jueves, diciembre 28, 2006

Reconoce Calderón haber ganado ilegítimamente la Presidencia de su país

Ana Arcos
BBC Mundio
28 de diciembre de 2006
"No es argumento suficiente para que yo renuncie al cargo"
En entrevista con BBC Mundio, el Presidente de México Felipe Calderón reconoció haber ganado de manera ilegítima la Presidencia de su país.
A la salida de su residencia oficial, Los Pinos, la cual dejará por una semana para tomar vacaciones junto a su familia fuera del Distrito Federal, el Presidente aceptó que cuentan con fundamento las dudas que gran parte de la opinión pública ha expresado sobre la legitimidad de su mandato.
"Esas dudas cuentan con un fundamento, y eso hay que reconocerlo; de nada nos serviría querer tapar el sol con un dedo".
-¿Quiere decir que su gobierno reconoce ser producto de una elección cuestionable?- se le preguntó.
-Es que hasta mi victoria me la han cuestionado... Mira, en algo estamos muy claros y es en que la política es confusa. Lo que se permite, lo que no se permite... No hay nadie que sea capaz de dibujar esa frontera. ¿Tú puedes? ¡Nadie puede!
-Su manera de entender la política fue criticada desde que estaba usted en campaña...
-Desde mi campaña he sido muy cuestionado, eso es cierto y hay que decirlo; he sido muy cuestionado, muy atacado como ningún otro candidato. Entonces yo digo: que sea parejo para todos lados, ¿no?
-En los meses anteriores fueron vertidas críticas severas en contra de los demás candidatos; críticas que incluso partían de usted.
-Sí, pero no es lo mismo; conmigo ha sido más dura la agresividad. Mira: eso ya debería haberse terminado. Las campañas ya se terminaron, pero a mí hay gente que todavía me persigue, gente que va a donde yo voy con el único fin de insultarme, de lesionarme moralmente cuando yo nada les he hecho. ¿Qué les he hecho? ¡Nada! Y ellos me dicen Fecal, me mientan la madre, me dicen cosas muy feas que es mejor no repetir.
-¿Cuáles cree que sean las razones que tiene la gente para comportarse así con usted?
-Que están locos, es la única respuesta. Están locos, les han lavado el cerebro, han leído cosas falsas o han tenido pláticas indebidas.
-¿Usted es presidente sólo por una formalidad legaloide o lo es de manera legítima?
-Usted machaca mucho con eso de la legitimidad por...
-Porque soy periodista.
-Yo fui muy cuestionado y fui y seré siempre cuestionado porque yo no gané de manera legítima. Hubo algunas imperfecciones en algunas casillas, hubo y hay y seguirá habiendo dudas, y moriremos teniendo dudas; pero déjeme decirle que dudas todos las tenemos. Eso es normal. En esta vida todo es dudoso, lo único seguro que tenemos es la muerte. La vida es dudosa y más dudosa la política.
-En cuanto a la campaña...
-Yo me basé en una campaña que fue muy cuestionada incluso por gente de mi partido, pero que a final de cuentas dio un resultado y eso es lo que un partido espera: que sus asesores den resultados.
-Un resultado doloroso para el país, cuyos sentimientos quedaron partidos, desgarrados.
-Pero eso es como dicen en la guerra, es daño colateral. Lo importante es que triunfamos. En mi pueblo decían "haiga sido como haiga sido" y yo soy el presidente, duélale a quien le duela y haiga sido como haiga sido.
-¿La ilegitimidad de su mandato no lo obliga moralmente a renunciar a él?
-No, no, no; estemos claros: yo soy el presidente y la legitimidad o no legitimidad no es argumento suficiente para que yo renuncie al cargo. Yo tengo un compromiso que cumplir más allá de lo legítimo. Mucha gente se la jugó por mí...
-Esa gente también es cuestionada.
-Pues deje de cuestionarla, para que ya no esté tan cuestionada.
-Habíamos empezado por tocar el tema de la campaña agresiva y las elecciones irregulares...
-Mi campaña no fue agresiva -corta determinante Calderón-. Mi campaña fue elaborada por profesionistas exitosos en su ramo, gentes de primerísimo nivel; gentes de nivel mundial. Ya hubieran querido los otros candidatos un asesor de imagen como el que yo tuve. Mi publicista (un gringo, Dick Morris, usted ha oído hablar de él) es rubio y sonrosado: un triunfador. Es altivo y obeso; tan enorme como una pelota de playa. Siento predilección por los hombres obesos (mire a Carstens), en eso me parezco al Julio César de Shakespeare; pero mi gordo (Morris) es astuto como un Casio. Se cree un nuevo Maquiavelo, y probablemente lo sea. Empero, yo mismo soy astuto; nadie podría engañarme.
Felipe Calderón no se alza gran cosa sobre el suelo. Parece más delgado que en las fotos que conocía de él, pero su cabeza es gorda, esponjosa, como de hule espuma. Hule espuma, también, por lo porosa: su morena piel aparece accidentada -desde su juventud, supongo- por el acné; la salpican cráteres lunares. Del escaso cabello apenas tuve noticia. La amplia frente brillaba con el sol, y el brillo me impedía observar los pensamientos que bajo ella transcurrían. De los hombres calvos se ha dicho que son más inteligentes que el ser humano promedio; pero, como sabemos, esto es falso.
-Hubo denuncias de que la campaña de Morris se basó en mentiras.
-¿Pero quién dice eso? ¡Los comunistas!
Es moreno y chiquito: un muñequito de pan.
-Lo dijo Ciro Gómez Leyva, en un programa de Televisa.
-Sí, pero se le salió sin querer queriendo...
Cabeza grande y cuerpo mínimo: será fácil de representar para los caricaturistas.
-Ciro en realidad es mi amigo y me apoya, pero por esa época él también se dejó influenciar por los comunistas.
"Con él ya no tengo problemas, se ha portado muy bien últimamente y en este mundo al que se porta bien le va bien. Pero sigo teniendo problemas con otros..."
-¿Cuáles otros?
-Con otros, unos cuantos, pero no importa, mire... Es el problema con ustedes los periodistas. Con quienes buscan la verdad, ¿qué es eso? Si no lo sabe, ¿cómo va a reconocerla? Sólo se reconoce lo una vez conocido.
El Presidente usa unas gafas de aro finísimo, casi dorado, casi transparente, que tiemblan tanto como su mirada.
-La verdad no tiene un solo color -prosigue-. Es de muchos colores. Salga al campo y dígame usted misma. ¿A qué le llamamos amarillo? ¿El sol es amarillo? ¿Segura? ¿Verdad que por la tarde ya no es tan amarillo? El amarillo es a veces verde, ¿se ha fijado? El amarillo cambia de color. El rojo es rojo sólo a ratos. El naranja no existe, excepto en ciertos sueños... El azul desentona con todo lo demás. El blanco, el negro... son ilusiones ópticas. Eso está científicamente demostrado; pregúntele a mis secretarios y le van a decir que tengo la razón".
"Usted me puede ver chaparrito, pelón y de lentes; pero yo me veo fuerte, grande, con mirada de águila. Y ahora que he comprado la lealtad del Ejército, soy más alto y más fuerte y más robusto que nadie".
"Yo creo que usted es fea, pero si estos idiotas me dejaran calmar esta sed que sólo cura el vino y nunca el agua; si me dejaran beber, comenzaría a verla a usted hermosa, se lo juro".
A una seria mirada de su esposa, una mujer enjuta, pequeña como él, que ensombrecía el último rincón de la calle, el Presidente de México, que se había ido expandiendo hasta casi tocarme, se contrajo para de nueva cuenta ser el muñequito de pan de mi primera mirada.
"En la política no hay verdad. El político es un producto, una mercancía; un poco cara, y eso debo decirlo -sonrió, o movió la boca-; pero más caro sería que la política cayera en manos no profesionales. Como mercancía que es, el político se debe a sus publicistas, antes que al manoseado fantasma que los comunistas llaman "pueblo". Esa palabra me ahoga. La otra, "publicista", me convierte, me convierte en algo mejor o peor de lo que soy. El publicista es un artista. El publicista es un mago. El publicista es -Dios me perdone- Dios: toma un puñado de barro y lo eleva a la altura de hombre; pone pelo en él; pone huesos, uñas, carne; le forma un nuevo corazón y le da cuerda, como a un reloj. O, mejor dicho, no le da cuerda: le pone pilas nuevas. El publicista es Cristo y ha fundado la nueva fe de nuestros días. Por la labor del publicista abeja, creo que Carlos Loret de Mola es un periodista valiente; creo que Carlos Slim es un lloroso filántropo; creo que Elba Esther Gordillo se preocupa por los afiliados a su sindicato; creo que Jorge Castañeda es honrado, además de un gran pensador; creo que Enrique Krauze es un historiador de a de veras; creo que Norberto Rivera atiende los asuntos de Dios. Creo que Angélica Vale es fea cuando me dicen que lo es, y bella cuando dicen que ha dejado de ser fea. ¿Te has fijado que nos referimos a los actores y cantantes de Televisa como "los artistas de Televisa"? Anota un triunfo más para el publicista. Si cantan mal, eso no importa, ya ni siquiera cantar es necesario: todo lo hace una máquina".
"Los pobres no existen, me lo ha dicho en un susurro el publicista: que ningún político debe hablar de los pobres. Si me quedo callado y los demás también, habremos ganado la batalla contra la pobreza. Es un hábito pre-moderno. Me refiero a mentarlos, aunque también la pobreza es pre-moderno hábito".
"El Estado es inútil, me lo ha dicho gritando el publicista; pero, de nuevo en un susurro, comparte conmigo el secreto que todos conocen: que el rico nos amparará a los políticos sólo si juramos entregarle, progresiva e imperceptiblemente, y a un muy bajo precio, las propiedades estatales. Esto tiene un curioso fin: demostrar la falsedad de los libros de Economía que la gente da por buenos. Pero ¿quién se dara cuenta de la falsedad de los economistas? ¡Nadie! Porque el publicista pone una cara bella al frente de esos libros".
"La corrupción quedó en el pasado, lo sabe el publicista. Sabe también que no es así. El publicista tiene tres rostros, como Vishnu; cada una de sus bocas comunica un saber. La boca que me habla -la de la derecha- dice que la corrupción se acabó con la entrada del PAN al gobierno de México; la boca de en medio les dice a los priistas que el PRI nunca fue corrupto; la de la izquierda dice que, cuando llegue el PRD, terminará, ahora sí, la corrupción. Las tres bocas callan lo mismo y voy a callarme yo también".
El pecho de Calderón latía violentamente, por el esfuerzo de hablar sin haber satisfecho la sed. Ahora pienso que a ese efuerzo su cuerpo agregaba otro: el de no hablar de más.
Se habían ido acercando al Presidente su cejijunta esposa y tres hombres muy altos de uniforme.
-Tenemos que marcharnos, señor presidente-le ordenó uno de ellos.
-Ya voy, ya voy-contestó molesto Calderón.
Yo recibí de mejor modo el anuncio. Era un favor que le había estado pidiendo al cielo desde que Calderón empezó a hablar. Me sentía incómoda, escocida, tan ansiosa de un trago como el Presidente.
En la calle, la gente que reconocía el automóvil presidencial injuriaba al célebre pasajero. Arrojaban cucharas de plástico, palos de elote, vasos de unicel, cosas pequeñas que iban encontrando en su camino. Dos o tres de los proyectiles dieron contra el techo del auto, pero la mayoría de los objetos nunca pasó ni un poquito cerca.
Me oculté bajo mi gabardina. Agaché la cabeza. Había estado junto a él y pensé que, no sé, que alguien me haría algo. Caminé más de prisa. Sentí miedo.

