domingo, octubre 01, 2006

Oaxaca: El derecho de rebelión

Por la tarde de ayer, aviones y helicópteros de las Fuerzas Navales nacionales sobrevolaron zonas donde se concentran manifestantes del magisterio y de la Asamblea de los Pueblos de Oaxaca. La presencia de los vehículos aéreos fue considerada por la APPO como una intimidación y una provocación. La Asamblea decretó alerta máxima: prevé que el operativo de desalojo se efectúe en cualquier momento dentro de las próximas horas. Aviones de la clase de los que se observaron se conocen como "Hércules" y son empleados para transportar tropas. Los habitantes de Oaxaca han visto cómo los soldados aíslan la ciudad para evitar que la APPO reciba auxilio por parte de las poblaciones de los alrededores. La conocida estación Radio Oro salió del aire debido, supuestamente, a fallas técnicas, pero publicaron esta nota en su página de internet.

Tiroteo nocturno en Oaxaca, mantiene APPO "alerta máxima"
Hacen llamado desde la radio a disparar contra "infiltrados"
Por segunda noche consecutiva las barricadas y dispositivos de seguridad del plantón de la APPO en el Centro Histórico de Oaxaca se reforzaron y la tensión crece ante la denuncia de supuestas provocaciones que podrían generar violencia.
Gustavo Adolfo López Cruz, encargado del Comité de Vigilancia de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), dijo que se mantiene la alerta máxima en la zona del plantón ante el temor de un eventual operativo de desalojo.
Ello, agregó, a pesar de que ya se analiza al interior de esta organización y del magisterio la posibilidad de regresar al diálogo con el gobierno federal.
Expuso que la dirigencia colegiada de la APPO tiene indicios de que ha iniciado "una estrategia de intimidación y provocación a gran escala, con acciones violentas que encabezan miembros de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) y porros, así como golpeadores pagados por el gobierno estatal".
Anoche Notimex hizo un recorrido por el zócalo, corazón del plantón de Oaxaca, en el Centro Histórico, donde se observó una restricción sin precedentes al paso de los reporteros, quienes fueron conminados para que se acrediten ante la Comisión de Prensa de la APPO para que se les den gafetes.
Desde la frecuencia radiofónica La Ley 710, que permanece tomada junto con otras cinco estaciones, se lanzaron mensajes después de las cero horas en los que se difundió la "alerta máxima" y el inicio de un "operativo en contra de los infiltrados y policías que pudieran meterse entre los integrantes de las barricadas".
Los mensajes señalaron que "hay personas muy amistosas que llegan y se meten a los plantones, pero hay que saberlos identificar y cuando estén seguros de que son policías o infiltrados, no duden en disparar contra ellos".
La noche de este jueves el plantón sufrió una provocación que generó alerta entre los participantes, a unos metros del corazón del movimiento, en las calles de Porfirio Díaz e Independencia.
Sujetos desconocidos, después de dar varias vueltas a bordo de un automóvil Jetta de color oscuro y sin placas de circulación, lanzaron una ráfaga de ocho a 12 disparos de arma de fuego, presumiblemente de calibre 38, como indicaron algunos plantonistas que recogieron los casquillos percutidos en el lugar.
Esa situación llevó a la APPO a declarar alerta máxima, y de inmediato se iniciaron patrullajes de grupos de al menos 10 personas que recorrían las inmediaciones del plantón con varillas y palos en mano para detectar cualquier intento de agresión.
De acuerdo con versiones de los guardias del plantón, la instrucción es que en las barricadas en las que haya pocos miembros, cuando se acerquen las fuerzas policiacas prendan fuego a los camiones y vehículos que bloquean las calles y se concentren hacia el centro de la ciudad, siempre en grupos compactos.

A la 1 de la mañana con 30 minutos del día de hoy, domingo 1 de octubre, Radio Vulgocracia informa que tuvo lugar un ataque con armas de fuego sobre diferentes barricadas rebeldes, primer intento de abrir paso a las fuerzas represoras.
A las 3:30 de la mañana, la estación de radio ha dejado de tener noticia de algunas de las barricadas. Yo, igual que ellos, temo lo peor.

Una de las personas que han estado llamando por teléfono a la estación, leyó un escrito fundamental cuyo autor es para nuestra nación un revolucionario inmenso, Ricardo Flores Magón, nacido en San Antonio Eloxochitlán, Oaxaca, el 16 de septiembre de 1873. He aquí el escrito.

