia, en torno al cual todos los otros documentos públicos guardan una referencia de fundamentación ontológica. Es decir, ese documento público llamado voto es el documento sobre el cual los restantes documentos fundan el hecho de "ser públicos".
El voto es la expresión objetiva, absolutamente primera, por la que la voluntad del pueblo (la sede primigenia del poder en sí, que hemos llamado potentia en nuestra reciente obra 20 tesis de política, publicada en Siglo XXI) se desdobla, constituyéndose en una entidad objetiva, desde donde se despegarán todas las instituciones políticas que deberán ejercer delegadamente ese poder (lo que llamo la potestas).
En ese sentido, el voto es la mediación constitutiva de dichas instituciones, que podrán producir documentos "públicos". Lo "público" de todos los documentos de las instituciones públicas depende del voto que constituyó a los representantes que organizan y ejercen esas instituciones. El voto es el "documento público" que instituye lo público de todos los documentos públicos, políticos o jurídicos restantes.
Que un juez dicte sentencia sobre lo "no-público" del voto es haber desvirtuado el sentido de lo jurídico. Lo jurídico es un momento de lo político (un momento del sistema de legitimidad político, y por ello del estado de derecho), pero no puede negar lo "público" de un "documento" fundacional de todo derecho. El voto expresa el poder constituyente del pueblo.
Francisco Suárez, el gran filósofo político fundador del derecho moderno, expresa muy bien que la democracia podría definirse como un régimen natural, en cuanto a la decisión de adoptar una monarquía o una república aristocrática o democrática, y debe decidirse por el "consenso" de la comunidad, que actuaría antes de toda institucionalidad acordada. Por ello, la única forma de decidir sobre los momentos de lo "público" consiste en votar acerca de diversas posibilidades de acuerdo público. El voto, siendo la expresión ontológica primera que exterioriza la voluntad interior del ciudadano, es el primer momento público del campo político, y, si queda expresado en una papeleta, es el documento público por excelencia.
Destruir ese documento revela la conciencia torcida de una persona o institución. ¡Hay que guardar esos documentos para el juicio de las generaciones venideras; destruirlos es un crimen contra la comunidad política presente y futura!
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33 comentarios:
uhh.... muchas letras...
jajaja... Ya había leído a Zuckermann, así que serán menos para mí. Lo leo después.
Me enteré en el blog de Edgar de lo de su padre. Desde acá le mando mis mejores deseos y ánimo.
Saludos, P.
Leo Zuckerman ha sido uno de los "intelectuales" que desde el 2 de julio han promovido la "fé" en la honestidad e infalibilidad de las "instituciones" como el IFE y el TRIFE. Es obvio que Zuckerman es del grupo interesado en el encubrimiento. El acusa a quienes promueven el recuento de tener intención para favorecer a AMLO pero no justifica porque él no se sumó a este esfuerzo por transparentar la elección, algo que beneficiaría a la sociedad en su conjunto. Zuckerman pertenece al bando de los "intelectuales" orgánicos, que defienden "lo que hemos construido" (los empresarios).
Gracias por sus buenos deseos, Pereque. Reciba mi afectuoso saludo.
Creo que esto del recuento vxv es algo muy dificil de hacer, por todos los motivos que enumera Zuckermann. Y uno más: de por si hay dudas acerca del contenido real de los paquetes electorales...¿Que pasaría con las boletas, teniendo acceso cualquier persona? ¿podría darse el caso de que alguien las manipule con el fin de dar o quitar validez? Creo que si, es muy factible que si yo apoyo a Calderón y cuento nuevamente las boletas, pues entonces todo lo voy a hacer para que sea a favor de mi candidato. y tambien en el caso de Lopez Obrador.
Lo que se hizo no está bien, pero esos son los riesgos de la democracia. lo que puedo sugerir es que se modifiquen los mecanismos para dar mas certidumbre a las siguientes votaciones.
Saludos, Bro, y ánimo con lo de tu jefe...
Para eso se ha planteado la observación internacional, incluso se podría invitar a Naciones Unidas.
Este ejercicio ya se ha hecho en Estados Unidos y no hay excusas para que aqui no se realice... fuera de la necesidad del IFE, el TRIFE y Calderón por encubrir lo que pasó.