¡Inocentes palomitas!
Si tienen algún comentario, aquí mero échenlo.

S
aludos de Eratóstenes Horamarcada :)

martes, diciembre 26, 2006

Para que no nos roben también la carcajada

En todas las épocas, como en todas las patrias, ¿cuál ha sido la única posesión que los gobiernos ladrones, como el del PAN en México, no han sido capaces de arrebatarles a los pueblos?
La risa. En el ámbito privado, los hombres, las mujeres y los niños triunfaron lenta y secretamente cada día de muchos años sobre sus opresores, contando un chiste que tuviera como protagonista a Stalin, a Hitler, a Saddam Hussein, a George Bush...
Los caricaturistas son héroes, pero, cuando alguien se los dice, suelen contestar con una carcajada.
La amiga Kikka se entregó a la tarea de buscar en la world wide web imágenes cómicas con tema navideño. Aquí verán algunas de ellas.
En el primer video, los malvados evaden el pago de sus delitos (igualito que el PAN después del 2 de julio).En YouTube
Pero en el segundo, la moraleja es justamente que los poderosos son puro pedo.En YouTube
A continuación, dos villancicos "cantados" en el único idioma que conoce FeCal. En Google VideoEn YouTube
Más imágenes jocosas.














El Peje celebra
la navidad.Jesucristo fue un guerrillero, no un santurrón.Y por último, lo que para mí fue una verdadera revelación: ¡Dios es mujer y además es negra! (Debí haberlo supuesto.)Los pránganas que hacemos El pedote de Fecal (Toncha Tololoche, Beam y Eratóstenes Horamarcada) deseamos a todos nuestros lectores (incluyendo a los de clóset, incluyendo a los panistas; es más: incluyendo a los pobres infelices de Mustaff y Amarghost, juar juar juar) que encuentren días muy felices en el próximo año.
¡Y que caiga el mal gobierno!

lunes, diciembre 25, 2006

El nacimiento de Cristo

Jean Meyer*
El Universal
24 de diciembre de 2006

jean.meyer@cide.edu

* Profesor investigador del CIDE


La noticia de que Dios ha muerto no es ninguna novedad desde que Federico Nietzsche, "el pequeño pastor", nos la dio hace más de un siglo. Cincuenta años después, Thomas Mann, que no tardaría en recibir el Nobel de Literatura, apuntaba en su diario: "El fenómeno esencial de la época es el lento desapego respecto de las iglesias, que en el fondo están muertas, y la aparición progresiva de una religiosidad libre". Para él, Dios había dejado de morir, pero ratificaba, con anticipación, lo que hoy escriben muchos sociólogos y ensayistas; a saber, que las iglesias, especialmente la católica (y la ortodoxa), son arcaicos fósiles y que el cristianismo institucional se encuentra moribundo. ¿Será?

Nos dicen que el Dios de los cristianos -para el de los demás hay mucha indulgencia, al menos mucha "corrección política"- ha perdido toda competencia, tanto para la naturaleza como para la sociedad, la historia y los individuos. Ellas y nosotros se entienden y se explican por sí mismos, como bien le dijo el científico Laplace a Napoleón: "En mi sistema la hipótesis de Dios se ha hecho superflua". Y nos dicen también, algunos a regañadientes, que la religiosidad, el apetito para la religión, no sólo se mantiene, sino que crece. La aspiración a la fraternidad universal y a la vida eterna sigue siendo fuerte. El problema para esos críticos es que el cristianismo tiene mucho que decir y dar para tal demanda; hasta las críticas que se dirigen al cristianismo, a sus iglesias y sacerdotes invocan sus principios sobre el amor a los demás, sobre la dignidad de la persona, sobre los valores que fundamentan nuestra civilización.

Claudio Magris, el gran escritor italiano, a quien un periodista español hablaba de la lata que nos causan las religiones y Dios, contestó (El País, 30/X/06): "Con los fundamentalismos, el del islam u otros, Dios no tiene nada que ver. El fundamentalismo no es culpa de Dios. El problema no es tanto si la fe en Dios existe o no, sino si la idea de Dios es una idea fuerte, que da sentido o es una idea absurda. Yo siento con fuerza la idea de Dios. Luego, pienso que como no se puede demostrar, uno debe vivir con eso.".

Nietzsche hubiera dicho a Magris (lo escribió) que Dios es una hipótesis excesivamente fuerte, y que si él ataca a la moral cristiana es para superar una debilidad personal, la tendencia a la compasión. Pero apuntó también que el cristianismo fue un intento genial que ofrecía tres ventajas a los "desafortunados": "Un valor absoluto, en contraposición a su pequeñez y casualidad en el torrente del devenir y del perecer", "un sentido" que vuelve soportables al sufrimiento y al mal; impedir que los hombres (y las mujeres) "se despreciaran como hombres, tomando partido contra la vida".

Bueno, me dirán, y ¿qué tiene que ver todo eso con la Navidad, con el Crismas (escrito fonéticamente, no es un error de ortografía), con nuestro Merry Christmas de binacionales? Mucho, todo.

La fiesta navideña dista mucho de explicitar toda la fe de los cristianos; la Semana Santa no es menos importante, pero Navidad ha tenido siempre una gran importancia porque es el principio de la aventura que lleva a la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, al núcleo duro de la fe cristiana. Los estudios históricos y críticos sobre "el verdadero Jesús" han contribuido a purificar el relato de Navidad, pero la necesidad de misterio, maravilla, magia, sigue. Eso explica la permanencia, el arraigo popular de una fiesta religiosa que no se debe sólo a motivaciones comerciales, culturales, familiares. Es también la fiesta de la familia, y un enorme negocio anunciado desde que terminamos de comer, en noviembre, el último pan de muertos: siempre hubo, habrá siempre "mercaderes en el Templo" y es mejor tolerarlos con indulgencia. Esa fiesta, mejor dicho su fecha, hereda de las fiestas paganas del solsticio de invierno, del sol invicto que empezaba a renacer. Sin embargo, no deja de ser, en alguna parte profunda del inconsciente colectivo, la fiesta de la infancia, de la pobreza, del nacimiento misterioso del Niño, en un pesebre o en una gruta, en el frío y la intemperie; la fiesta de la maternidad, del parto de una joven mujer que no encuentra un techo para abrigarse, que da a luz entre los animales que son los primeros en saludar al infante divino.

Nuestra sociedad que desconfía de las iglesias, nuestros intelectuales que denuncian cualquier forma de ostentación religiosa, cuando es cristiana, no pueden satisfacer las necesidades espirituales de la gente. La humanidad de Jesús, manifiesta en ese pobre nacimiento, que celebró con ingenio inventivo el pobre por excelencia, el poverello Francisco de Asís con sus "nacimientos", esa humanidad de un Dios que se encarna para defender a los más débiles y pobres, se ha vuelto más popular en los últimos años, según nos dicen los sociólogos de la religión y los antropólogos. Ya no es tanto el Señor del gran Poder, el Todopoderoso Pantocrator, el Cristo en majestad del Juicio Final, sino el Niño Jesús, el carpintero de Nazaret, el que llora la muerte de su amigo Lázaro.

Que algunas fuerzas políticas hayan recuperado ideológicamente en el pasado, en el presente y logren recuperar en el futuro la figura de Jesucristo es otra historia, eso no disminuye la fascinación que la Navidad ejerce en el mundo entero, más allá del cristianismo. Además, la figura de María es inseparable de la del Niño Jesús y ¿quién puede soñar con figura más humana que la de esa jovencita que engendró a Jesús y cantó la Magnificat?


Mi alma engrandece al Señor

y exulta de júbilo mi espíritu en Dios, mi Salvador,

porque ha mirado la humildad de su sierva

(.) Desplegó el poder de su brazo

y dispersó a los que se engríen con los pensamientos de su corazón.

Derribó a los potentados de sus tronos

y ensalzó a los pequeños.

A los hambrientos los llenó de bienes,

y a los ricos los despidió vacíos.

