domingo, octubre 08, 2006

Fallida elección de Estado y consecuente fraude

Manú Dornbierer
De su sitio oficial

Primera parte

30 de septiembre de 2006
La vida no es fácil para Felipillo. Lo malo es que tampoco lo es para los mexicanos con él. El fantasma de su reciente pasado fecalista cuando le parecían “un peligro para México” los planteamientos de Amlo que ahora plagia, se le aparece por doquier hasta en tierras oficialmente panistas como Guanajuato y Coahuila adonde menudearon los huevazos cuando fue a bautizar a la bebé del primer compadre incómodo, su coordinador de campaña in situ, el exalcalde de Torreón sujeto en el Congreso estatal a auditorías por falta de transparencia en el ejercicio del dinero, acusado de nepotismo y de un rosario de cosas más, el hoy senador Guillermo Anaya. Aunque es demasiado tarde, debería ver Fecal con quien anda para no embarrarse más de lo que ya está. Lo que se ve por lo pronto es que sus amigos y presuntos colaboradores son de dar miedo. El mismo Calderón sin spots, de vuelta a su verdadera personalidad, aterra. Hasta hoy sigue en la farra politiquera y no ha dicho ni hecho nada sustancial a propósito de su plan de gobierno, ni siquiera de la urgentísima y prometida creación de empleos y en este final de la estúpida Foxilandia la gente no tiene trabajo, incluso en niveles urbanos medios y altos.
El repudio más significativo a Fecal fue el primero de su gira triunfal, en su mismo terruño de Michoacán, sin duda por la furia de la gente, no sólo perredistas, que supieron de los 2 500 millones de pesos que Fox sacó del rubro educación para Elba Ester Gordillo, verdadera operadora de la elección, como denunció sin gran eco la CNTE Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación. No pudo evitar la furia de la gente contra Fecal su gran amigo y paisano “perredista” Lázaro Cárdenas Batel al que prometió la dirección de Pemex, según Areli Quintero, la aguda reportera de Diario Monitor y coautora del libro sobre el rancho tequilero de Fox. ¡Pemex, sí! Para desfacer los entuertos de su abuelo y tocayo, el gran presidente Lázaro Cárdenas, que honran más los que no son sus parientes. Bueno, en realidad será Lázaro Jr. gerente de la compañía petrolera por la que Bush hizo la guerra de Iraq, propiedad de Dick Cheney, su vicepresidente. Ya en USA anunciaron la gran nueva en artículos periodísticos y en la cadena Telemundo: “Halliburton ganó la elección mexicana”. Con el nieto del “Tata”, los Bushes y sus empleados, los presidentes neoliberales de México, La Madrid, Salinas, Zedillo, Fox y Calderón (?) habrán cumplido la misión que les encargaron: entregar el petróleo.
Francamente qué poca vergüenza tienen Cuauhtémoc y Lázaro Cárdenas de hacer campaña por Fecal “para recuperar al PRD” del que es fundador el padre, hoy Líder Inmoral del partido por esquirol y envidioso, no sólo de la candidatura de Amlo sino de la valiente defensa de la victoria robada, algo a lo que“le sacó” Cuauhtémoc en 1988. De esto me envía un testimonio escrito el colega José Alba de los Santos:

“Cuando Cárdenas dice que en el entorno de Andrés Manuel están los principales cómplices del fraude del 88, dice una verdad a medias y por lo tanto miente. Quiero compartir con los lectores de este periódico una anécdota que me tocó vivir ese año y que ahora, a la luz de tantas conductas repetidas del "líder moral", cobra para mí una importancia enorme.
Antes quiero aclarar que siempre apoyé al ingeniero, incluso en la campaña de 1997 por la ciudad y que jamás ocupé cargo alguno ni en el PRD ni en los gobiernos de ese partido.
Después de la usurpación del 6 de julio muchos veíamos con preocupación que no se convocara a movilización alguna, a tal grado que un día Marco Rascón, un servidor y otros compañeros que publicábamos un grupo Corre la voz y otros El Duro, decidimos convocar a un mitin en el Hemiciclo a Juárez. Lo hicimos con nuestros escasos medios y sin consultar a Cuauhtémoc, pero a la hora de la cita una enorme multitud estaba reunida en el lugar, le llamamos por teléfono para explicarle la situación y decirle que la gente reclamaba su presencia —creo que fue a Rascón a quien pedimos que lo hiciera— y pronto llegó "pateando perros", con unas jetas así de largas. Nos fulminó con la mirada y luego, ya ante la gente, compuso la actitud.
Desde entonces han pasado muchas cosas: primero nos dijo que nunca se había visto con Salinas, luego que sí pero sólo una vez; después que no, que fueron dos veces. ¿Cuántas veces desde entonces, ingeniero?
Por todo esto, por su actitud en el desafuero y sobre todo por su conducta en la campaña del 2006, lo que en 1988 fue para mí una pálida sombra de duda ahora es una firme convicción: que el principal cómplice del fraude del 88 fue usted mismo, señor ingeniero”.
Rúbrica: José Alba.