No podemos retroceder a 1988. El encubrimiento que están planeando es dañino para la consolidación democrática. Todos necesitamos tener claro que pasó.
Gracias, Gusgo. Trato de conservar el buen ánimo. Por fortuna encuentro días, como hoy, en que es más fácil hacerlo.
Ojalá que el IFE se ponga de acuerdo, porque la razón por la que negaron el acceso a las boletas es, dicen, debido a que "no son documentos", pero en su respuesta a Calderón, Ugalde dice que constituyen documentación electoral, ¿por fin?
Sobre el segundo artículo de Zuckermann: "...la legislación de transparencia está diseñada con el fin de que un ciudadano pueda ver documentos y comprobar si la actuación de un órgano de gobierno fue buena o mala; puesto que con las boletas no se puede realizar esta valoración, entonces no es posible considerarlas documentos públicos." ¿En serio con el acceso a las boletas (lo que obviamente tiene como fin un recuento), no se podría valorar la actuación del IFE? Debe estar bromeando...
P.D. Erat, mis mejores deseos y un abrazo solidario.
Saludos amigo:
Me tomó un rato leer este blog pero me latió, voy a linkearlo desde el m´pio pero dame un rato que no se me da tan fácil esto de la edición.
Como sea te mando un saludote y gracias por visitar mi blog.
Apoyando la causa
Messy Blues
Saludos Erat,
No había visto lo de tu papá. Espero que no sea nada grave y que todo salga bien. Un fuerte abrazo.
PD: hace casi un mes que no hablo con mi papá que vive en Chiapas. Tengo broncas con el teléfono de mi casa pero le voy a hablar hoy.
Messy:
Siga apoyando la causa, maese.
Antonio:
Hoy parece estar bien mi papá, pero a veces se desmejora muchísimo.
Haces muy bien en buscar a tu papá; trata de que sienta tu cercanía, eso lo reconfortará grandemente.
Hildebrando:
Muchas gracias por lo que me dices. Te agradezco tus buenos deseos y te mando un fuerte abrazo.
Encuentro, como tú, contradictorios los argumentos del IFE. E, incluso, también el de Zuckermann. Efectivamente, a partir del examen de las boletas podemos comprobar si la actuación del IFE fue buena o mala; la cuestión es que al IFE no se le considera órgano de gobierno.
Por cierto, ¿Dónde andan hoy los que siempre dicen que todo lo sacas de la Jornada y que sólo posteas textos que dan opiniones a favor del Peje?
Un Abrazo
Deben estar refunfuñando por la siguiente nota de Reforma:
"Vicente Fox se trasladará a Dolores Hidalgo, y en el DF el Grito estará a cargo de Encinas"
"Ciudad de México (14 septiembre 2006).- El Secretario de Gobernación, Carlos Abascal, anunció este jueves que el Presidente Vicente Fox dará el Grito de Independencia en Dolores Hidalgo, Guanajuato (...)".
Uh, qué decepcionante. Yo que quería ver mentadas. Entonces ya no me deprimo porque Telerrisa va a transmitir un *che festival pirata en lugar del Grito.
Mmm... cómo quisiera no hacerle el feo a las conspiraciones en este momento. - P.
Ajá. Creo que de haber observado antes ese detalle (que Televisa le daría preponderancia a un festival antes que al grito), podríamos haber previsto que la jugada de Fox era, desde el principio, dar el grito en Guanajuato.
Minotauro:
Muchas gracias. Te mando un abrazo.
Mis mejores deseos para tí y tu padre.
Gracias, Angeek.
.....
Hola muy buen post....
Desde ayer en el blog de tu hermana me entere de lo de tu papá, te deje saludos pero me dio pena mencionar lo que pasaba, un fuerte abrazo a él, a ti y a Babel.
¡¡¡VIVA MÉXICO, VIVA EL LIC. ANDÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR!!!
Mafalda
Aquí puras desgracias... y lo que más obeso me cae, es que la gente se quede como pasmarote sin hacer nada..
Ni modo... a destruir boletas como en el 88...
Nothing change... as always...
Erat:
Respecto a lo de tu Papá pues tienes mi apoyo y espero se recupere pronto.