(San Lucas 1, 46-53)

sábado, diciembre 23, 2006

Diferentes narrativas para Medio Oriente

Robert Fisk
La Jornada
Original: The Independent

Traducción: Gabriela Fonseca
22 de diciembre de 2006

Cuando se trata de las realidades de la historia, los musulmanes de Medio Oriente agotan mi paciencia. Después de años de explicarle a mis amigos árabes el Holocausto judío ­el asesinato, sistemático y planificado, de 6 millones de judíos a manos de los nazis y que es un hecho indisputable­ aún me topo con un estado de incredulidad.
Hace unos días, el absurdo presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, expuso a su propio país al oprobio y la vergüenza al celebrar una conferencia supuestamente "imparcial" sobre el Holocausto judío con el fin de repetir las mentiras de los racistas, quienes, si no dirigieran ya su odio contra los judíos, arrojarían todo su veneno contra los otros semitas: los árabes de Medio Oriente.
Siempre pregunto cómo puede esperarse que Occidente entienda y acepte la limpieza étnica de 750 mil hombres, mujeres y niños de Palestina, en 1948, cuando ni siquiera se ha intentado comprender la enormidad de lo que se hizo contra los judíos de Europa.
Y aquí está la miserable paradoja de todo el asunto. Lo que los musulmanes de Medio Oriente deberían estar haciendo es señalarle al mundo que ellos no fueron responsables del Holocausto judío, y que por más aterrador y perverso que éste haya sido es una injusticia inconmensurable y vergonzante que sean los palestinos quienes tengan que sufrir por algo en lo que nada tuvieron que ver.
Pero no, Ahmadinejad no tiene ni cerebro ni honestidad suficientes para comprender esta simple y vital ecuación.
Cierto, el gran mufti palestino de Jerusalén le estrechó la mano a Adolfo Hitler. Yo conocí al último de sus hermanos de armas que sobrevivía, antes de que muriera, y es totalmente cierto que el inmoderado y taimado Had Husseini hizo algunos viles discursos en alemán, durante la guerra. En uno de ellos aconsejó a los nazis cerrar todas las rutas de escape a Palestina y deportar a los judíos hacia el este (me pregunto por qué hacia el este) y ayudó a formar una unidad musulmana de la SS en Bosnia. Tengo copias de dichos discursos y su foto se encuentra en el museo Yad Vashem. Pero los palestinos atropellados, aplastados, ocupados y asesinados de nuestro tiempo, desde Sabra y Chatila hasta Jenin y Beit Janun, ni siquiera habían nacido durante la Segunda Guerra Mundial.
Será causa de eterna vergüenza para Israel y sus líderes que pretendan hacer creer que los palestinos participaron en la Segunda Guerra Mundial. Cuando el ejército israelí avanzó sobre Beirut en 1982, el entonces primer ministro israelí, Menachem Begin, escribió una carta enloquecida al presidente estadunidense, Ronald Reagan, explicando que se sentía como si estuviese "irrumpiendo en Berlín" para liquidar a "Hitler" (así aludió a Yasser Arafat, quien estaba muy ocupado comparando a sus propias guerrillas con los batallones que defendieron Estalingrado).
El valiente escritor israelí Uri Avneri escribió una carta abierta a Begin. "Señor primer ministro, Hitler está muerto", señaló. Pero esto no impidió que Ariel Sharon tratara de emplear el mismo truco en 1989. Le aseguró al Departamento de Estado estadunidense que Arafat era como Hitler, "sin disposición a negociar gran cosa con los aliados durante la segunda mitad de la Segunda Guerra Mundial", y repitió lo mismo para el Wall Street Journal, al afirmar que el líder palestino era "el mismo tipo de enemigo".
No hace falta decir que cualquier comparación entre el comportamiento de las tropas alemanas durante la Segunda Guerra Mundial y los soldados israelíes de hoy (con su constante y disputada aseveración de que conservan "la pureza de las armas") es tachada de antisemita. Generalmente, yo considero que esa es la reacción correcta. Los israelíes no están cometiendo violaciones masivas, asesinatos o instalando cámaras de gas para los palestinos.
Pero los actos de las fuerzas israelíes no siempre son tan fáciles de divorciar de esos locos paralelismos. Durante las masacres de Sabra y Chatila, cuando Israel envió a los enardecidas milicias cristianas falangistas de Líbano a los campos de refugiados tras decirles que los palestinos habían asesinado a su amado líder, mil 700 palestinos fueron asesinados. Las tropas israelíes lo vieron y no hicieron nada.
El novelista israelí A. B. Yehoshua observó que, aun si los soldados de su país no hubieran sabido lo que estaba pasando, "estaríamos hablando de la misma falta de conocimiento que alegaron los alemanes que se quedaron en torno a Buchenwald y Treblinka y aseguraron que no sabían lo que estaba pasando".
Tras los asesinatos en Jenin, un oficial israelí sugirió a sus hombres, según la prensa de Israel, que ante la situación de combate en áreas reducidas sería conveniente empezar a estudiar las tácticas de las tropas nazis en Varsovia, de 1944.
Debo decir ­de hecho es necesario decirlo­ que incontables refugiados libaneses civiles se quedaron sin forma de escapar cuando Israel les cortó las vías de escape en 1978, 1982, 1993, 1996 y nuevamente el verano pasado. ¿Cómo puede uno evitar recordar los ataques de la fuerza aérea alemana (Luftwaffe) contra los refugiados franceses, igualmente indefensos, en 1940? Muchos miles de libaneses han muerto de esta forma en los últimos 25 años.
Y por favor, ahórrenme la cantaleta absurda de los "escudos humanos" ¿Qué pasó con la ambulancia cargada de mujeres y niños contra la que un avión israelí que volaba bajo lanzó cohetes en 1996? ¿O el convoy de refugiados en que mujeres y niños volaron en pedazos por un helicóptero israelí, que también atacó desde baja altura a quienes huían por los caminos después de que les ordenaron salir de sus hogares, durante este año?
No, los israelíes no son nazis. Pero es momento de hablar de crímenes de guerra, a menos que estén dispuestos a cesar sus ataques contra los refugiados. Los árabes también tienen derecho a hablar de esto. Deberían. Pero antes deben dejar de mentir sobre la historia de los judíos, y posiblemente aprender la lección de los historiadores israelíes que dicen la verdad sobre el salvajismo del que se sirvió al nacimiento de Israel.
En cuanto a la reacción de Occidente ante las grotescas payasadas de Ahmadinejad, Lord Blair de Kut Al Amara dijo estar en un estado de "estupor" incrédulo mientras el primer ministro israelí, Ehud Olmert, respondió con una indiferencia más elocuente. Extrañamente nadie recordó a quienes recientemente han negado el Holocausto de millón y medio de armenios cristianos víctimas del genocidio turco de 1915. Estos incluyen a Lord Blair, quien originalmente trató de impedir que los armenios participaran en el Día Nacional del Holocausto que se celebró en Londres; además del actual canciller israelí, Shimon Peres, quien le aseguró a los turcos que la matanza que ellos perpetraron, que es el primer Holocausto del siglo XX, no constituye un genocidio.
No tengo duda de que Ahmadinejad, quien está igualmente consciente de la relación preciosa que existe entre Irán y Turquía, sería capaz de no honrar el Holocausto armenio en Teherán. ¿Quién diría que los gobiernos de Gran Bretaña, Israel e Irán tenían tanto en común?

viernes, diciembre 22, 2006

APPO en acción

Alberto Híjar
¡Por esto!

20 de diciembre de 2006
Sabíamos que los diálogos y negociaciones entre insurrectos y gobernantes, suelen probar toda la fuerza del Estado y la debilidad de las organizaciones populares. Pero no previmos la traición de Estado que capturó a dos comisionados para la negociación a la salida de una rueda prensa. Pese a la reactivación de las movilizaciones de la APPO, ahora con estricto orden y autoseguridad extrema para impedir provocaciones, la guerra del Estado contra todo lo que se mueva en calles y plazas del Centro de Oaxaca y en los caminos por donde vienen los compañeros, pone a la APPO a la defensiva y en manos de la solidaridad no siembre consecuente.
En efecto, PRD y PRI procuran sacar raja. El PRD declara su decisión de defender a su consejero estatal, el PRI apoya con todo al criminal gobernador y el PAN hecho gobierno, busca entre los más violentos represores, los funcionarios de la seguridad nacional y premia al comandante Ardelio Vargas, con la coordinación de la PFP y la AFI luego de su brutal actuación contra la APPO y antes, en Atenco.
Con la seguridad del Estado que no nacional en garras de expertos represores como Medina Mora y García Luna, hay que esperar operativos como los de SICARTSA, Atenco, Oaxaca, aquí con incendios oportunos de archivos inculpatorios contra el exgobernador Murat, aquel simulador de un ataque que costó la vida a un escolta, para heredarle Oaxaca a Ulises Ruiz. Tan campantes los dos y tan confiadas las organizaciones que olvidan estos negros antecedentes. Pero el proceso de quitar banderas, propio de la contrainsurgencia, divide y depura. El secretario general de la Sección 22, luego de reaparecer negociando con Gobernación para simular como triunfo propio la liberación de 43 detenidos, ha declarado la salida de la APPO de los profesores. Al menos el vocero de la APPO lo desmiente al referirse a los miles de profesores en acción en todo Oaxaca. Es buena la depuración porque lejos de dividir, consolida y fortalece.
La víspera de la llegada de la Comisión Internacional de Observadores de la Unión Europea, el gobierno de Oaxaca convoca a la reforma del Estado. Lo hace de manera abierta pero con un temario limitado a la reforma constitucional con su correspondiente fetichismo federalista y el reconocimiento de la cultura de las comunidades, ausente de toda referencia a la tierra y sus frutos y al pleno ejercicio de los usos y costumbres distintos a la democracia burguesa. Nada sobre los derechos de los pueblos a territorio, tierra y frutos expropiados por caciques, trasnacionales y funcionarios corruptos. Nada sobe la urgencia de castigo ejemplar a los defraudadores multimillonarios como el exgobernador José Murat y el actual Ulises Ruiz, nada sobre la justicia contra los asesinos del pueblo, nada sobre la consolidación de usos y costumbres profundamente democráticos. Oportunistas buscones y organizaciones dispuestas a todo con tal de ser tomadas en cuenta a cambio de tantito poder y negocios, probarán la democracia según URO.
Los observadores de derechos humanos, tomarán nota, se llevarán largas listas de desaparecidos, quitarán de ellas a los 43 liberados de Nayarit, recomendarán, turnarán a la ONU y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, las Comisiones y los Comités mexicanos gestionarán las invitaciones necesarias del gobierno mexicano para que todo se haga con limpieza jurídica, la senadora Rosario Ibarra intervendrá sin mencionar su cargo de Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Senadores, los diputados perredistas dirán algo sobre la demanda de juicio político contra URO que no logran desde octubre y en fin, entre denuncias, trámites, festivales artísticos, intercambio de oficios y discursos encendidos y sensatos, la APPO parece maniatada.
Pero no, porque la APPO cuenta con un Consejo de 217 delegados y una organización de sus demandas y pronunciamientos sobre el mundo, México y Oaxaca, que ya impulsan los profesores y los concejales en sus comunidades. Poco y nada se sabe de esto, los reflectores mediáticos apuntan a las personalidades abajofirmantes y nada más, a los partidos de Estado y cuando mucho, al Frente Amplio Progresista pese al pantano que se ha construido con su participación parlamentaria, sus gobernadores disciplinados por el gobierno de Calderón y sus dirigentes con sueldos de altos funcionarios. La movilización internacional del 22 de diciembre llamada por la Otra Campaña, otra vez probará la capacidad de convocatoria y otra vez mostrará la ignorancia profunda de la mayoría de participantes sobre los pronunciamientos, acuerdos y estructuras de la APPO.
Dejemos a las comisiones de derechos humanos nacionales e internacionales, a los centros que tan bien documentan en México este baldón, la atención minuciosa para la denuncia y salvación de los presos políticos y los amenazados con órdenes de aprehensión y hostigamientos paramilitares. El acompañamiento necesario a todo esto es la profundización de la APPO, su funcionamiento popular, sus consecuencias históricas de autonomía, autogestión, trabajo liberado, autodefensa, comunicación democrática, consenso político, asamblea soberana, equidad de género. Con todo esto, se debe gobernar con plena conciencia de todo el contenido del Congreso Constitutivo de la APPO del 10, 11 y 12 de noviembre de 2006, para pasar de la fase contestataria al poder popular.
Para trabajar de adentro hacia fuera y no permitir decisiones de Estado, los oportunistas, los cansados, los aterrorizados y los derrotistas, hay que dar a conocer el programa y la estructura de la APPO.
EL CONSEJO DE LA APPO Está integrado por delegados de las Siete Regiones. Cañada, Costa, Istmo, Mixteca, Sierra Norte, Sierra Sur, Tuxtepec, Valles Centrales. Están representados los comerciantes, artesanos, los abogados, las organizaciones civiles, los ayuntamientos populares, comunidades eclesiales de base, transportistas, mujeres, barricadas, colonias, sindicatos, Sección 22 del SNTE, jóvenes, estudiantes, presos, perseguidos y exiliados, pueblos indígenas de Valles Centrales.
EL RESUMEN GENERAL DE LOS RESULTADOS DE LAS MESAS DE TRABAJO DEL CONGRESO CONSTITUTIVO DE LA APPO, Informa con fecha 13 de noviembre, sobre el Contexto Internacional, el Contexto Estatal, tratados en la Mesa 1. De la Mesa 2 informa sobre la Crisis de las Instituciones, de donde deriva resolutivos políticos, electorales, económicos, sociales. De aquí propone tareas que culminan en el Foro Estatal de los Pueblos Indígenas de Oaxaca ya realizado el 28 y 29 de noviembre y la Asamblea Popular de los Pueblos de México constituida el 18 y 19 de noviembre en SITUAM.
La Mesa 3 se pronuncia sobre comunalidad y autonomía, disciplina y respeto. La Estructura Organizativa plantea el número no muy grande de concejales, 23 comisiones internas del Consejo Popular, perspectivas y plan de acción del 13 de noviembre al 1 de diciembre, acciones y medidas generales nacionales y locales. Los Pronunciamientos anteceden a los Acuerdos y a la lista de los 217 concejales, no sin dejar constancia de los integrantes de la Mesa de Debates. Las consignas finales: ¡POR LA VOLUNTAD POPULAR, VIVA LA APPO! ¡TODO EL PODER AL PUEBLO!