Lógicamente en el PRD tiene viejos amigos CCS. Hubieran querido verlo de nuevo como su abanderado, pero no serían hoy la segunda fuerza parlamentaria. Eso se lo deben al increíble arrastre de Amlo. Así que El Maestro de Ceremonias del año 2010 no debe reclamar un reconomiento que no merece y darse por bien servido de que los perredistas sólo le chiflen por esquirol de su triunfante rival, lo que facilitó el fraude de la Hidra Elba Ester (tras el infinito dispendio de la Elección de Estado documentada en el libro “Las Manos Sucias del PAN” de José Reveles), de la misma forma que lo hizo la actitud del Sup Marcos (qué comandante Cero ni qué nada), quien ahora precisamente denuncia el megafraude paso por paso como si lo hubiera vivido él mismo. He aquí un largo extracto de “La Otra Campaña” :
“Lo que aquí presentamos es lo que sabemos de una parte de la historia de uno de los fraudes más torpes y sucios en la extendida vida de la clase política mexicana. La información provino de personas que “desde dentro” fueron testigos directos. Aunque no es posible confirmar la información (no hay grabaciones ni videos), se puede corroborar “cruzando” los datos que, aportados por diversos ciudadanos sin partido, han sido dados a conocer públicamente.
Día 2 de Julio, 2006. 1500 horas.- Las encuestas de salida dan como ganador al candidato de la llamada “Coalición por el bien de todos”, Andrés Manuel López Obrador, con una ventaja de uno a uno y medio millones de votos sobre el candidato de Acción Nacional, Felipe Calderón Hinojosa. En la residencia oficial de Los Pinos, la “pareja presidencial” recibe la noticia con los rostros desencajados. Los cálculos habían fallado. Según esto, la gigantesca campaña de desprestigio en contra de López Obrador, así como las maniobras de la Lady Macbeth autóctona (Elba Esther Gordillo) para trasladar votos del PRI hacia el PAN, iban a bastar para superar a AMLO por cerca de un millón de votos. Pero el Plan “A” para imponer a Calderón estaba fallando.
El Plan A.- Según los cálculos de Los Pinos, en un universo de cerca de 40 millones de electores efectivos (el 40% de abstencionismo era la expectativa de todos los actores políticos desde semanas antes de la elección), López Obrador obtendría alrededor de 15 millones de votos, y Calderón y Madrazo rondarían los 13 millones. Sin embargo, “la maestra” había prometido el “transporte” de 3 millones de votos, “expropiados” del acervo de Madrazo, hacia la cuenta del panista. El resultado iba a ser apretado: 16 millones para Calderón, no más de 15 para López Obrador (y Madrazo con 10 o menos). Con un buen manejo de medios, la “legitimidad” se conseguiría, porque sería una maniobra “limpia”, es decir, sin rastros en la votación y en las casillas. Sería una elección ejemplar, sin los “vicios” con los que el PRI había marcado los procesos electorales antes de “la era Fox”: ni “ratones locos”, ni “casillas zapatos”, ni “operación tamal”, ni robo de urnas, ni los etcéteras que debían quedar ya en el pasado.
Pero las cuentas no estaban saliendo: ese 2 de julio López Obrador podría llegar hasta con 15 y medio millones, y Calderón no alcanzaría los 14 millones. Ya no había tiempo para reclutar y habilitar a los viejos “alquimistas” del PRI (además, algunos -como José Guadarrama-, estaban como candidatos del PRD).
El Plan B.- Al borde de la histeria, Martha Sahagún de Fox presiona al autodenominado presidente de México, Vicente Fox Quesada, para que se ponga en contacto con “la maestra” Elba Esther Gordillo. Fox, como es su costumbre, obedece a la señora Sahagún y el “teléfono rojo” lo pone en contacto directo con la Gordillo. Ella confirma la información: López Obrador saldrá con una ventaja de alrededor de un millón de votos. “¿Qué hacemos?”, pregunta Fox. “Quiero hablar con Felipe”, responde Elba Esther. Las manecillas del reloj no han llegado a marcar la media, cuando se arma la conversación tripartita:
Vicente Fox: - Maestra, Felipe ya está en la línea.
Elba Esther Gordillo: - ¿Felipe?
Felipe Calderón: - ¿Sí?
Elba Esher Gordillo: - Voy a hacerte una oferta que no podrás rechazar...
Terminada la conversación telefónica, se echa a andar el Plan B: siguiendo las indicaciones de la Gordillo, el señor Fox realiza una nueva llamada, ahora al señor Ugalde, presidente del IFE. Le pide que “administre” el PREP para que vayan apareciendo, primero y en dosis adecuadas, resultados que mantengan a Felipe Calderón arriba de López Obrador (por eso los extraños y
anormales comportamientos en las “curvas” de los resultados –denunciados por varios especialistas y que encontraron espacio, sobre todo, con el periodista Julio Hernández López en su columna “Astillero” del periódico mexicano La Jornada).
Una nueva llamada a los grandes consorcios de comunicación acuerda el silencio sobre los resultados de las encuestas de salida. La versión que se acordó fue que no se podía dar un resultado, que había que esperar a que el IFE (¡ja!) diera los resultados. Una bribonada. Los grandes medios de comunicación habían hecho lo que querían con “las instituciones electorales” y habían impuesto (con el acuerdo de TODOS los partidos y TODOS los candidatos) la cultura de las encuestas como “modelo democrático”. No dejaba de dar risa que los señores Joaquín López Dóriga(locutor de Televisa y ministro de facto en el área de comunicación) y Javier Alatorre (locutor de Tv Azteca), así como sus “espejos” en radio y prensa, llamaran a esperar lo que resolvieran “las autoridades electorales”.
