domingo, octubre 08, 2006

Mil kilómetros de error

El siguiente artículo reproduce la opinión del famoso reportero de Univisión Jorge Ramos. Originalmente apareció en el periódico Reforma, aunque yo lo encontré en el portal Análisis político. La caricatura es también de Reforma y mezcla el tema de Ramos con la supuesta intención de Calderón de "mirar al sur".

Un error de mil 200 kilómetros
Jorge Ramos Ávalos
Análisis político

3 de octubre de 2006
Es increíble que en el Congreso de Estados Unidos haya tanta gente convencida de que un muro detendrá la entrada de indocumentados provenientes de México y del resto de América Latina. Es de una suprema ingenuidad.
¿De verdad creen los legisladores que votaron a favor de la construcción de un muro de mil 200 kilómetros que eso va a detener a un joven con hambre?
En lugar de encontrar una verdadera solución al problema, Estados Unidos está usando la fuerza. El gobierno norteamericano enfrenta el tema de la inmigración ilegal como si fuera una guerra y no lo es. Los migrantes que cruzan al norte no son de Al Qaeda.
Los congresistas, en su mayoría republicanos, que votaron a favor de la construcción del muro, no quisieron ver al largo plazo. Vieron las elecciones congresionales del martes 7 de noviembre. El mensaje para los votantes era: "miren lo que estamos haciendo, voten por nosotros".
Pero en realidad no hicieron nada. Aprobaron, sí, mil 200 millones de dólares para un muro que no va a servir de nada. El medio millón de indocumentados que anualmente vienen a vivir a Estados Unidos cruzarán por donde no haya muro o donde no haya mucha vigilancia.
La gran ironía es que una buena parte del muro pudiera ser construida por los propios inmigrantes indocumentados que pretende espantar.
El problema de la inmigración ilegal es económico. Mientras haya desempleados en México y empleos en Estados Unidos, seguirán viniendo. Mientras un mexicano que gane 5 dólares al día en su país pueda ganar eso mismo en una hora en Estados Unidos, seguirán viniendo.
Cada minuto un indocumentado se cuela a Estados Unidos. Con muro o sin muro. Y eso no va a cambiar.
Si los congresistas hubieran querido resolver el problema migratorio, tendrían que haber incluido dos cosas esenciales en la ley: la legalización de los 12 millones de indocumentados que ya viven en EU y visas (o un programa de trabajos) para los 500 mil que llegan cada año. Pero prefirieron jugar a la politiquería, apostar a reelegirse en unas semanas y postergar la solución de la principal crisis que ha enfrentado este país después del terrorismo.
Los congresistas que aprobaron la construcción de este muro dicen que es el primer paso, que luego vendrá una "reforma migratoria total". Pero en la política (como en la vida) sólo cuenta lo que vivimos día a día.
Y no deja de sorprenderme el cambiazo que ha dado el presidente George W. Bush. Fíjense.
El 15 de agosto del 2001, ante la Cámara de Comercio Hispana en Albuquerque, Nuevo México, Bush dijo que "México es un amigo de Estados Unidos, México es nuestro vecino... y por eso es tan importante para nosotros el destruir las barreras y los muros que pudieran separar a México de Estados Unidos". Ese mismo Presidente que quería destruir "las barreras y los muros" en la frontera con México, ahora los manda construir.
¿Qué le pasó al ex gobernador de Texas que tan bien entendía a los inmigrantes? ¿Qué le pasó al candidato presidencial que enamoró el voto de los hispanos en el 2000 y el 2004? ¿Qué le pasó al Presidente que consideró alguna vez a México como el mejor amigo de Estados Unidos?
La firma de Bush nunca estuvo en duda. En una entrevista con Wolf Blitzer, de CNN, hace una semana confirmó que firmaría la ley.
México, claro, ahora se queja y manda una queja formal por la inminente construcción del muro y reza por que Bush vete la propuesta de ley. Pero parece que en Los Pinos no reciben CNN.
Las buenas intenciones no sirven. Miren cómo terminó el gobierno del presidente mexicano, Vicente Fox. El mismo que quería gobernar para los mexicanos de ambos lados de la frontera y que centró su política exterior con Estados Unidos en la negociación de un acuerdo migratorio, nos deja un nuevo muro en la frontera.
¿Dónde están los políticos, los embajadores, los cabilderos y los funcionarios mexicanos que tuvieron que haberse reunido con todos y cada uno de los congresistas norteamericanos para evitar la construcción del muro? El muro es clara muestra de que la política exterior de México hacia EU terminó en un lodazal.
Se va Fox y nos llega un muro.
Por donde quiera que se vea el muro es un error de mil 200 kilómetros de largo. Refleja lo peor de Estados Unidos, la ineficiencia de los políticos mexicanos y la tragedia de los que se tienen que ir de la nación donde nacieron.
Ese nuevo muro se va a medir, también, en muertes; mientras más largo, más inmigrantes muertos habrá en la frontera.
El muro es el fracaso.

2 comentarios:

Gabriela Monroy Calva dijo...

Concuerdo en que se trata de otra de lkas mil y un maniobras de los republicanos...- deberán seguir llamándose así -...para ganar votos y seguir destrozando la libertad en su propio país.
En Méco sí..., demos mirar al sur, empezando por casa a ver si podemos construir un presente y un futuro viable y sostenible.
Un abrazo y gracias por tus palabras en mi blog
Gab

Gabriela Monroy Calva dijo...

fé de erratas...eEn México upps con una sola mano me cuesta escribir correctamente
Gab