Carlos Fernández-Vega
La Jornada
12 de septiembre de 2006
La creatividad de Pemex gratifica a gasolineros ordeñadores
En este maravilloso país "donde florecen las inversiones" (Fox dixit) la ruta trazada no sólo conlleva grandes "oportunidades" y voluminosas ganancias para la elite empresarial, sino la garantía gubernamental -expedida en el sexenio de Miguel de la Madrid y refrendada por el "cambio"- de que, para ella, el mercado permanecerá equitativamente repartido, aunque ello implique prácticas monopólicas.
Así, Carlos Slim controla 94 por ciento de la telefonía fija en el país y 75 por ciento de todo el sector, cuando se incluye la telefonía móvil. No es gratuito, pues, que durante el "cambio" el magnate triplicara sus utilidades netas en esta actividad (de 21 mil a 71 mil millones de pesos). Ello sin considerar su presencia -no endeble, desde luego- en otras actividades económicas y financieras, como la banca, el mercado bursátil, la infraestructura pública y la televisión, entre otras. Ya acapara los servicios de Internet, y va por el de la televisión por cable.
Un ejemplo similar lo constituye Lorenzo Zambrano Treviño, el "rey del cemento", que acapara 90 por ciento de la producción y el mercado de ese material en el país y ocupa el tercer lugar mundial en esta actividad, con su Grupo Cemex. Al inicio del "cambio" facturaba cerca de 55 mil millones de pesos -sólo en México- y cinco años después esa cifra se multiplicó por tres.
Nada mal le resultó el "cambio" al carismático Germán Larrea, solidario amigo de los mineros y cabeza del Grupo México, conocido como el "rey del cobre". En la explotación y comercialización de este mineral acapara 95 por ciento del mercado, pero si se agrega otro de sus corporativos, Grupo Ferroviario Mexicano, la concentración de ambas actividades se "reduce" a 75 por ciento, sin contar su gusto por los caballos de pura sangre. Al empezar el sexenio foxista su chequera registró poco más de 700 millones de pesos en utilidades netas, monto que creció hasta 7 mil 200 millones en el quinto año del "cambio".
En el país "donde florecen las inversiones" no hay PAN que no tenga que ver con la siempre pía familia Servitje, sea la referencia para el partido político de la "continuidad" o para el alimento industrializado. De este último, acapara 85 por ciento del mercado en México ("nuestra principal competencia son las panaderías establecidas" -las de la esquina, pues-, advierte) y tiende a hacer lo mismo en las distintas naciones de América Latina en las que tiene presencia.
Modelo, el grupo cervecero donde la cabeza visible es Carlos Fernández González, concentra 65 por ciento del mercado nacional y es el principal exportador del vital líquido. Su gran competencia interna es FEMSA, de Eugenio Garza Lagüera con José Antonio Fernández Carvajal como cabeza visible, que se queda con el otro 35 por ciento, aunque controla 60 por ciento del sediento mercado refresquero nacional.
Con Televisa, el hijo del "soldado del presidente" (en turno), Emilio Azcárraga Jean (perteneciente a ese ejército, pero ya en calidad de general) concentra 70 por ciento de la televisión abierta en el país. Su cercanía con el "cambio" ha sido generosamente retribuida, desde la "desaparición" de impuestos en especie (aquel 12.5 por ciento) hasta la ley que lleva su nombre y que, gentilmente, sin cambiarle una coma, le obsequió el Congreso, PRD incluido. Ello, más empresas financieras, líneas aéreas, jugosos negocios en Cancún, casinos y tantas otras maravillas que significan estar en el poder. El 30 por ciento se queda en manos de Tv Azteca.
Claudio X. González Laporte no podía quedar fuera de los grandes concentradores del ingreso, acaparadores del mercado y monopolizadores de la actividad económica del país. Cabeza visible de Kimberly Clark "de México", la empresa que preside este cabildero de los magnates tiene para sí cerca de 60 por ciento del mercado (papel de baño, toallas sanitarias, cuadernos y productos similares).
Qué decir de los huevos y los pollos de Bachoco, de la familia Robinson Bours, que hasta gobernador tiene (casualmente en Sonora, su centro de operaciones). Este consorcio acapara 70 por ciento del mercado.
No se menciona a otros enemigos de los "experimentos" económicos que llevarían al "retroceso" (CCE dixit), pero los citados muestran fehacientemente las equitativas "oportunidades" que, aunque no le pidan permiso, brinda este generoso país a sus magnates para que "florezcan sus inversiones", y de paso los monopolios.
Las rebanadas del pastel:
No les quita lo "ordeñadores" (litros que no son de litro), pero Pemex-Refinación les armó un nuevo negocio a los gasolineros (inicialmente Valle de México, Guadalajara y Monterrey) para "brindarles beneficios económicos complementarios a los de venta de combustible", según Carlos Pani, subdirector de Comercialización de la paraestatal. Se trata de los "publimuros", un esquema de venta publicitaria en las estaciones de servicio, inicialmente valuado en mil 200 millones de pesos, de los que Pemex, en el mejor de los casos, se quedará con 25 por ciento. Si la empresa pública fuera así de creativa para evitar el robo al consumidor, otro gallo cantaría.
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1 comentario:
...siempre estamnos pidiendo mejores politicos, ¿y mejores empresarios cuando??
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