jueves, diciembre 21, 2006

Del dilema entre el palo y el engrudo (o Del excesivo uso de desafortunados paréntesis)

Guillermo Merelo
Columna Desde este oscuro rincón
EmeEquis
Diciembre de 2006
La primera quincena de Felipe Calderón al frente del Ejecutivo ha concluido. El balance a primera vista parece bueno para la mayoría de los analistas de centro (los extremos se manifestarán inconformes con los resultados de cualquier escenario): mano dura en torno a la inseguridad, reducciones al gasto burocrático (incluidas las jugosas prestaciones del señor Presidente), e incluso capacidad de respuesta a la hora de corregir errores expuestos por la opinión pública (salvo sea el caso del yerno incómodo). Eso sí, siempre desde la particular visión característica de los gobiernos de derecha.
¿Pero qué hace que antes de cumplida la quincena en el poder, diarios como el Washington Post alaben los primeros pasos de nuestro infante Presidente Constitucional? A preguntas complejas respuestas simples: señales superficiales pero que alimentan viejas añoranzas relacionadas con el poder presidencial.
Jóvenes y viejos, todos aquellos que vivieron o conocieron el pasado a través de los relatos de sus mayores, desean, anhelan y aplauden símbolos de fortaleza en un gobierno, aunque esta fortaleza se materialice en acciones superficiales y focalizadas. A muchos lectores les sorprenderá o incluso enojará esta adjetivación, sin embargo, les ruego no mal entender. Como cualquier mexicano me preocupa la inseguridad que afecta al país, pero como analista de políticas públicas considero que los pininos del presidente de Los Pinos (hasta ahora palos) deben ir acompañados de estrategias concretas y adecuadas para la resolución, en el mediano o largo plazo, de problemas endémicos, así como de una argumentación inteligente en torno a la construcción de las mismas. De lo contrario los anhelos serán más bien áridos.
Una sociedad como la nuestra, desarticulada y débil, en que la cohesión social ha sido gravemente afectada durante décadas; una sociedad en la que coexisten (que no conviven) en un mismo espacio la extrema pobreza y la extrema riqueza, difícilmente resolverá sus problemas con el simple uso de la fuerza. Es indispensable el engrudo que comience a unirnos desde abajo. De poco servirán los palos por si solos.
Elaborar engrudo requiere de más esfuerzo e inteligencia que dar palos (y tiene un efecto mediático más limitado, al menos en periodos cortos); requiere de políticas de impacto en materia educativa, cultural, económica y de salud, sectores en los que, hasta el día de hoy, las acciones u omisiones del Presidente son preocupantes. Entre las acciones destacan: el nombramiento del yerno de la maestra Elba Esther Gordillo en una de las áreas más importantes del sector educativo; la drástica reducción del presupuesto destinado a la cultura y las artes, y la continuidad en la reducción del subsidio al programa de distribución de leche entre las comunidades más necesitadas. Las omisiones son más: aún no sabemos de cambios en materia educativa o de salud; el sistema económico (para muchos adecuado) continuará administrado bajo el canon occidental (no en términos de Bloom, sino del FMI y el Banco Mundial) lo que permitirá un crecimiento que de poco servirá si no se toman medidas para el control de monopolios, la competencia desleal y una mejor distribución de la riqueza, y respecto a la política educativa no se han anunciado cambios de fondo.
Hoy, muchos mexicanos no tenemos claro (algunos sí) qué esperar de la actual administración. Personalmente añoro la seguridad, pero no deseo sólo palos, sobre todo cuando vienen de gobiernos relacionados con la administración de una moral pública muy particular. Hoy son unos, mañana serán otros y pasado mañana podemos ser todos.
* Guillermo Merelo es licenciado en derecho y maestro en políticas públicas por el Tecnológico de Monterrey, con estudios de liderazgo y estrategias para el desarrollo en la Universidad de Harvard. Desde hace 10 años se ha desempeñado en el ámbito electoral, donde ha obtenido diversas distinciones y reconocimientos.
gmerelo@eme-equis.com.mx

miércoles, diciembre 20, 2006

Me queda claro: Sergio Sarmiento contra la educación

Me queda claro que Sergio Sarmiento, quien fungiera como director editorial para América Latina de la Enciclopedia Británica, no tiene la menor idea de cuál debe ser el debate en torno a la captación y distribución de los ingresos por parte de la educación pública superior mexicana. Afortunadamente, sus tonterías no quedaron sin respuesta.

Educación y dinero
Sergio Sarmiento

AM
13 de diciembre de 2006
Originalmente publicado por Reforma el 13 de diciembre de 2006
Los rectores de las universidades están exigiendo que se les dé más dinero en 2007 de lo que la Secretaría de Hacienda ha presupuestado. ¿Lo conseguirán? Es muy probable. Nadie duda de su influencia política y en especial de la del rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente. ¿Pero es eso lo que más le conviene a nuestro país o a nuestro sistema educativo? Me parece que no.
La Secretaría de Hacienda está presupuestando 142,400 millones de pesos para la educación en 2007. La cifra es igual, una vez descontada la inflación, que la que se propuso originalmente para este 2006. Se están programando recortes para las universidades, pero el ahorro se está reencauzando a otras partes del gasto educativo.
A la U
niversidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Hacienda le está asignando 16,715 millones de pesos para 2007. Esto representa una disminución de 334 millones de pesos, ó 1.9 por ciento, sobre los 17,049 millones de pesos que ha recibido del presupuesto federal de 2006.
Pero no nos creamos la historia de que la UNAM recibe un trato de paria por parte del Gobierno federal. El dinero que obtiene representa el 11.7 por ciento de todo el gasto federal en educación, lo cual no es malo para una institución que cuenta apenas con el 1 por ciento de los estudiantes del sistema escolarizado nacional.
En su campaña anual por obtener más fondos para la UNAM, el rector De la Fuente obtuvo una ayuda inesperada del diputado Raúl Alejandro Padilla, presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, quien cometió una pifia política al cuestionar sin fundamento la calidad de la instrucción de la universidad. Los otros rectores de las universidades públicas se han unido a la cargada, porque han aprendido en años anteriores que en el perverso mundo de la política mexicana, el que más chilla es el que más dinero recibe.
Son muchos los mitos que se utilizan en esta batalla por el dinero de los contribuyentes. Se ha dicho, por ejemplo, que los gobiernos de los últimos años han castigado los presupuestos de la educación, especialmente la de nivel superior. Pero el informe “Education at a Glance 2006” de la OCDE señala que entre 1995 y 2003 el gasto total de México en educación primaria y media aumentó 49 por ciento, el sexto incremento en importancia entre los países miembro de esa organización, mientras que el de instrucción superior subió 67 por ciento. La educación universitaria, como vemos, ha sacado mayor tajada de un presupuesto en aumento.
El gasto educativo total en México es bajo si nos comparamos con los países ricos, pero resulta alto en términos del Producto Interno Bruto. En promedio los países de la OCDE gastan 5.9 por ciento del PIB en educación mientras que nosotros dedicamos el 6.8 por ciento. El contraste es mayor si consideramos el gasto educativo contra el presupuesto gubernamental en lugar del PIB. Las naciones ricas usan el 13 por ciento de su gasto público en educación; nosotros empleamos el 22 por ciento. Nuestro problema no es de dinero sino de distribución de recursos y de eficacia de gasto.
Es indudable que México dedica un porcentaje demasiado alto del gasto educativo para las universidades. En otros países la educación primaria y la media son gratuitas, pero los estudiantes o sus familias pagan cuando menos una parte de la instrucción universitaria. Esto permite dedicar una mayor cantidad de recursos a la instrucción básica y media.
En México la instrucción primaria y la media siempre salen perdiendo en ese juego político anual en el que se decide el reparto del dinero público. Si un grupo de directores de secundaria se dirige al Palacio Legislativo para, respetuosamente, pedir más dinero a los diputados para sus escuelas, ni siquiera se les permitirá franquear la puerta. En cambio, los rectores de las universidades son enormemente influyentes y obtienen con facilidad los recursos que exigen.
El reto educativo fundamental de nuestro país está en mejorar la calidad de la instrucción primaria y secundaria y en ampliar la cobertura de las preparatorias. El seguir privilegiando a las universidades no nos ayudará gran cosa. De hecho, el desempleo para graduados de instituciones de educación superior es ya más alto que para quienes sólo tienen instrucción secundaria o media. En esto el propio mercado laboral nos está mandando un mensaje: ya tenemos un número suficiente de graduados universitarios.
No le regateo sus méritos a la UNAM o a las demás universidades públicas. El problema es que la prioridad del país es otra. Pero los rectores, siempre en busca de dinero, no se detienen a pensar en ello.
OFERTA DE EBRARD
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, ha ofrecido una solución cuando menos al problema de dinero de la UNAM. Ha dicho que a través de proyectos de servicios podría inyectarle cuatro mil millones de pesos a la institución. Esto le permitiría a la UNAM aumentar sus recursos propios sin tener que cobrar cuotas. La idea parece positiva, sobre todo si esos servicios son reales y no un simple subsidio disfrazado. Pero aun cuando fuera un subsidio, es más lógico que lo proporcione el Gobierno de la ciudad de México en lugar del federal. Después de todo, gracias en buena medida a la política de pase automático de sus propias preparatorias, ubicadas todas en el Distrito Federal, la enorme mayoría de los estudiantes de la UNAM son capitalinos.
sergiosarmiento@todito.com



