martes, febrero 20, 2007

Usos y abusos del 2 de julio

Jorge Zepeda Patterson*
El Universal
18 de febrero de 2007

Han caído como una bomba en círculos perredistas y como una bendición en las filas panistas los señalamientos de Carlos Tello de que López Obrador habría sentenciado su propia derrota a la una de la mañana de la jornada electoral con un lacónico y lapidario "perdí".
El círculo cercano a El Peje ha asegurado que tal expresión nunca fue emitida y que el libro de Tello, intitulado 2 de julio, es una pieza más del bombardeo mediático para desacreditar a AMLO y legitimar a Calderón. Por su parte, para los panistas y algunos medios de comunicación, el "perdí" de AMLO revela que el candidato mintió a sabiendas, al declararse vencedor y al impulsar un conflicto postelectoral sin fundamento. La acusación no es poca cosa porque torpedea la razón de ser del "presidente legítimo", las campañas de resistencia civil y la noción misma de que se habría cometido un fraude el 2 de julio, como es sostenido por el PRD.
No es de extrañar que apenas media página de un libro que no pasa de ser una crónica más anecdótica que reveladora se haya descontextualizado para dar lugar a una serie de entrevistas con el autor sobre "las mentiras" de López Obrador. De allí la presteza con la cual los presuntos involucrados se han deslindado asegurando que no se trata más que de una invención del autor.
Según Carlos Tello, la versión procede de varias personas que escucharon el comentario de uno de los tres siguientes colaboradores de AMLO: Federico Arreola, José María Pérez Gay y César Yáñez. En efecto, los tres habrían estado con el candidato durante esas horas, pero los tres han rechazado la versión de Tello.
Para complicar el panorama, el martes pasado Carmen Aristegui "careó" a Tello y a Arreola en su programa de CNN con un resultado inesperado y surrealista. Ante las acusaciones de Arreola de que todo no era más que una invención y que la frase nunca existió, Tello sorprendió a todos al responderle: "Tú eres la fuente". Fuera de sí, Arreola lo amenazó con llevarlo a tribunales, pero Tello insistió varias veces en que el ex director de Milenio le había pasado la información.
La ostensible furia de Arreola provocó que Aristegui repitiera la pregunta de manera calmada y pausada: "¿Fue Federico la fuente?". A la postre, Tello dijo: "Miento en eso, efectivamente Federico no es la fuente", tras lo cual se atrincheró en su derecho a no revelar la fuente, en medio de los reclamos de Arreola (la escena en el programa de Aristegui de CNN puede ser vista en You Tube: http://www.youtube.com/watch?v=tTLvfn-VnBQ).
Tres días más tarde vino a su rescate la columna Serpientes y Escaleras de Salvador García Soto, en El Gráfico, en la que se señala que el origen de la información de Tello es una cena en casa de la pareja de escritores Héctor Aguilar Camín y Ángeles Mastretta, días después de las elecciones, a las que concurrieron José María Pérez Gay, su hermano Rafael y José Woldenberg. Fue en esa reunión en donde José María habría comentado que Andrés Manuel dijo la noche del 2 de julio: "¡Perdí!", y que lloró. Son esas las tres personas que lo escucharon de quienes presuntamente Tello habría obtenido el dato, apunta el columnista. El único problema de esa versión es que unas horas más tarde Aguilar Camín, quien dista de ser un simpatizante de López Obrador, aseguró que esos comentarios nunca existieron.
En la misma columna, Salvador García apunta a otra versión, que parece aún más improbable. Según ella, la confesión de derrota la habría proferido Andrés Manuel a su pareja sentimental, Beatriz Gutiérrez, en la alcoba del departamento de ella de la colonia del Valle en algún momento durante la noche aciaga. Sin embargo, para poder acusar a AMLO de mentiroso, Tello tiene que situar el "perdí" alrededor de la una de la mañana, mucho antes de que se fuera a acostar o tuviera tiempo de intercambiar confidencias en el departamento de su pareja. No hay manera de desplazar a López Obrador de la suite del Hotel Marquís, en la que estuvo rodeado de su equipo durante la velada, y "trasladarlo" a la colonia del Valle para una supuesta escena de "árbol de la noche triste".
Pero más allá de las limitaciones de tiempo y espacio, la personalidad de AMLO "no daba" para aceptar una derrota cuando la moneda seguía en el aire. El "perdí" es absolutamente improbable. El libro, y otros similares, dan cuenta de que en el cuartel de Calderón los ánimos subían y bajaban hasta muy entrada la madrugada porque las encuestas y el PREP seguían siendo ambiguas. De igual forma en el cuartel perredista. Lo que existía en el Hotel Marquís era una creciente cólera en contra de Fox y del IFE por lo que creían era una puesta en común para despojarlos de la Presidencia. A las dos de la mañana la élite del PRD se desplazó a las oficinas del IFE para hacer un severo reclamo "porque nuestras cifras del PREP sí se cruzaban".
Podemos coincidir o podemos diferir con los argumentos y las acciones de López Obrador, pero no tengo dudas de que él está convencido de que "los poderes de facto" le impidieron llegar a la Presidencia. Las declaraciones de Fox esta semana no hacen sino confirmar ese tipo de planteamiento. No sé si Carlos Tello miente o ha estirado su argumentación con el objeto de ofrecer un material impactante. Tampoco está claro si algún informante indirecto trató de hacerse el interesante inventando la frase.
Lo que sí sé es que los medios proclives a Calderón han convertido al autor y su libro en un capítulo más en la campaña de desprestigio contra el otrora "peligro para México". No bastaba derrotarlo; era menester, además, deshonrarlo. Mala cosa.

www.jorgezepeda.net
* Economista y sociólogo.

3 comentarios:

Gabriela Monroy Calva dijo...

La falta de rigor periodístico de este señor Tello, revela su falta de ética personal. El despretigio debe ser sólo de él, se simpatice o no con la causa de López Obrador.
Gab

Lorena dijo...

Pues seremos muy ignorantes en México para creer ese tipo de chismes, claro, es en lo que se ha basado el PAN en la ignorancia del pueblo para espantarlo y para difamar a sus contendientes.

marichuy dijo...

Lore
Quizá no es ignorancia, pero nuestra sociedad compite fuertemente con la gringa en cuanto a mediatización y manipulación de la TV y radio. Así, este asunto manejado como se hizo en la abominable campaña del gachupin Antonio Solá, puede darles frutos.

Creo que si no fuera por gente como Carmen Aristegui y Sergio Aguayo, que hacen la excepción, el sesgo y maniqueísmo informativo de los de medios electrónicos mexicanos haría palidecer de envidia al de cualquier país totalitario, con la diferencia de que en estos no hay “baños” de democracia y libertad de expresión.