El derecho de rebelión
Ricardo Flores Magón
Publicado por el periódico Regeneración el 10 de septiembre de 1910
Desde lo alto de su roca el Buitre Viejo acecha. Una claridad inquietante comienza a disipar las sombras que en el horizonte amontonó el crimen, y en la lividez del paisaje parece adivinarse la silueta de un gigante que avanza: es la Insurrección.
El Buitre Viejo se sumerge en el abismo de su conciencia, hurga los lodos del bajo fondo; pero nada haya en aquellas negruras que le explique el por qué de la rebelión. Acude entonces a los recuerdos; hombres y cosas y fechas y circunstancias pasan por su mente como un desfile dantesco; pasan los mártires de Veracruz, pálidos, mostrando las heridas de sus cuerpos, recibidas una noche a la luz de un farolillo, en el patio de un cuartel, por soldados borrachos mandados por un jefe borracho también de vino y de miedo; pasan los obreros de El Republicano, lívidos, las ropas humildes y las carnes desgarradas por los sables y las bayonetas de los esbirros; pasan las familias de Papantla, ancianos, mujeres, niños, acribillados a balazos; pasan los obreros de Cananea, sublimes en su sacrificio chorreando sangre; pasan los trabajadores de Río Blanco, magníficos, mostrando las heridas denunciadoras del crimen oficial; pasan los mártires de Juchitán, de Velardeña, de Monterrey, de Acayucan, de Tomochic; pasan Ordoñez, Olmos y Contreras, Rivero Echegaray, Martínez, Valadez, Martínez Carreón; pasan Ramírez Terrón, García de la Cadena, Ramón Corona; pasan Ramírez Bonilla, Albertos, Kaukum, Leyva. Luego pasan legiones de espectros, legiones de viudas, legiones de huérfanos, legiones de prisioneros y el pueblo entero pasa, desnudo, mascilento, débil por la ignorancia y el hambre.
El Buitre Viejo alisa con rabia las plumas alborotadas por el torbellino de los recuerdos, sin encontrar en éstos el porqué de la Revolución. Su conciencia de ave de rapiña justifica la muerte. ¿Hay cadáveres? La vida está asegurada.
Así viven las clases dominantes: del sufrimiento y de la muerte de las clases dominadas, y pobres y ricos, oprimidos y déspotas, en virtud de la costumbre y de las preocupaciones heredadas, consideran natural este absurdo estado de cosas.
Pero un día uno de los esclavos toma un periódico, y lo lee: es un periódico libertario. En él se ve cómo el rico abusa del pobre sin más derecho que el de la fuerza y la astucia; en él se ve cómo el gobierno abusa del pueblo sin otro derecho que el de la fuerza. El esclavo piensa entonces y acaba por concluir que, hoy como ayer, la fuerza es soberana, y, consecuente con su pensamiento, se hace rebelde. A la fuerza no se la domina con razones: a la fuerza se la domina con la fuerza.
El derecho de rebelión penetra en las conciencias, el descontento crece, el malestar se hace insoportable, la protesta estalla al fin y se inflama el ambiente. Se respira una atmósfera fuerte por los efluvios de rebeldía que la saturan y el horizonte comenza a aclararse. Desde lo alto de su roca el Buitre Viejo acecha. De las llanadas no suben ya rumores de quejas, ni de suspiros ni de llantos: es rugido el que se escucha. Baja la vista y se estremece: no percibe una sola espalda; es que el pueblo se ha puesto de pie.
Bendito momento aquel en que un pueblo se yergue. Ya no es el rebaño de lomos tostados por el sol, ya no es la muchedumbre sórdida de resignados y de sumisos, sino la hueste de rebeldes que se lanza a la conquista de la tierra ennoblecida porque al fin la pisan hombres.
El derecho de rebelión es sagrado porque su ejercicio es indispensable para romper los obstáculos que se oponen al derecho de vivir. Rebeldía, grita la mariposa, al romper el capullo que la aprisiona; rebeldía, grita la yema al desgarrar la recia corteza que cierra el paso; rebeldía, grita el grano en el surco al agrietar la tierra para recibir los rayos del sol; rebeldía, grita el tierno ser humano al desgarrar las entrañas maternas; rebeldía, grita el pueblo cuando se pone de pie para aplastar a tiranos y explotadores.
La rebeldía es la vida: la sumisión es la muerte. ¿Hay rebeldes en un pueblo? La vida está asegurada y asegurados están también el arte y la ciencia y la industria. Desde Prometeo hasta Kropotkin, los rebeldes han hecho avanzar a la humanidad.
Supremo derecho de los instantes supremos es la rebeldía. Sin ella, la humanidad andaría perdida aún en aquel lejano crepúsculo que la Historia llama la Edad de la Piedra, sin ella la inteligencia humana hace tiempo que habría naufragado en el lodo de los dogmas; sin ella, los pueblos vivirían aún de rodillas ante los principios del derecho divino; sin ella, esta América hermosa continuaría durmiendo bajo la protección del misterioso océano; sin ella, los hombres verían aún perfilarse los recios contornos de esa afrenta humana que se llamó la Bastilla.
Y el Buitre Viejo acecha desde lo alto de su roca, fija la sanguinolenta pupila en el gigante que avanza sin darse cuenta aún del por qué de la insurrección. El derecho de rebelión no lo entienden los tiranos.

1 comentario:

Adán dijo...

Jajaja, grande como era Ricardo, grandes siguen siendo sus palabras.

Sigamos apoyando la lucha de Oaxaca, y yo ya estoy más que listo a regresarme otros días si las cosas se ponen más rudas.

Aunque como bien dicen los de allá "Oaxaca no es Atenco" Solo falta saber a que costo lo va a entender el gobierno.