En fin, todo esto tenía por objetivo conseguir algo fundamental: tiempo.
“Tiempo, necesito tiempo”, habría dicho “la maestra” Elba Esther Gordillo en la parte culminante de la conversación tripartita que sostuvo con Fox y Calderón. “Denme unas horas y yo me encargo”, señaló antes de dar por terminada la plática telefónica.
La Gordillo empieza entonces a activar la red telefónica (incluyendo la vía satelital) que montó
para “en caso de extrema necesidad”. “La maestra” imparte órdenes a sus operadores repartidos en puntos clave de la geografía electoral. La orden es sencilla: modificar las actas. La ausencia de representantes de la llamada “Coalición por el bien de todos” en una parte estratégica de las casillas electorales ayudó mucho. Los periodistas Gloria Leticia Díaz y Daniel Lizárraga, del semanario mexicano Proceso (#1549. 9 julio 2006, “Las redes, un fracaso”), señalan cómo las llamadas “redes ciudadanas” complicaron la participación de la Coalición en la vigilancia de las casillas, además de la desconfianza de AMLO en la estructura del PRD y la compra-venta de vigilantes: “De acuerdo con información oficial del PRD, a esa organización paralela (se refieren a las redes ciudadanas) se destinó la mayor parte de los recursos, unos 300 millones de pesos, que fueron administrados por (Alberto) Pérez Mendoza. Fue hasta una semana antes del 2 de julio cuando López Obrador permitió que el PRD interviniera, distribuyendo las listas de representantes de casilla a dirigentes locales para coordinar la vigilancia durante los comicios. A pesar de que esta información ya era pública en el IFE, en la casa de campaña se les negaba a militantes en prevención de que las listas fueran “vendidas” al PRI o al PAN. Un perredista que recibió la lista de representantes de casilla la medianoche del viernes 30 de junio, le confía a Proceso que mientras a los militantes se les prohibió formar parte
de la estructura electoral, cuando él hizo el recorrido para coordinarse con los encargados de la vigilancia de casillas, se encontró con que “en las fachadas de sus casas unos tenían propaganda del PRI o del PAN, por ello el domingo tuvimos que implementar un operativo para vigilar a nuestros representantes”.
El 2 de julio, continúa, fue a buscar a los representantes que no asistieron a las casillas, y
éstos le dijeron que mientras el PRD les daba 200 pesos por cuidar la elección, hubo quien les dio mil pesos por no acudir, La ausencia de representantes de casilla en todo el país promedió casi el 30 %, lo cual necesariamente debilitó las expectativas de voto de López Obrador, sobre todo en el norte y el noreste del país, zonas originalmente asignadas a Manuel Camacho Solís y Socorro Díaz. Según los registros del IFE, la coalición aseguró que en Nuevo León cubriría 90.55% de las casillas, pero en documentos internos del PRD —a los que este semanario tuvo acceso— consta que sólo tuvieron presencia en alrededor de 31 %.” (subrayados míos).
Sí, “la maestra” sí había hecho su tarea. En su poder estaba la información detallada no sólo de la ubicación de casillas, composición del electorado y sus posibles simpatías políticas; también quiénes estaban como funcionarios y representantes en cada lugar. Es decir, sabía de “qué pie cojeaba” todo el sistema electoral. Además había “colado” incondicionales de ella en la estructura de vigilancia electoral de la Coalición.
Así que ahí está la esencia del fraude. Un nuevo recuento de votos revelaría la trampa de forma nítida y transparente: en un buen número de casillas, lo que aparece en las actas no corresponde a los votos que hay en las urnas.La demanda de la Coalición por el bien de todos, y del movimiento ciudadano conducido por AMLO de “voto por voto, casilla por casilla” no sólo fue legítima y correcta, también apuntaba a develar dónde, cómo y por quién se había realizado el fraude. Y un “detallito” más: el nuevo conteo revelaría que el ganador de las elecciones presidenciales de julio había sido, y es, Andrés Manuel López Obrador.
Es ésa la razón por la cual tanto Calderón, como el IFE, como los medios de comunicación cómplices en el fraude, y luego el TRIFE, se negaron rotundamente a volver a realizar el conteo. El hacerlo hubiera significado la evidencia del triunfo electoral de López Obrador, y hubiera hecho pública una larga lista de delincuentes electorales (en la que aparecería en primer término el presidente del IFE, Ugalde).
Los nuevos spots en boca de los enemigos de los 15 millones (oficiales) que votamos por Amlo, es la especie propagada por los corifeos televisos y aztecas y… por el citado Cuauhtemoc Cárdenas “No se ha comprobado el fraude”, de modo que el IFE ordena “Vive la democracia” -que es exactamente lo que estamos haciendo los inconformes - pero,diría el vocero presidencial, lo que el IFE en realidad quiere decir es : “Vive la Democracia, olvida el fraude y la elección de Estado”.

