José Luis Lezama
Publicado hoy en Reforma
La frase es llamativa y a la vez ambigua, al menos invita a encontrarle más de un significado. Por una parte puede expresar una voluntad política y un compromiso social. Por otra parte alude a una responsabilidad moral. También, desde luego, cosa que parecería preocupar a algunos, suena a una fuerte advertencia o, al menos, a un llamado de atención y a una apelación moral acerca de la necesidad de que cualquier proyecto de desarrollo nacional, debe inevitablemente y sin mayores demoras atender la inmensa y creciente pobreza y desigualdad social en la que viven millones de mexicanos hoy día.
AMLO alude a un desarrollo económico dirigido a crear riquezas y a su distribución más apropiada, que no se traduzca en una prosperidad selectiva y de privilegios en medio de un mar de pobreza. Sus propuestas no son aquellas que sólo se reflejan en las variables macroeconómicas, en simple crecimiento del producto bruto o aquel desarrollo que se mide y descansa en la renta petrolera.
El desarrollo que se expresa en las propuestas de AMLO es aquel que, produciendo riqueza, genera también mayor igualdad y movilidad social, que crea oportunidades y a la vez estabilidad.No hay posibilidad de un desarrollo sostenible, de un proyecto de nación duradero y viable si no se crean las condiciones sociales para favorecer la concordia y la paz social.
Ninguna nación tiene futuro si no les asegura las condiciones básicas de vida a sus habitantes. Si algunos de los hoy países desarrollados, por cualquier motivo, suspendieran o disminuyeran severamente la calidad de vida, el bienestar, los valores y la prácticas libertarias, la democracia y las libertades fundamentales de sus ciudadanos, desaparecerían como tal en un plazo relativamente corto.
Los sistemas democráticos del mundo no se fundan y sustentan únicamente sobre el discurso de la igualdad y la democracia sino sobre su práctica; no buscan únicamente crecer económicamente sino, sobre todo, crecer como sociedad.Primero los pobres no es un llamado a la revolución, no tiene nada que ver con el socialismo ni con una incitación a avivar los enconos sociales: más bien busca la conciliación apelando a la justicia social. Tiene que ver con la urgente necesidad política, moral y social de abatir la pobreza y la desigualdad, porque sólo de esa manera se podrá construir un país perdurable, con dignidad, con futuro, con sentido de nación y con identidad propia.
Primero los pobres expresa más bien una voluntad política de negociación y de construcción de acuerdos y consensos. Es un llamado a la razón, a la responsabilidad social y política.
Los adversarios políticos de AMLO lo han presentado como un hombre de pleito, como un hombre violento, como un peligro para México. No es esto lo que ha mostrado en su desempeño político en las distintas posiciones que ha ocupado. A lo sumo podría constituir un peligro para aquellos que representan al México de los privilegios, quienes han sido los beneficiarios de un modelo de desarrollo que desde hace más de 20 años, no sólo colocó al mejor postor muchos de los bienes y el patrimonio de la nación, sino que también puso en el mercado las esperanzas, el bienestar y el futuro de los mexicanos.
El modelo de desarrollo hoy existente genera riqueza a un alto costo social. Ha sido altamente eficiente en producir riqueza material, pero sumamente ineficiente en generar condiciones de vida dignas y bienestar para las mayorías. En los últimos 20 años este modelo pudo darse el lujo de generar a cinco o diez de los hombres más ricos del mundo de acuerdo a la clasificación de la revista Forbes, pero sólo pudo lograrlo a costa de reducir a la pobreza a la mayor parte de los mexicanos.
Visto de una manera más amplia, fuera de los enconos de la lucha partidista y de los odios generados por algunos dirigentes y grupos económicos y políticos, la frase Primero los pobres, además de ser pensada en sus contenidos éticos y en su apelación a la justicia social, debería ser vista también como una premisa de la democracia y de la construcción de un modelo de desarrollo perdurable y como estrategia para combatir no sólo la pobreza sino también aquellos males que le son consustanciales: la inseguridad, la delincuencia y la desesperanza.
Ocuparse de los pobres no es una inversión inútil e improductiva, fortalece la economía, la moral y la dignidad nacional y es factor decisivo para una política de apoyo a la actividad empresarial y para la producción de riqueza.
Primero los pobres marca un camino, una orientación política, así como una voluntad de pensar en México como nación.
No dice que únicamente los pobres importan, o que los pobres deban estar por encima de todo. Señala, en una de sus principales acepciones, que nada es duradero y que nada tiene futuro si se construye aplastando los proyectos, las esperanzas, lo sueños de esas mayorías que producen la inmensa riqueza material nacional.
Insiste en el necesario contenido social y en la necesidad de distribuir más equitativamente la riqueza.
El 2 de julio se juega la democracia de México en su sentido amplio, aquella que se expresa en las libertades políticas y en el derecho a elegir a los gobernantes y aquella que se hace presente como justicia, igualdad y bienestar. Al fijarse en los pobres y al presentarlos como actores centrales de sus propuestas económicas, sociales y políticas, López Obrador invita a los ciudadanos de México a construir un país distinto, más igualitario y, sobre todo, con futuro.
sábado, junio 24, 2006
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5 comentarios:
Exactamente así es como yo interpreto eso de "primero los pobres". Es la derecha la que siempre ha tratado de dividir de una manera por lo más siniestra.
El de Roosvelt, ya había leído algo al respecto.
Muy bueno.
Saludos!
Donde estoy no llega ningún periódico del centro, si no fuera por la internet y tu blog...estaría perdidísima.
Gracias por tu visita y tus comentarios, Angeek. Este artículo de José Luis Lezama es excelente, por eso lo presento aquí. Además, algunas personas me habían pedido publicar aquí artículos del periódico Reforma.
.....
Vaya, vaya, mira que interesantes reportajes, yo no leo el Reforma, lo catalogo como de derecha, me impresiona que hayan publicado algo tan bueno de AMLO, yo ni enterada de lo de Roosvelt.
Primera visita por aqui.
Seguire leyendote.
Mafalda
Bienvenida, Mafalda. Del periódico Reforma me disgusta su manera de manejar la información; por ejemplo, notas y artículos sesgados para favorecer a Calderón y minimizar a López Obrador, etc. Pero cuenta con buenos colaboradores entre sus editorialistas. Particularmente me parecieron muy acertadas estas líneas de José Luis Lezama.
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