El Universal
26 de febrero de 2007
Si la clase media se sigue empobreciendo, el país se empobrecerá aún más. La clase media debería ser el mejor indicador del bienestar, pues representa el grueso del mercado interno. De ella depende el nivel de la demanda agregada y en consecuencia la inversión y el crecimiento. La falta de crecimiento de los últimos 23 años ha ido en paralelo con el empobrecimiento de la clase media.
George Orwell se refería a varios de sus contemporáneos como pertenecientes "al segmento bajo de la clase media alta", para describir a un grupo con estatus reconocido en una sociedad de clases, pero con valores de clase media ascendente sólidos y arraigados. Fueron esos valores los que Inglaterra llevó a sus colonias en Asia y que han servido como columnas de la educación, el derecho y la civilización hasta hoy en día en esos países. Ni Europa ni ningún otro país que se desarrolló aplicó políticas públicas que dañaran permanentemente a sus clases medias, incluyendo sus productores agrícolas.
En México, en cambio, las grandes crisis macroeconómicas y las políticas públicas se recargaron contra la clase media, aunque en varias instancias hubo apoyos para los más pobres. Entre otros, los créditos fiscales a salarios bajos y las transferencias presupuestales. Sin intentar aquí evaluar los apoyos a los pobres, el asunto es el sesgo contra la clase media, cuando los grupos de altos ingresos siguieron disfrutando de grandes privilegios: por una parte, impuestos muy bajos como accionistas de las grandes empresas; por la otra, precios de monopolio.
De ahí la creciente desigualdad. Hay 20 millones de mexicanos que viven con menos de dos dólares diarios, es decir, en pobreza extrema. Pero además hay 50 millones en pobreza "moderada".
En esos 50 millones hay muchos que antes aspiraban a ser o eran parte de la clase media. Si imaginamos los principios de los 50 y la relación entonces entre el nivel del salario mínimo y el de los precios, el salario relativo mejoró 100% para 1964. Para comienzos de los 80 aumentó en otro 100%. De ahí a finales de los 80 perdió una tercera parte, y hoy es la mitad de lo que fue a finales de los 80.
Es cierto que las grandes crisis causaron la mayor parte de la pérdida de salario como consecuencia inevitable. También es cierto que los altos ingresos petroleros de principio de los 80 explican su mejoría hasta entonces. Sin embargo, hay dos hechos incontrovertibles. Uno es que el salario mínimo se pulverizó con los ajustes macroeconómicos de los 80 y los 90. Otro, que ya no se recuperó, aun cuando México volvió a tener altísimos ingresos petroleros tan sólo en los años 2002-2006.
Al caer el salario mínimo los ingresos de la clase trabajadora emergente con expectativas de clase media también cayeron. Esto fue así porque los ajustes macroeconómicos descansaron sobre los salarios de la capa más amplia y la golpearon por dos vías simultáneas. Por una parte, la liberalización de precios causó aumentos de todo. Por otra parte, las políticas macroeconómicas causaron el cierre de muchas empresas medianas y pequeñas en donde se empleaba a la clase media. A pesar de la mayor carestía, tuvo que aceptar salarios de menor poder adquisitivo.
Su pérdida de poder adquisitivo en parte fue causada por una distribución no equitativa de los aumentos de precios y de las cargas impositivas. En 1995, la golpeó el aumento en la tasa del IVA de 10% a 15%. Además, con la crisis de esos años, sufrió, igual que las empresas en donde trabajaba, el alza de tasas de interés y muchos de ellos perdieron sus casas y automóviles comprados a crédito. Las empresas perdieron mercados; debían ahorrar en salarios y despidieron muchos trabajadores, no sólo obreros, sino de clase media.
Como si se tratara de otro país, unas cuantas empresas protegidas por el gobierno de cualquier competencia, le habían estado aumentando brutalmente sus precios desde los 80, en alimentos, bebidas, cemento, telecomunicaciones y otros bienes indispensables.
El gobierno le aumentó los precios de la energía para acercarlos a los precios en Estados Unidos, aun cuando sus salarios se alejaban de los salarios en ese país. Los bancos vendidos a la banca extranjera le aumentaron las comisiones a más del triple de las comisiones que cobran en Estados Unidos por los mismos servicios bancarios, como retiro de efectivo en cajeros, pago de recibos de servicios, cheques devueltos o interés en tarjetas de crédito.