Sarmiento y la oscuridad
José Blanco
La Jornada
19 de diciembre de 2006

Sergio Sarmiento le echa encima a la realidad de la educación superior mexicana (ES) unos cuantos datos con los que crea un frankestein sin relación con lo concreto de este nivel educativo.
En "Educación y dinero" (Reforma 13/12/06) ha vuelto a crear un monstruito con unos cuantos datitos. Por la lectura de sus artículos sobre ES, por alguna entrevista televisiva que alguna vez me hiciera sobre el tema, me queda claro (como dice Sarmiento en todos sus artículos), que sobre el asunto lo ignora todo. Parlotear con ligereza es producto de su íntegro desconocimiento de la historia de este nivel educativo. Las formas mismas de decir al escribir sobre la ES desvelan muy claramente cuán lejos está del tema.
"Los rectores de las universidades se unieron para exigir más dinero..." Los rectores no se unieron para exigir dinero. Los rectores y directores de 145 instituciones (IES) públicas y privadas están permanentemente unidos, asociados, en la ANUIES, con un programa de trabajo anual. La ANUIES, y más precisamente, su Consejo Nacional (el órgano permanente de dirección de la asociación), mantiene coordinación con la SEP, y con las Comisiones de Educación y de Ciencia y Tecnología, de la Cámara de Diputados (a veces también con SHCP), para la formulación del presupuesto anual de las instituciones públicas (las privadas socios de ANUIES no tienen vela en este entierro aunque se mantienen igualmente informadas).
Sergio Sarmiento maneja sus datitos de una forma harto negligente e incompetente. Es inútil compararnos con los países de la OCDE en gasto educativo en términos del PIB. Estime Sarmiento lo que ocurre cuando el indicador que se utiliza es el PIB por habitante: nuestro gasto resulta muy inferior al de los países asociados a la OCDE. O medir el gasto educativo, como lo hace Sarmiento, como proporción del gasto público, es una trampilla para niños: México tiene un gobierno pobre, con un ingreso fiscal equivalente a una cuarta parte del de los otros países de la OCDE. El gasto educativo que realizamos, por supuesto, no puede aparecerle a Sarmiento sino como muy elevado, precisamente porque es una rebanada importante de un pequeño pastelito.
Sarmiento sabe hacer otras trampas, o bien ignora cómo se usan los indicadores. Efectivamente, como dice nuestro personaje, entre 1995 y 2003 el gasto en educación superior creció 67 por ciento frente a 49 por ciento destinado a los niveles precedentes (todos los niveles y no, como él dice, primaria y secundaria). Lo que no dice es que el número de estudiantes en ES aumentó 48 por ciento y en los niveles anteriores sólo 13 por ciento en ese lapso. La consecuencia fue que el gasto por estudiante en ES se incrementó solamente 13 por ciento mientras que en los niveles anteriores lo hizo en 32, casi 2.5 veces más. La conclusión, como es evidente, es exactamente la contraria a la que arribó el agudo análisis de Sarmiento, por no tener presente la dinámica demográfica.
Lo anterior, sin considerar que aquí y en China, el costo por estudiante de ES equivale varias veces al costo por estudiante de los niveles básicos. Anote el señor Sarmiento, además, que desde el inicio de los años ochenta, la ES es cada vez más intensiva en capital. ¿Tiene él alguna idea, aunque fuere remota, de lo que cuesta la investigación en la UNAM usando un acelerador de partículas, una supercomputadora Alpha Server SC-45 o el complejo telescópico de San Pedro Mártir, por poner unos cuantos ejemplos entre cientos de ellos? ¿Se puede imaginar entonces que ello conlleva un aumento del gasto, no obstante lo cual la mayoría de las universidades públicas siguen siendo pobres?
¿Sabe Sarmiento que en dólares ajustados por la paridad del poder de compra, a México le cuesta 19 mil 747 dólares cada egresado, mientras que la media de la OCDE es de 43 mil 30 dólares, que a Suiza le cuestan 93 mil 869 dólares cada egresado, o 75 mil 221 a Suecia, de acuerdo con exactamente la misma fuente que él usó para sacar sus datitos (Education at a Glance 2006)? Su idea de que la ES en México cuesta mucho está totalmente fuera de lugar. Lo cual no significa que haya mucho por hacer en materia de eficiencia de gasto en las IES mexicanas.
Por supuesto, Sarmiento desconoce que la población 20-24 años creció a una tasa media anual de 3.9 por ciento entre 1970 y 2005, mientras que la población escolar de ES lo hizo a un ritmo de 6.3, pasando la cobertura de 9.5 a 20.8 por ciento en el mismo lapso: esto no habría podido ocurrir si el gasto en ES no hubiera crecido concomitantemente. Con todo, la nuestra sigue siendo una cobertura sumamente baja. Por su parte la población adulta (25-64 años) con ES es de 16 por ciento en México (con bachillerato sólo ¡7 por ciento!), mientras la media de la OCDE es de 25 por ciento, España, 26; Japón, 37; Canadá, 44. En otros términos, es obvio que requerimos educar mucha más gente, y que su apreciación sobre las posibilidades de absorción por el mercado está perfectamente errada (ocasión habrá para aclararle este punto).

martes, diciembre 19, 2006

Freno a precios abusivos

Rogelio Ramírez de la O*
El Universal
18 de diciembre de 2006
Una lectura de varias columnas sobre la propuesta de Andrés Manuel López Obrador para enfrentar el abuso de precios revela en unos casos falta de profundidad de los comentaristas y en otros prejuicios.
Quizás varios comentaristas no resisten la tentación de condenar las propuestas de López Obrador aun antes de reflexionar en ellas. El tema de los precios abusivos, sin embargo, es de tal importancia que sujetarlo a las lealtades políticas sería irracional.
Una estructura de precios altos en unos sectores y precios bajos o competitivos en otros, incluyendo en estos últimos los salarios, nos impide desarrollarnos. Primero porque los precios altos en bienes que son insumos de la producción aumentan los costos. Muchas empresas que podrían competir y crecer, no lograrán hacerlo. La economía tiene un freno.
Por ejemplo, el precio del cemento, más del triple que el precio internacional, eleva los costos de construcción. No se necesita ser adivino para concluir que si este insumo tuviera un precio igual al internacional, habría mayor construcción de vivienda. Los presupuestos públicos para obras de infraestructura alcanzarían para hacer mucha más obra que la que hacemos.
Los altos precios de la telefonía y de internet también encarecen la operación de negocios como el turismo, los restaurantes, y empresas de prestación de servicios. Así como el cemento impide mayor construcción, las telecomunicaciones caras impiden a empresas y a personas de talento que desarrollen nuevos procesos en informática, diseño, ingeniería o ciencia. México pierde por innovaciones que se dejan de hacer. Los estudiantes que no tienen acceso al internet se quedan rezagados de los estudiantes de Norteamérica o Europa, sólo por un problema de carestía del servicio.
Quienes verdaderamente desean que México gane en la globalización deberían darse cuenta que nunca seremos competitivos con estos precios.
Ni qué decir de los precios de la energía, que afectan toda la cadena de costos, desde los combustibles hasta la iluminación, calefacción y transporte. O los servicios bancarios, que generan crecientes utilidades para la banca, pero restan poder de compra a empresas y consumidores.
Es cierto que México ya tiene una ley de competencia y una comisión de competencia, y López Obrador propuso una ley y una comisión adicionales. Esto es normal en los países desarrollados en donde una sola comisión y ley no serían suficientes para cubrir toda la gama de problemas monopólicos. Así, antes de descalificar la propuesta debería considerarse que la Ley Federal de Competencia se vería reforzada en el combate de prácticas anticompetitivas. Por otra parte, el problema de precios exagerados en sectores importantes con frecuencia tiene un ámbito distinto al de la competencia y la prueba de ello es que dichos precios han subsistido aun cuando la ley y la comisión están vigentes desde 1993. No se puede negar que México tiene un problema que no tienen los países con los que comerciamos.
En muchos casos los grandes monopolios han sorteado exitosamente la acción de la ley y de su comisión en temas que ni siquiera se aproximan a los precios abusivos. Por ejemplo, la comisión ha perdido juicios muy importantes sobre si una empresa es o no es dominante en un mercado, sin siquiera llegar a cuestionar sus precios. Y las mismas empresas administran prolongados juicios en los tribunales, aprovechando todas las posibilidades del derecho administrativo, con la actitud más relajada.
Utilizar una referencia internacional de precios para fijar el criterio del posible abuso de precios es consistente con la premisa de que somos parte del mundo global. En ese mundo hay una oferta infinita de bienes y servicios de productores que compiten entre sí. Desde 1985 nuestra política comercial ha sido abrir nuestra economía a esa oferta, permitiendo la importación, salvo excepciones. A principio de los 80 había altas barreras a la importación, pero éstas fueron eliminadas sin que valieran argumentos de que era necesario proteger a industrias o empleo. Las empresas que no podían competir con el mundo no subsistieron y hoy prácticamente no hay empresas ineficientes. Por eso la tarifa de importación promedio ponderada es apenas 2.9%.
La propuesta de precios competitivos busca una acción ágil enfocada sobre precios que son claves para el éxito de las empresas y para el presupuesto de las familias. Sólo se ocupa de precios superiores a los internacionales en 10% o más, y sólo cuando esos precios provengan de sectores en donde hay concentración en unos cuantos fabricantes. Lo que varios comentaristas piensan que llevaría a una "cacería de brujas", ante la posibilidad de numerosos casos de precios altos, es erróneo, pues los casos de concentración no son muchos.
Qué bueno que han surgido varias explicaciones de esos precios altos por las mismas empresas o por sus aliados. Una es que los precios surgen de condiciones del mercado y que nadie debe tratar de regularlos. También se dice que a veces los precios son altos por la escala de producción y el costo de insumos. Las respuestas que surgen de la propuesta son claras. Los precios de insumos caros se corregirían con la acción de esta ley, incluyendo los de la energía. La escala de producción no es excusa válida para los casos de precios altos porque no ha sido válida para forzar a empresas pequeñas a competir con otras mucho más grandes en el mundo: por ejemplo, en acero, textiles, plásticos o auto partes. La ley no busca el control de precios, sino permitir la entrada de proveedores con precios competitivos al mercado.
La propuesta de precios competitivos es garantizar a los interesados que puedan obtener sustitutos más baratos a importarlos o producirlos en México, sin que las autoridades lo impidan con barreras a la importación o con barreras regulatorias.
Quienes cuestionan esta propuesta deben contestar dos preguntas: ¿merece o no México tener precios de bienes y servicios competitivos? ¿Es correcto que las autoridades toleren el abuso de precios contra familias y empresas por unos cuantos grandes productores?
* Analista económico
rograo@gmail.com