Segunda parte
7 de octubre de 2006
La elección de Estado es la amalgama que unió en esta tartufa administración a 2 mujeres decididas a apropiarse del país: Marta Fox y Elba Ester Gordillo, quien funge como experimentada operadora política de la misma y del fraude electoral de último minuto, descrito en detalle en el texto del Sup Marcos que se retomó el 30 de septiembre aquí.
La elección se planeó desde la estrategia neoliberal, posiblemente en el momento en que Fox fue ungido sucesor de Zedillo. Se trató, se trata y se tratará simplemente de no soltar a México. Todo estaba previsto desde el matrimonio de la exboticaria Bribiesca con el presidente, quien por ello no vio mal la obsesión de su “Evita” por el “democrático” empoderamiento de las mujeres …empezando por el propio y desde el Poder. Así se organizó una “Nociva Sucesión Presidencial Anticipada” , diría Cuauhtemoc Anda Gutiérrez, maestro politécnico y presidente de la Cámara de Diputados en la LI Legislatura, en su libro con ese título. Marta quería la presidencia y no parecía haber poder humano que le parara el alto para que Méxicoel dejara de distraerse con tan magna tontería y para que el Primer Mandatario por fin se ocupara de gobernar. Los grandes problemas nacionales estaban relegados en beneficio del inicuo chismarajo , que camuflaba el incumplimiento absoluto de las promesas electorales de Fox.
Dado que en 2003 se perfilaba el Jefe de Gobierno del D.F. Andrés Manuel López Obrador como el único fuerte obstáculo a sus ambiciones, la pareja presidencial lanzó la primera etapa formal de la elección de Estado : La cancelación del rival , el desafuero, la muerte política de Amlo. Dicha 1ª etapa, al parecer inventada por Marta, no tuvo éxito y fortaleció en cambio a su enemigo. Las encuestas en su favor subieron como la espuma. El asunto hizo perder al país grandes recursos y precioso tiempo. Ante la presión popular interna y externa , Fox medio abrió los ojos e intentó , cuando el descrédito envolvió a su mujer, continuar la maltrecha operación “desafuero” con su herededo alterno Santiago Creel, secretario de Gobernación. El “hombrecito de Bucareli” compró el pleito de la pareja con Amlo y le sucedió lo mismo que a Marta: el absurdo lo alcanzó y el Pan-Yunque favoreció en la elección interna a Felipe Calderón. La pareja presidencial tuvo que tragar camote y adecuar sus preparativos de la elección de Estado al candidato que le impuso el partido.
¿Cuáles eran esos preparativos? Ni más ni menos que instruir a todo el aparato del Estado para ponerse a las órdenes del candidato de la Derecha fuera cual fuere. Están ampliamente expuestos en el libro de José Reveles (Editorial Planeta, 2006) ya citado aquí : “Las Manos Sucias del PAN”, que empieza siendo la crónica documentada de un atraco multimillonario de legisladores panistas, unidos bajo las siglas GPPAN, grupo parlamentario del AN dentro de la LIX Legislatura, a un programa para la Vivienda Rural, y termina documentando la escandalosa entrega de colosales fondos y recursos del Estado a la Elección panista. El GPPAN unió a grandes nombres del PAN con diputadillos “ratas” , para abrevar en las arcas de practicamente todas las secretarías de estado, destacando en su entrega anticonstitucional a la tarea electorera, la SEDESOL, secretaría de Desarrollo Social cuya titular era Josefina Vázquez Mota, la tercera mujer que se unió al diabólico dueto Sahagún-Gordillo, poniendo a sus órdenes todos los recursos de una secretaría destinada a elevar el nivel de vida de los 60 millones de pobres del país. Amiga de Calderón, que sería finalmente el candidato , empezó por abrirle el padrón, invaluables datos, al cuñado Hidelbrando, gran negociante de la cibernética, dentro del programa que no tenía empacho en anunciar que su misión era la capacitación, es decir la creación de cuadros militantes panistas en todo el país para desarrollar modelos sociales y organizaciones, para aprovechar y ejecutar programas federales en beneficio de personas, grupos de la sociedad civil que apoyaran los procesos electorales del PAN.