Yo también soy fanático Beatle, de hecho lo es mi madre (por su culpa yo lo soy) y lo son mis dos hijos que apenas van a primaria. Antes de divorciarme solíamos escuchar en la compu un disco interactivo que trae toda su colección. El chido para mí en la guitarra es Harrison pero el maese Lennon es toda una leyenda, eso que ni qué (el inchi Macca es el fresa del grupo, jijijijijijijiji).
Te mandé una invitación para que escribas en mi blog pero no se si te haya llegado. Me imagino tas ocupa'o así que no me pongo terco.
A ti y todos los amigos blogeros un abrazote.
Messy Blues
Es cieto que el IFE no es una Dependencia del Gobierno Federal, sino un organismo público autónomo, razón por la cual el IFAI no tiene facultad para ordenar la entrega de documentos, sin embargo, sí se rige por la Ley de Transparencia además de que tiene su propio reglamento de "transparencia y acceso a la información pública".
El problema aquí es que el IFE dice que los votos no son documentos, sino "votos" (?), es decir, hace una interpretación de la Ley, cuando de ninguna manera está facultado para ello.
Saludos a todos,
Disculpen que use este espacio para hacer una consulta pero necesito un link en el que aparezcan todos los discursos del peje, ya que un cuate me dice que nunca mencionó a la clase media durante su campaña. Creo recordar que sí lo hizo pero quisiera poder demostrárselo para exhibir la costumbre que tienen varias personas de hacer eco de lo que dicen los editorialistas y comentaristas de televisión
Un Abrazo
Hola a todos,yo creo que debería de permitirse el acceso de los votos, pero también considero que se puede prestar a manipulaciones por parte de seguidores tanto del PRD como del PAN.
Mafalda: ya que pareces estar de acuerdo en la teoría del presidente espurio, podrías pedirle a AMLO que te incluya en su gabinete. Yo todavía no sé si soy ciudadana espuria o legítima, ni si mi voto fue espurio o legítimo. Quizá los legisladores perredistas son espurios porque trabajan para una institución espuria. Los fondos de las arcas nacionales deben ser espurios también, porque el gobierno auténtico de AMLO se sostendrá, dice, con donativos.
No recuerdo que una situación como esta se haya presentado en algún otro país, ya hasta resulta cómico el asunto.
Bendito México espurio.
Nadia: Otra vez llevando la palabra espurio a los extremos que AMLO no la lleva. AMLO no dijo que los ciudadanos ni los votos fueran espurios. Sólo el presidente electo.
Sí, es cómico, desde hace meses cómo se han tergiversado las palabras de AMLO deformándolas al extremo en los medios. Ya Cantinflas resucitó para regañarlo.
Y sí hay antecedentes, por ejemplo, en 1988 cuando Maquío formó un gobierno paralelo simbólico, igual que el gobierno paralelo de AMLO. También Zúñiga y Miranda se autodenominaba presidente legítimo de México y decía que Porfirio Díaz era un usurpador.
Un Abrazo
PD: Hay dos nuevos posts en Blogenstein, uno de Kix y otro de Minotauro.
¿Los legisladores no son espurios al trabajar con un presidente espurio?
¿Cuándo van a demostrar el fraude?
Quiero ver lo que sucede cuando AMLO haga su "gobierno itinerante", se va a dar cuenta que no es lo mismo el D.F. controlado por su esbirro Encinas, que provincia, donde su popularidad está al nivel de su discurso, por los suelos.
Ya me lo imagino en Guanajuato, en un mitin con ¡125 seguidores! mientras el resto de parroquianos le interpretan una Refrescada de Madre en La mayor para instrumentos de aliento.
¡Va a decir que lo agredieron y que es otro compló!
Que venda los derechos para un reality show y seguro financiaría su gobierno alterno. Me apunto para Comunicación Social, a menos que el cargo lo ocupe Víctor Hernández.
Nadia:
No escupas para arriba que te cae en la cara. Acá no queremos ni a FeCal ni a Oliva ni al Yunque y te lo demuestro con hechos. No hables de donde no conoces. Beso
Messy Blues
PD: Oportunidades y Seguro Popular fueron los programas que manipuló el PAN acá y tengo video de eso, mejor no opines a la ligera amiga mía.
Messy: te aseguro que son muchos menos de los que te imaginas quienes apoyan al Mesías Tropical. En sus turbias gestiones políticas no mejoró nada, y conozco lo suficiente pues trabajo en una organización civil que se dedica a estudios municipales y regionales. Los sondeos no mienten ni están cargados, AMLO ya es tomado como burla.