lunes, diciembre 18, 2006

Los tiempos no han cambiado para Time

Por: Eratóstenes Horamarcada
Por estas fechas, año tras año, la portada de la revista
Time exhibe a quien sus lectores escogen como "la persona más importante del año". Desde el principio hasta el final de las votaciones, que se llevaron a cabo a través de la propia página electrónica de Time, fue el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien se avisó en todo momento para adornar con su rostro mofletudo y bonachón la portada de la revista, seguido constantemente por el adusto líder iraní Mahmoud Ahmadinejad.Supongo que los editores no esperaban que los visitantes de su site tuvieran tan grande anhelo de encontrar en una publicación derechista a dos enemigos confesos del actual gobierno estadunidense.
Lo que sí preveíamos todos -editores, lectores y simples bromistas como yo, que di mi voto a Chávez- era que
Time evitaría reconocer al venezolano o al iraní como "personas del año".
Así pues,
Time, tramposos, dedican su portada a alguien que ni siquiera estaba entre los candidatos; un nombre no, sino un pronombre.Tú. Pero si digo "tú" y no estoy cerca de ti, celebro a un fantasma.
El "tú" al que se dirige
Time no es la población mundial, o el ser humano en general. La palabra inglesa "you" aparece sobre el dibujo de un rectángulo que hace tanto de espejo como de monitor de una computadora. Time se dirige en esta ocasión al conjunto de los usuarios de internet, especialmente a aquellos que han aprendido a valerse de herramientas como las que proporcionan los sitios YouTube (donde tanta gente confecciona sus propios vídeos) y MySpace (el servicio de blogs más solicitado por los que escriben en inglés) para modificar la forma en que la información llega al resto de la ciudadanía.
Adulador, pero no deja de ser un pretexto para evadir a Chávez; la prueba es que los creadores de
Youtube se encontraban entre los nominados, sin merecer de los lectores más que uno de los últimos lugares. De hecho, cuando finge ceguera ante los votos de quienes confluyeron en su portal electrónico, Time demuestra el desprecio que en realidad siente por las personas a las que dice reconocer.
Time festeja, de dientes para afuera, el futuro, pero continúa censurándose como en tiempos de la guerra fría. No es libre la prensa en Estados Unidos, como no lo es en México y no lo es en ninguno de los estados "democráticos". Si la prensa fuera de verdad libre, como observó Gore Vidal, no yacerían nuestros asuntos revolcados como ahora en un pantano.http://www.youtube.com/watch?v=WesNQtLjXqI

sábado, diciembre 16, 2006

No estás solo, Andrés Manuel, en lo de ser mesías tropical

De La Jornada de ayer. Si quieren leer el texto de Krauze aludido, lo encuentran en esta dirección. Una contestación humorística le dio Toncha a este último hace tiempo por acá.