Reveles toma como ejemplo de estas descaradas, explícitas declaraciones de la Elección de Estadol GPPAN , el caso de un programa de Sedesol destinado a dar techo a los más pobres de los pobres, el de la Vivienda Rural, organizado para los albiazules por el priista Arnulfo Montes Cuen al que adoraron hasta que se negó, una vez obtenidos millones de pesos, a depositarlos como le mandaban los diputadillos en sus cuentas, “para la campaña de Felipe” y las suyas. Montes Cuen sale en el libro en elocuentes fotografías como el principal orador del primer día de la campaña de Calderón el 18 de enero de 2006, y con la Vázquez Mota que parece querer comérselo a besos de agradecimiento.
El libro apareció antes de la elección, pero apenas en junio y los electores no tuvieron tiempo de convertirse en sus lectores y de comprender cuan asqueroso y dañino ha sido el panismo en estos años, como lo demuestra el autor con toda suerte de documentos. “La manipulación, coacción, compra y condicionamiento del voto gravitan sobre millones de mexicanos paupérrimos, ha dicho Naciones Unidas. Y hablamos de más de 67 mil millones de pesos solamente de tres de entre 51 programas de ayuda oficial: Oportunidades, Procampo, y Seguro Popular. Si se suma a todo el gasto social programado para este año electoral, se llega a los 121 888 millones”, informa Reveles en su nota introductoria. Y su prologuista, Lorenzo Meyer, una de las vacas sagradas aún con credibilidad explica: “…Además , muestra la “sinergia” entre el gobierno del cambio y legisladores del PAN, quienes de la mano de operadores panistas estatales y municipales y delegados de Sedesol en todo el país , se han encargado de utilizar miles de millones de pesos de programas sociales con el fin explícito de ganar adeptos y prolongarse en el poder”. La muy panista palabra “sinergia” significa simplemente unión de varios órganos para la producción de un trabajo. En ningún momento escondieron el objetivo , los muy cínicos, salvo en sus spots de TV. Todo esto era y es del conocimiento del IFE, del TRIFE, de muchos legisladores panistas, así como de todos los grandes funcionarios. Y no pasó nada. Pero los spots de TV se diluyen en el vacío y la palabra escrita prevalece para contar la historia de la elección robada el 2 de julio de 2006, no sólo a López Obrador, no sólo a la Coalición por el bien de todos, sino al país.
El pasado 27 de septiembre en un salón del Palacio Legislativo de San Lázaro, hubo otra presentación del libro por invitación del diputado federal del Edomex, Luis Sánchez Jiménez, vocero del PRD en la Cámara, a cargo del propio autor José Reveles, del operador priista Arnulfo Montes Cuen, protagonista de la historia emblemática de este ensayo (perseguido porque negarse a una megatransa) se negó a la transa, del director de la revista “Contralínea”, Miguel Badillo, y de la que esto escribe. Buena falta le hubiera hecho a todos esos coéforos de la TV, a todos esos chaqueteros del oficio que hoy se indignan porque “Crónica”, el periodiquito de