Nadia:
No lo tomes a mal y guardaré las proporciones pertinentes, claro, pero me parece que deberíamos ver las cosas desde algo menos burocrático o menos estadístico o menos admnistrativo o menos como quieras llamarle.
Mira. Yo trabajé directamente en un proyecto de Fox (Sistema de Información para la planeación -SIP) y me tocó visitar comunidades rurales y no tan rurales. Con el tiempo me llamaron a Guanajuato para dar clases a un grupo de Elite que ellos querían especializar y, pensando que se trataría de manejar Office o alguna otra cosa del Español, me encontré con que querían que les enseñara técnicas de Shoto Khan aplicadas a lo callejero. A solo siete individuos que evidentemente estaban escogidos y adiestrados para ODIAR a la gente del tipo indígena.
Visité las instalaciones del lugar ese y te sorprenderías conocer el cinismo conque se jactaban de manipulación de medios informativos y, ya entonces, planteaban comprar a la prensa de Televisa. Si no crees en lo siniestro del Yunque ya es asunto subjetivo pero de que lo hay, lo hay.
Tal vez la gente del campo te diga que "Pinche loco" refiriéndose al Peje pero, con todo respeto, si a un campesino le llegas con fachada de sistema de gobierno, es obvio que tratarán de no ofenderte. Muchos paisanos de aquí se han ido al gabacho y odian sobre manera a Fox, lo odian mas que al peje y, por cierto, en Guanajuato FeCal no tiene precismanete el primer lugar en simpatía.
A juzgar por lo que ha sucedido, el movimiento de la resistencia es mas grande de lo que tú y yo podemos suponer.
Es evidente que eres profesionista muy preparada pero también creo que eres parte del juego en el que el yunque quiere que todos los mexicanos caigan. Perdóname, yo no seré de esos y creo que muchos tampoco lo serán.
Te envío todo mi respeto y te ruego lo mismo hacia nosotros.
Cordialmente
Messy Blues
Por fortuna, si la izquierda gana en el 2012 AMLO no será el presidente, seguro que el PRD apostará por un candidato coherente en sus ideas, preparado, y respetuoso de sus copartidarios y las instituciones. Si es así, bienvenida la izquierda y cuenten con mi voto.
Messy:
Como dije, trabajo para una asociación civil, no de gobierno, no tenemos nexos con ningún partido, y nos sostenemos con ingresos propios. No es cierto que se odia a Calderón, al contrario, el gobernador, que es panista, goza de simpatía general, incluso de los mismos perredistas, por el impulso que ha dado a la política social. No dudo que hay mucha gente mala, pero eso se da en todos los partidos, basta ver a los asesores de López Obrador y los de Calderón, ambos una sarta de delincuentes que han saltado de un partido a otro.
La institución para la que trabajo actúa a nivel nacional e internacional, hemos constatado la tibieza del perredismo en provincia, que salvo algunas excepciones se muestra moderado y hasta dudoso de apoyar a AMLO. He trabajado con gobernadores, síndicos, regidores y legisladores perredistas, y te lo aseguro,toman su distancia con AMLO. El movimiento no es grande, son uno o dos millones de personas del ya no PRD sino lopezobradorismo. La CND no es ni convención ni nacional ni democrática, es una multitud de perredistas que pretenden votar por las "plurales" opciones que les ofrece un hombre ambicioso: Nómbrenme presidente, o nómbrenme lider de la resistencia, no hay una verdader participación ciudadana que sirviera para determinar una desición de voluntad popular. Me parece un circo patético, una burla para los que votamos por los demás partidos. Da pena ajena.
Nadia:
Entiendo tu convicción pero aún así no se convierte en verdad. Tus palabras buscan minimizar algo que ya ha desmotrado fuerza, no estaríamos aquí, lo grave del asunto es que polarices las cosas de esa manera.
La gran diferencia que siempre habrá es que yo conozco al yunque desde dentro y conozco yunqueros que se burlan de mí tomándose a la ligera mi convicción. Conozco al PAN actual y se qué está hecho y sí, tú disculparás, El Peje tiene fuerza en provincia.
Respetuosamente
Messy Blues
PD: EL PRD de plano queda fuera del contexto, con todo respeto a los perredistas
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