Todos somos mesías tropicales
Víctor Toledo

La Jornada

15 de diciembre de 2006
Foto: Carlos Ramos Mamahua. Andrés Manuel López Obrador, dirigente de un movimiento social en favor de los más necesitados, ahora es furiosamente estigmatizado por las elites políticas, empresariales y de los medios masivos.
Durante siglos, las regiones tropicales del mundo fueron, para el imaginario de la civilización europea, las porciones más enigmáticas, paradisiacas, inexpugnables y peligrosas del orbe. Y no se trataba solamente de las zonas intertropicales del globo, que aloja montañas, sabanas y aun regiones áridas, sino especialmente de las áreas tropicales húmedas de las bajoplanicies, ahí donde la lluvia y la temperatura alcanzan sus valores máximos. La percepción fue, como casi siempre sucede, contradictoria. Por un lado el atractivo de un paraíso desconocido; por el otro el rechazo hacia un mundo que resultaba inhóspito e incomprensible.
La selva, y en su denominación más extrema, la jungla ­"el horno genitor donde las energías parecen gastarse con abandonada generosidad" (Alfonso Reyes)­ ha sido para el inconsciente europeo no sólo un mundo paradisiaco, sino la fuente de enfermedades, alimañas, monstruos, amazonas, leyendas increíbles, seres sobrenaturales, organismos exóticos.
El trópico húmedo, hay que recordarlo, es el hábitat originario, el magma vegetal de donde surgió la especie humana, pero también la raza negra, la magia, el exceso erótico, el vudú, el candomblé, la música que desquicia. Hubo que esperar tratamientos directos de artistas, escritores, antropólogos y científicos, para atenuar la "mitología tropical" generada desde los enclaves templados y fríos de la civilización urbana, y posteriormente industrial, gestada en Europa.
"Existen razones para pensar que todas las naciones que habitan más allá de los círculos polares o entre los trópicos son inferiores al resto." Esta frase, escrita por el filósofo David Hume en 1748, no es más que un ejemplo de las ideas que prevalecían entre una influyente porción de la intelectualidad europea del siglo XVIII. Esta impresión estaba especialmente dedicada a las culturas aborígenes americanas. En su afán por justificar un sistema de dominación, las elites dominantes siempre se han empeñado en demostrar la supuesta inferioridad de sus dominados. Esta falsa impresión que se encuentra arraigada en lo más profundo de la ideología de los dominadores (sean señores feudales, rancios nobles, emprendedores burgueses o tecnócratas modernos), tiende a tomar la forma de "teoría" una vez que encarna en las voces de sus "intelectuales orgánicos".
Durante el siglo XVIII y buena parte del XIX, las doctrinas del determinismo racial abonaron las ideas y el discurso de numerosos intelectuales europeos. Eran por supuesto los tiempos de la expansión de Europa a través de sus dos principales baluartes: uno económico (el capitalismo), el otro cognitivo (la ciencia y la técnica). Fue la época en el que el racismo popular tomó cuerpo de racismo científico al ser postulado, defendido y argumentado con evidencias supuestamente derivadas de un método. El número y la variedad de pensadores, naturalistas y filósofos que bajo diferentes matices asumieron la idea de la superioridad de una raza no deja de impresionar.
La lista incluye naturalistas tan connotados como Buffon, Galton, Darwin, Huxley, Agassiz, y toda una gama de filósofos que incluye a Hume, Voltaire, Raynal, De Paw, Comte y el apóstol de la filosofía europea de entonces, Hegel. En el campo de la antropología, las tesis del racismo científico fueron postuladas por James Cowles Prichard, nada menos que el más eminente antropólogo inglés de la primera mitad del siglo XIX.
En el caso de América, el desprecio hacia las culturas tropicales tuvo su origen en el "carácter inferior" de la naturaleza americana. Esta tesis fue postulada por Buffon hacia mediados del siglo XVIII, y aunque ahora parece descabellada, se convirtió en un fantasma que acompañó a todo naturalista estudioso del Nuevo Mundo, incluyendo a Humboldt y a Darwin. La "teoría" fue de inmediato extendida a los aborígenes americanos, a quienes Voltaire consideró poco industriosos además de estúpidos, y con "... menos sensibilidad, menos humanidad, menos gusto y menos instinto, menos corazón y menos inteligencia...", a decir de De Paw.
De la infinidad de argumentos esgrimidos para demostrar la supuesta inferioridad de los habitantes de América, finalmente encontramos el de su incapacidad para domeñar a la naturaleza y dar lugar a una civilización avanzada. La legítima paternidad de la supuesta inferioridad epistemológica corresponde a Francis Bacon a través de su tratado Novum Organum, publicado en 1620. "Existe una solución de continuidad ­afirma Eduardo Subirats­ entre la violencia conquistadora definida por el espíritu medieval de cruzada y la violencia epistemológica, crítica y racional, derivada de un concepto moderno de dominación técnica de la naturaleza".
Con todo esto de por medio, resulta más fácil comprender por qué Francis Hallé en su extraordinaria obra Une Monde sans Hiver documentó lo que parece ser una regla histórica: "... la colonización siempre ha progresado de las latitudes medias hacia las bajas, jamás a la inversa, no importa cuál haya sido la época o cuál sea la región considerada". La expansión europea sobre lo que Eric Wolf llamó los "pueblos sin historia" fue entonces realizada con la profunda convicción que lo que se imponía era "civilización" y "progreso".
Herederas de esa tradición invisible, las elites contemporáneas del "mundo desarrollado" tienden automáticamente a enviar a lo tropical y a sus habitantes al traspatio de la historia, pues se perciben como la expresión más acabada de lo salvaje. Lo salvaje es la antípoda de lo civilizado, de igual manera que lo excesivo lo es de lo mesurado. Para una civilización en donde el uso de la razón fue controlando, desplazando y finalmente aboliendo el mundo de la pasión, única manera de instrumentar un orden que permitiera el desarrollo de las ciudades, la eficiencia de la empresa, la disciplina de la industria y el rigor de la ciencia, el "espíritu tropical" terminó siendo sinónimo de lo irracional, de una fuerza indomable, incontrolable, primitiva y, por todo ello, incivilizada.
Nada peor para las elites, tras 24 años de aplicación continua de recetas neoliberales a los males del país (sin que estos cedieran), que la aparición de un dirigente tropical nacido entre las selvas, identificado con un pez de los pantanos de una región indígena, entrenado en las escuelas públicas y enrolado como profesionista con las luchas sociales de los más necesitados, para encabezar una opción electoral alternativa y crítica.
Quizás por ello, ningún otro candidato presidencial de la historia reciente ha sido tan furiosamente estigmatizado por la acción orquestada de sus opositores que Andrés Manuel López Obrador (AMLO): partidos políticos, medios masivos de comunicación, organizaciones empresariales, círculos religiosos, periodistas, intelectuales. El linchamiento ha sido, para decirlo con decencia, desusado. He registrado en vivo la rabia descomunal, incontrolada, contra el dirigente tropical en los rostros, palabras o letras no solamente de ciudadanos comunes y corrientes, sino especialmente de miembros de los sectores más privilegiados y exquisitos: profesionistas exitosos, empresarios, ex rectores, periodistas bien habidos. ¿Por qué desquicia tanto la figura de quien ideológicamente es un socialdemócrata más?
La clave está en la que sin duda es la obra maestra dentro de esta cruzada: el texto de Enrique Krauze Kleinbort, "El Mesías Tropical" (Letras Libres 90, junio del 2006). El ensayo, que trató de aparecer como un análisis objetivo e intelectualmente legítimo, es en realidad un complejo montaje ideológico dirigido a generar reacciones de temor entre las elites ilustradas (y no tanto), invocando una vez más los peligros de lo tropical.
El ensayista no sólo adoptó una clara posición ideológica y política (y el pecado no está en el atrincheramiento sino en la validez de sus argumentos), sino que instrumentó una pieza literaria en donde el mensaje final es de nuevo la exacerbación de la "pasión tropical" como causa de los males, en este caso la supuesta destrucción de la democracia o, para decirlo en sus propias palabras: "el descarrilamiento del tren de la democracia". Pieza ejemplar en la manipulación subliminal de una percepción inconciente construida a través de la historia, el ensayo de Krauze Kleinbort está a la altura de las nuevas creaciones psico-políticas generadas desde el Pentágono norteamericano o desde las nuevas y poderosas iglesias para influenciar y dirigir las mentes ciudadanas.
Su mayor virtud es que, como agudo intelectual de la derecha, supo captar con gran destreza aquellos rasgos de la historia y de la personalidad de AMLO que más inquietan, irritan y atemorizan a las minorías del país: "Tengo desconfianza de AMLO ­afirmó durante un seminario en el Centro Woodrow Wilson de Washington DC- y lo encuentro perturbador por razones de su personalidad y las razones no son razones morales sino razones psicológicas".
¿Cómo descalificar a un candidato presidencial mediante un análisis supuestamente psicológico, en vez de ofrecer argumentos, tesis o razonamientos sobre propuestas políticas o posiciones ideológicas? ¿No resulta extraño que la larga lista de artículos de opinión aparecidos en los últimos meses contra AMLO estén centrados justamente en sospechosos aspectos personales y casi nunca sobre sus planteamientos políticos contra el neoliberalismo? Uno lee serenamente el último discurso de AMLO (20 de noviembre) y lo que menos se observa, en el contenido y en la intención, es el desbordante "mesías tropical" construido por la imaginación de Krauze Kleinbort.
La validez del "mesianismo tropical" como categoría sociológica (y política), como fuente de una conflictividad que impide el desarrollo de la democracia y alienta la violencia humana es prácticamente indemostrable. Por un lado difícilmente pueden encontrarse temperamentos agresivos en las culturas originarias tropicales (en México destacan los tratos delicados y hasta elegantes de huastecos, totonacos, zoques, chontales o mayas yucatecos). Por el otro no puede soslayarse el hecho de que la palabra genocidio se inventó en 1944 en las tierras nada tropicales de Europa, donde tuvo lugar la etapa más violenta y destructiva de la especie: 103 millones de muertos en dos guerras mundiales. No son pues los temperamentos de la jungla, del calor, de los tambores y del baile los que esconden y acumulan energías destructoras de lo civilizado sino justamente sus contrapartes.
El ensayo de Krauze fue ampliamente difundido por su autor a través de puntuales entrevistas por cadenas de radio y televisión y en la prensa (véase Diario Monitor, junio, 13, 2006 y Milenio, junio, 11, 2006), reproducido en innumerables blogs de la derecha (incluyendo el proto-fascista "México en Peligro, 2006"), y alcanzó su cenit cuando fue enviado de manera gratuita a miles de clientes por el gerente de Banamex. Dicho con suavidad, no fue un texto digamos "intelectualmente neutro", como tampoco lo fue el manifiesto de 126 intelectuales confirmando la limpieza de las elecciones que fue usado por el PAN como parte de sus pruebas fehacientes en el Tribunal Electoral.
La lección develada es que hoy en día buena parte de las fuerzas intelectuales conservadoras y reaccionarias perviven ocultas (están disfrazadas) entre aquellos que mejor representan la "objetividad científica", el "triunfo de la racionalidad civilizatoria", la razón instrumental, el control de la pasión, la sujeción de lo incivilizado o, en suma, la "modernidad templada". Y esta manipulación epistemológica, que encarna una poderosa violencia sutil, es la heredera de una percepción geográfica e histórica que derivó en la sujeción de las regiones y poblaciones tropicales del mundo (Africa negra incluida) por sus contrapartes templadas.
Por todo lo anterior, habremos de ver cómo las elites atemperadas de los altiplanos centrales y nortes de México serán asediadas y sacudidas por la pasión política de quienes reclaman una vida digna y un país justo. AMLO será o no rebasado, pero la catarsis de tantas décadas de injusticia provendrá de las regiones más cálidas y húmedas de la República: Chiapas, Oaxaca, Veracruz, las costas del Pacífico, la "tierra caliente" de Guerrero y Michoacán, la plataforma yucateca, las Huastecas, las junglas de Quintana Roo. Y probablemente, quién lo puede negar, entre los gritos de la muchedumbre uno será especialmente vigoroso: ¡Todos somos mesías tropicales!
vtoledo@oikos.unam.mx

viernes, diciembre 15, 2006

El fantasma de López Obrador

Carlos Acosta Córdova

Proceso

15 de diciembre de 2006

México, D.F. (apro).- Felipe Calderón sorprendió en su primera semana al frente de la presidencia de la República, pero no porque haya hecho cosas o aplicado medidas que empiecen a cambiarle el rostro al país, a transitar hacia ese México próspero y ganador, que tanto prometió en campaña.
No. Sorprendió porque no se quita de encima el fantasma de Andres Manuel López Obrador. Lejos de eso, parece caminar con la sombra de aquél a su lado. Cuando habla, parece un López Obrador, aunque sin dientes y sin uñas.
Poco le faltó para decir “Por el bien de todos, primero los pobres”, pues su decreto de austeridad –con el que su redujo un 10% el salario y el de otros funcionarios de alto nivel-- y su programa económico, “con clara orientación social”, están diseñados –dijo-- para cubrir “la enorme deuda social con quienes menos tienen”.
Vaya, hasta se atrevió a usar palabras del prócer patrio favorito del “Peje”, Benito Juárez, y de otro héroe nacional, José María Morelos, para justificar la reducción del salario de los altos mandos del gobierno y la disminución de sus prebendas. Sí, como el excandidato perredista, dijo –acogiéndose al ideario juarista-- que los servidores públicos deben vivir “en la honrada medianía que proporciona la retribución que la ley señala”. Y del Siervo de la Nación, Don José María Morelos y Pavón, retomó: la ley “debe moderar la opulencia y la indigencia, de tal suerte que se aumente el jornal del pobre, mejoren sus costumbres, aleje la ignorancia, la rapiña y el hurto”.
Y ya con sus propias palabras, el día en que presentó el decreto de austeridad, descubrió que, “durante décadas, las autoridades han demandado a la ciudadanía ajustarse el cinturón y la ciudadanía lo ha hecho. Hoy el gobierno tendrá que ser el primero en aportar ese esfuerzo”.
Así, con tan profundas consideraciones y contundentes argumentos, el presidente Calderón decidió que los altos mandos del gobierno, aquellos que tienen percepciones brutas mensuales de entre 232,431 pesos (el salario integrado del presidente de la República) y 211,735 pesos (el salario de un jefe de Unidad, de la categoría más alta), verán reducido su salario en un 10%.
No sé si eso les alcance para tranquilizar sus conciencias, sobre todo si recordamos que el gran grueso de la población percibe salarios menores a los 10 mil pesos. Pero, bueno, algo es algo. El “Peje” le quería reducir el 50% a los salarios y los de otros siete niveles de mando en el gobierno, desde el presidente de la República hasta los directores de área.
Sorprende, pues –aunque se entienda el fondo político-- que la primera medida notoria que Felipe toma como presidente sea la respuesta no sólo a una insistente denuncia de López Obrador sino a una vieja demanda de legisladores del PRD que, desde 1998, sacaron a la luz el derroche de los dineros públicos en la alta burocracia, a través de sueldos escandalosos, prebendas y privilegios que resultan groseros en medio de tanta miseria.
Pero el colmo de esta semana inicial de Felipe como presidente iba a ser su primera gira de trabajo en los estados. Todo estaba previsto para que fuera en Metlatónoc, Guerrero, justo donde López Obrador inició su campaña electoral por la presidencia de la República. No faltó la televisora o la estación radiofónica que hasta trabajos especiales presentaron sobre ese municipio, el más pobre del país. Pero alguien en el equipo de Calderón hizo gala de cordura y, al final, decidieron que la primera gira sí fuera en Guerrero y en un municipio de los más miserables, pero con alcalde panista.
O el miedo no anda en burro, o alguien se percató de que se había caído en la exageración con tanta copia, “descafeinada” dijeron algunos, de los discursos y las acciones de López Obrador.
Vaya inicio tan original.
cgacosta@proceso.com.mx

jueves, diciembre 14, 2006

La estupidez de Felipe Calderón

De La Jornada de ayer.

