Rebelión
22 de mayo de 2007
1. El presidente de los empresarios, Felipe Calderón, está desesperado por lograr la aprobación en la legislatura de las llamadas “reformas estructurales” que Vicente Fox no pudo conseguir. Tanto grandes empresarios nacionales como extranjeros exigieron durante seis años al gobierno de Fox, y no han dejado de presionar al de Calderón, para que solucione ese problema que, según ellos, impide las inversiones, la creación de empleos y el crecimiento del país. Sin embargo esas “reformas estructurales”, que no son otra cosa que la privatización de la electricidad, del petróleo, de las pensiones y de las instituciones de salud, así como la reforma de la ley del trabajo, serían un terrible golpe para el patrimonio de los mexicanos, así como para la economía nacional. Por eso la resistencia de los trabajadores en las calles es y debe ser cada vez mayor.
2. Es muy probable (y así se piensa y siente) que la gubernatura de Yucatán haya sido arreglada o canjeada por los votos de los legisladores del PRI, que junto a los votos de los legisladores del PAN, hacen el número suficiente en las Cámaras para la aprobación de las “tan urgentes” reformas estructurales. Alguien podría preguntar: ¿acaso no son los votos del pueblo los que eligen a los gobernantes? La respuesta es que legalmente sí, pero, ¿quién dirige o manipula hacia dónde se encaminan los votos? Cada día es más claro que quien más horas de TV y radio paga, que quien más regalos entrega y más activistas contrata y usa, gana la elección. El pobre “cholo” Herrera, el artista consumado, popular y más conocido de Yucatán, solo pudo lograr el dos por ciento de los votos porque el PRD no le envió dinero y su campaña fue casi inexistente.
3. Pero no basta con decir que hubo arreglo y ya; hay que dar elementos que permitan pensar en que así fue. Veamos: Antes que Ivón Ortega (a partir del día de hoy presunta gobernadora electa de Yucatán) decidiera ser precandidata del PRI, por lo menos tres políticos de su partido se sentían seguros de ser seleccionados. Sin embargo, a pesar de su juventud, de no ser muy conocida y de que su nuevo cargo legislativo como Senadora aún no lo ocupaba, como si alguien le hubiera asegurado que ganaría, presentó su pre candidatura a última hora. Después, sin que se hiciera una verdadera precampaña y sin impugnación alguna, se contrató a una encuestadora privada que le dio a Ortega el triunfo y ningún precandidato dijo nada. Alguien señaló que Carlos Salinas estaba detrás de todo, pero se guardó silencio. Es decir, Ivón “llegó, vio y venció”.
4. Durante la campaña política PAN y PRI derrocharon cientos de millones de pesos en medios de información, propaganda, repartición de regalos y compra de votos; en tanto los otros partidos, juntos, no invirtieron ni el 10 por ciento de lo que el PAN o el PRI (por separado) dilapidaron. Aunque la priísta Ortega fue por mucho mejor candidata que el panista Xavier Abreu, es inexplicable el enorme impulso que la priísta recibió en las últimas dos semanas. En esa últimas quincena intensa se emplearon enormes tiempos televisivos por PRI y PAN para sus campañas. Por eso ocho días antes de las elecciones escribí un artículo donde planteaba que al parecer había un arreglo PAN/PRI. Aunque partía de un rumor, éste surgía de una idea lógica e interesante para reflexionar. La gubernatura de Yucatán al PRI por las reformas estructurales urgentes a Calderón.
5. ¿Cómo descubrir que aquel rumor y mis reflexiones fueron certeras? 1. El porcentaje de votos de diferencia de la priísta evitó inconformidades; 2. El coordinador de los diputados del PRI (Gamboa Patrón) desde muy temprano, antes que se conocieran bien los resultados, declaró a la televisión que el presidente Calderón actuó con gran legalidad al garantizar la “limpieza y claridad” de la elección; 3. El candidato perdedor, Xavier Abreu, al medio día reconoció su derrota y poco tiempo después el gobernador del estado dijo que estaba preparándose para el traspaso del poder cuando faltan más de dos meses. Ese comportamiento que los medios de información están propagando como “ejemplar para una democracia” no es común, sobre todo en una contienda tan dividida como la de ahora. Hay muchas cosas que hacen pensar en el “arreglo político”.
6. ¿Debe preocuparnos una negociación política como ésta? El noventa por ciento del funcionamiento político en México se da vía acuerdos o arreglos tras bambalinas, es decir, secretos. Los setenta años de dictadura de un partido político, de elecciones formales, de pactos entre grupos políticos y empresariales, de manipulación política de la población, etcétera, etcétera, crearon una población con escasa, nula o manipulable participación. Sabiendo esto los políticos y partidos de todas las tendencias han preferido arreglar todo entre ellos porque el nivel de comprensión de la población les parece extremadamente bajo. Esa es la causa de que en México cuando el gobierno o los altos dirigentes del PRI o del PAN no pueden imponer desde arriba sus acuerdos acudan a los altos jerarcas de otros partidos u organizaciones para realizar arreglos o acuerdos.
7. Al probable acuerdo de la gubernatura de Yucatán se sumarán otros. ¿Qué pasará en Baja California donde un poderosísimo personaje de los negocios (Hank Roon), con una gran herencia política priísta, está dispuesto a arrebatarle al PAN la gubernatura? También esta elección está en la mesa de negociaciones y su valor representa quizá 10 veces más que el que se jugó en Yucatán. ¿Dos gubernaturas serán suficientes para que Calderón logre imponer todas las privatizaciones que tanto le urge? Mientras tanto los diputados y senadores del PRD o del FAP seguirán quejándose porque no ganan una en las Cámaras. Al parecer no tienen nada qué intercambiar porque no tienen fuerza alguna. ¿Les pasaría lo mismo si el PRD fuera un movimiento e masas dispuesto a salir a la calle a defender los intereses de los trabajadores? Prefieren quejarse.
8. ¿Qué tipo de gobierno, como dijo, en beneficio del pueblo podrá hacer la priísta Ortega si fue parte de una negociación? En primer lugar, a pesar de ser de otro partido, tendrá que ponerse al servicio incondicional del gobierno de Calderón. En segundo lugar tendrá que evitar cualquier investigación sobre la corrupción que se registró en el gobierno panista y, en tercer lugar, tratará de no chocar con los grandes negocios empresariales protegidos por el panismo local y el gobierno nacional. Yucatán es uno de los cuatro estados más miserables d la República; es también una de las entidades con mayor desempleo, sobre toda a partir de que en los setenta se desplomó la producción henequenera. Estos son problemas que los gobiernos hacen a un lado para dedicarse a servir a los grandes empresarios y a sus negocios.
pedroe@cablered.net.mx
1 comentario:
En la península existe una pobreza que indigna. Les han quitado todo. Muy contundentes los siete puntos.
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