Salinas, dice que López Obrador se benefició de propaganda patrocinada por el DF, enterarse de esta denuncia documentada con toda precisión de la Elección de Estado , en la que participaron con especial entusiasmo la citada SEDESOL, de Josefina Vázquez Mota y de su sucesora la más tonta e igualmente arrogante Teresa Aranda, ambas panistas objeto de una grave denuncia penal de Montes Cuen; pero también SAGARPA, la Secretaría de Agricultura de Usabiaga; la secretaría de la Reforma Agraria de Florencio Salazar; la Secretaría de Economía; la secretaría del Trabajo y Previsión Social originalmente entregada al cardenal Abascal y aún manejada por él desde Gobernación; la Secretaría del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca de Alberto Cárdenas y hoy del penoso Luege; la secretaría de Comunicaciones y Transportes de Cerisola Weber; la secretaría de Educación Pública de Reyes Tamés. Todos estos secretarios que violaron la ley entregando recursos públicos a la Elección de Estado serían procesados en una verdadera democracia.
Todos los programas sociales del sexenio fueron ordeñados criminalmente para llevar enormes cantidades de dinero al “colosal operativo para mantener al PAN en el Poder”, como demuestra Reveles. Además de los de las secretarías citadas, los de: Infonavit, Instituto Nacional para los Adultos Mayores, Prevención y Readaptación de la Secretaría de Seguridad Pública Federal , Pemex, Financiera Rural , Reestructuración de Carreteras Vencidas de Banrural, Atención a Pueblos Indigenas y Grupos Vulnerables y Programas de Fomento Pesquero y de Apoyo a la Acuacultura. ¿Y el país? Tan bueno y sano como vemos.
Otro que debió asistir a la presentación del libro el 27 de Octubre es AMLO. Conocía la Elección de Estado y la denunciaba, pero se burlaban de él. Sin embargo, de haber estado con nosotros nuestro Presidente Legítimo —hasta su enemigo el Sup Marcos lo recalca cuando en su escrito sobre el fraude dice contundente: …el nuevo conteo revelaría que el ganador de las elecciones presidenciales de julio había sido y es Andrés Manuel López Obrador— tendría a mano todos los argumentos para entender que lo que se considera sus errores, desde la chachalaca hasta los pleitos con los banqueros (todos) extranjeros y los empresarios sinverguenzas del Fobaproa, no determinaron nada. Todo estaba calculado mucho antes, en la Eleccion de Estado,el fraude electoral dada la enorme popularidad de AMLO, y sobre todo, porque se trató de una elección neoliberal, del mismo corte que las 2 que se robó Bush en USA. La mayoría de cobardes que habita este país, diría Vasconcelos, ya aplicaron la máxima, “si no puedes contra el enemigo únete a él” . Pero la historia escrita no se borra.

6 comentarios:

Gusgo dijo...

Clásico de Manu: mucha "informacion", pero pocas e increibles fuentes...

Y la villa que tiene en Acapulquito...¿quien pompó? (con permiso de chico ché...)

Saludos, Bro!

Carlos Gustavo dijo...

Muy creativo el cuentito...

Gerardo de Jesús Monroy dijo...

Carlos, Gusgo:
¡Empecemos a desmontar el cuentito! ¿Dónde están las mentiras? Coloquen la verdad en su lugar. Adelante, yo esperaré sus respuestas pacientemente.

Carlos Gustavo dijo...

Lo mejor de todo es la conversación tripartita jajajajajaja

Carlos Gustavo dijo...

reconosco el buen trabajo de este cuento...

Gerardo de Jesús Monroy dijo...

Carlos Gustavo, como de costumbre, no es capaz de analizar un texto. Dejaré de pedirle que lo haga, porque sería como pedirle "peras al olmo", contra lo cual nos previene la conseja popular.