Presupuesto federal: más allá de la estupidez
Alejandro Nadal
La Jornada
13 de diciembre de 2006
Presidente del empleo? Vamos a ver.
El primer proyecto de Presupuesto de Egresos que envía al Congreso el actual ocupante de Los Pinos no corresponde a su bandera de campaña. La prioridad es otra: la sacrosanta "estabilidad macroeconómica". Por eso el gasto programable propuesto acusa una reducción de 3 por ciento con respecto a 2006. ¡Buen comienzo! Así sí vamos a crear muchos empleos.
El paquete económico indica que la tasa de crecimiento del PIB para 2007 sería de 3.3 por ciento (una caída frente al 4.4 por ciento del último foxista). La estabilidad macroeconómica saltará en pedacitos y mostrará lo que es en realidad, una ficción: el déficit en cuenta corriente pasará de 2 mil 500 a 20 mil millones de dólares. Pero no os preocupéis: a pesar de la caída en el crecimiento, la SHCP calcula que se incrementarán los ingresos tributarios y saldremos adelante. Así que lo importante es fijar nuestra atención en las utilidades de los capitalistas, digo, perdón, en la creación de empleo.
Para comenzar, el señor Agustín Carstens reconoce que al ritmo de crecimiento de los últimos seis años se requerirían 65 años para duplicar el producto per cápita. Así concluye foxilandia. Pero para remediar esta situación el nuevo paquete económico viene al rescate. Las recetas son interesantes: fortalecer el estado de derecho y la seguridad pública, definir y garantizar los derechos de propiedad, reducir las trabas burocráticas ("desregular") y aumentar la competitividad de las empresas. ¿Quién escribe estas cosas?
En lo que concierne a la competitividad, Carstens también reconoce que en los últimos 45 años el crecimiento de la productividad en México es apenas 25 por ciento del de Corea. Pero sostiene que esa brecha se puede cerrar si eliminamos los "cuellos de botellas". ¿Estará hablando del gasto en ciencia y tecnología, o en educación superior? No, esos rubros no importan y por eso se reducen o permanecen estancados. También por eso la inversión en el presupuesto sometido al Congreso sufrirá una caída de 13 por ciento. Hay que tenerlo claro: esos rubros no tienen nada que ver con la brecha que nos separa de países como Corea. Lo que sí tenemos que hacer, según Carstens, es aumentar la "rentabilidad de las inversiones". ¿Cómo lograrlo?, se pregunta.
Como buen subordinado del presidente del empleo, su respuesta va al grano: es necesario "incrementar las opciones de contratación laboral" para lograr una mayor creación de empleos en el sector formal. En la SHCP así se le llama a la reforma laboral, es decir, a la introducción de un régimen de contratación y despido a mínimo costo. Eso es, hay que eliminar el costo de cada despido: esto es, adiós a la indemnización y al colchón para el gasto familiar mientras se trata de conseguir otro empleo. Así sí se va a combatir la pobreza en el régimen de Calderón-Carstens.
Siempre que uno escucha hablar de la reforma laboral, la pregunta surge: ¿qué no se está aplicando ya de facto en México? Veamos las cifras del INEGI. En 2006, último año del gobierno foxista, el PIB habrá tenido una tasa de crecimiento de 4.5 por ciento, la más alta del sexenio. Este crecimiento permitió generar 743 mil 403 empleos (tomando como indicador el número de afiliados al IMSS), el número más alto del sexenio, pero de todos modos insuficiente para cubrir la demanda del millón 200 mil nuevos empleos cada año.
Lo más grave es que de esa cantidad, 62 por ciento se compone de empleos temporales. Esa fue la tendencia a lo largo de todo el último sexenio: en promedio anual se crearon 177 mil 214 nuevos empleos (siempre tomando como indicador los afiliados al IMSS), y de ese promedio anual 68 por ciento fueron empleos temporales y 32 por ciento permanentes.
Ahora Carstens solicita reducir los costos de despido y aumentar las "opciones de contratación". Pero las estadísticas oficiales revelan que la flexibilización del mercado laboral ya está vigente en México. Lo que ahora se pide es eliminar los últimos obstáculos para poder despedir alegremente a ese 32 por ciento de trabajadores "permanentes".
El llamado mercado laboral no es más que una ficción de la teoría macroeconómica neoliberal. Pero para Carstens es también la fuente de un pesado dolor de cabeza. Para su deficiente análisis, aumentar la rentabilidad pasa por reducir el costo del despido. Con eso van a aumentar las inversiones. Poco le importa a este caballero que la política monetaria y la política fiscal mantengan una postura recesiva. Que el crédito no fluya y que el costo de la intermediación financiera sea demasiado alto. No, eso no tiene nada que ver con el mal desempeño de la inversión. Son los trabajadores que cobran por ser despedidos, ¡qué desfachatez!
El proyecto de Presupuesto de Egresos es un monumento a la ignorancia de Carstens y corona años de estupidez de los tecnócratas que nos dieron la crisis de 1982, la de 1995, el Fobaproa, los Pidiregas, la dependencia total frente a la economía de Estados Unidos y unos 20 años de estancamiento. Debe ser rechazado y reformulado de acuerdo con un diagnóstico serio y prioridades responsables.

Pinochetismo en México: el caso de Crónica

Por: Eratóstenes Horamarcada
Circula en México cierto pasquín dedicado única y exclusivamente a denigrar al movimiento izquierdista que encabeza Andrés Manuel López Obrador. Me refiero a Crónica. El dueño, Jorge Kahwagi Gastine, es padre del político, boxeador y recurrente bufón televisivo Jorge Kahwagi Macari, ayer diputado del Partido Verde, hoy aspirante a la jefatura del Partido Nueva Alianza, ese extraño vástago del PAN.

El director general editorial, el chileno Pablo Hiriart, articulista mediocre, es mejor conocido por conducir un programa en TV Azteca a media noche junto a Jaime Sánchez Susarrey, otra pluma comprada por el poder. Cada vez que alguien arguya cualquier tontería en contra de López Obrador extraída del mentado pasquín (lectura consentida de los editores de Etcétera, pese a que el director de esta revista, Marco Levario, conoce el desprecio de Hiriart), pregunten: "¿sabes que el director de Crónica es sobrino de Augusto Pinochet?"
Las familias Pinochet e Hiriart, clasistas, ferozmente anticomunistas, practicantes de un catolicismo fanático, llevaron a Chile las mayores desgracias que esta gran nación haya sufrido en su historia reciente. Las infames campañas propagandísticas que emprendieron en contra de sus rivales políticos, desgarraron emocionalmente al país; la herida sigue abierta, como pudimos atestiguar en las exequias del dictador. Y lo que sus parientes hicieron con Chile a lo largo de los años 70 y 80, Pablo Hiriart ha intentado hacerlo con México cada día desde que asumió la dirección editorial de Crónica.
Crónica es el diario de los odios de Hiriart.

miércoles, diciembre 13, 2006

Irak: Ninguna autocrítica en los intelectuales de derecha

Por: Eratóstenes Horamarcada
Aquellos que en el 2003 se opusieron a la invasión de Irak, esgrimieron, para contrariar la aventura bushiana, razones pertenecientes a dos categorías: las objeciones morales —las más socorridas— caben dentro de una de estas categorías; la otra abarca todas aquellas consideraciones que llamaré "estratégicas" porque, tras demostrar teóricamente la imposibilidad de alcanzar mediante una invasión el objetivo proclamado —menoscabar el terrorismo internacional—, su examen de las condiciones sociales de Irak predecía una costosa derrota militar para Estados Unidos. La condena anticipada de la invasión que realizaron el periodista inglés Robert Fisk y el lingüista norteamericano Noam Chomsky, fue atendida por la prensa mundial con mayor interés que la de ningún otro opositor de Bush; entre los intelectuales que bendijeron la invasión (elaborando argumentos estratégicos lo mismo que morales para contestar a los pacifistas), se cuentan el articulista norteamericano Christopher Hitchens, el filósofo español Gustavo Bueno y el historiador mexicano Enrique Krauze. Los escritos de personajes como estos tres últimos, destacan de la manera más coherente el supuesto deber que tiene Estados Unidos, consigo mismo y con el mundo, de emprender una guerra santa "democrática", ya no en nombre de Dios sino de la diosa Razón. Aun si en países como el nuestro la mayoría de la población permanece ajena al debate intelectual, no es de ningún modo despreciable la influencia que estos pensadores, de Chomsky a Bueno, ejercen sobre las personas educadas. Pese a lo que repare el escepticismo de alguno, la juventud universitaria es receptiva de los mensajes en favor y en contra de la guerra.
En los últimos días, el Grupo de Estudio sobre Irak, formado por miembros del Congreso estadunidense, tanto del partido demócrata como del republicano, envió al presidente Bush las conclusiones de su estudio (el "informe Baker-Hamilton"; son los apellidos del republicano y el demócrata colocados al frente de tal comisión). El Grupo recomienda al gobierno norteamericano hacer todo lo posible por retirar de Irak a sus efectivos en el año 2008, para lo cual será necesario que el ejército de Estados Unidos pase cuanto antes de las acciones de combate a las de apoyo del nuevo ejército iraquí.
Mientras que en la élite militar y civil de Estados Unidos —aun si ésta terminó por avalar la entrada en Irak— abundaron las críticas al proyecto de Bush desde el primer momento, no he sabido que la intelectualidad derechista (Hitchens, Bueno, Krauze...) reconozca la derrota de sus ideas. Bueno, Krauze, Hitchens, que acusaron a los pacifistas de haber construido argumentos poco sólidos, deberían aprovechar este diciembre para recordar todo lo que se planteó durante el debate, de uno y otro lado. Lo que hoy se dice para exigir la repatriación de los soldados norteamericanos no es muy distinto de lo que se decía en 2003 para condenar la invasión. ¿Quién demostró más larga vista?