Hoy el gobierno considera el IVA en medicinas y alimentos, que actualmente tiene una tasa cero, como condición indispensable de una reforma fiscal. Como lo ha propuesto desde 2001, promete compensar a los más pobres mediante una transferencia en efectivo a través de los programas sociales establecidos. Más aún, parte del discurso es que no es justo subsidiar los alimentos de los ricos. Pero nadie habla de quién va a compensar a la clase media por el mayor costo de alimentos.
De Impuesto Sobre la Renta los asalariados pagaron el año pasado 256 mil millones de pesos, en tanto que las empresas pagaron 192 mil millones. Esto es a pesar de que las empresas recibieron el doble del ingreso nacional que lo recibido por los asalariados. La desigualdad se origina en unos cuantos regímenes de privilegio que las empresas aprovechan para reducir su carga fiscal, pero que la clase media no puede aprovechar.
A la clase media ya se le ha quitado durante décadas no sólo una parte muy importante de su ingreso y de su estatus, en especial una buena educación y salud por el Estado. Ojala que el gobierno rectifique y no insista en imponer el IVA en medicinas y alimentos, especialmente cuando ya aumentaron todos lo alimentos en sólo dos meses y cuando las medicinas son tan caras en relación al ingreso.
rograo@gmail.com
* Analista económico.
8 comentarios:
¿No es kafkiano que una parte importante de la población de clase media vote por una opción político-económica que la condena a desaparecer, sólo para sentirse de la "high"?
Hay cosas que jamás entenderé...
P.D. Y hablando de privilegios de algunos grupos de poder que traen como consecuencia el empobrecimiento de la población, la columna de hoy de Julio Hernández López, nos da una probadita del dispendio del H.H.H. ex presidente y aún ministro de la Suprema Corte, Mariano Azuela, para sus fiestas particulares (obvio, con cargo al erario público, ¿o qué creían, que negarse a investigar sobre las irregularidades en la elección es gratis?).
http://www.jornada.unam.mx/2007/02/26/index.php?section=opinion&article=004o1pol
Tienen razón Rogelio Ramírez de la O y los izquierdosos cuando dicen que en México hay una gran desigualdad, y siendo específicos, por desigualdad se refieren ante todo que en México existe una gran inequidad en la distribución de la riqueza y el ingreso. En efecto, en el pasado 2006 observamos una alta incidencia de pobreza, cercana al 40% de la población, sobre este dato habría que ser más específicos y definir con claridad que criterio se tiene para definir que una familia, la pobreza es un tema familiar, no individual, es pobre. Sin embargo, es notoria la iniquidad en la distribución del ingreso: El 10% más pobre de la población tiene un ingreso familiar que apenas representa el 1,3% del ingreso nacional, mientras que el 10% más rico de la población tiene una participación en el ingreso nacional cercana al 40%. A esto, los izquierdosos llaman desigualdad.
Sin embargo, ¿Es posible la igualdad?, y más importante, ¿Esta carencia de igualdad, ya definida como diferencia abismal en los ingresos es dañina o maligna como clama la izquierda, o, simplemente es neutral, es decir es irrelevante? Me explico: En los países “ricos” existe también esta diferencia abismal entre los ingresos de la mayoría de la población y los ingresos de unos cuantos. Por ejemplo, uno de los países más ricos de la tierra, EU, aquí, el ingreso medio es de alrededor de 34,000 Dólares anuales, sin embargo, si comparamos con los ingresos medios de los CEOs (Directores ejecutivos) de más de 12,000 empresas, que son de 14 millones anuales, más extraordinarias prestaciones: Aviones corporativos, bonos, opciones sobre acciones de la compañía, si además comparamos con las familias, si, familias, dueñas de las grandes corporaciones (por que éstas tienen dueños, Microsoft, GM, GE, Coca-Cola etc.. tienen dueños), ayer leía en Fortune sobre las fortunas de los hombres más ricos de ese país, con John F. Rockefeler cuya fortuna al morir era de 1/65 del PIB del país, un CorneliusVanderbilt con un 1/120 del PIB, o un Hill Gates con 1/182 del PIB, la concentración de la riqueza está a niveles perfectamente comparables con los de México, es decir, allá también unos cuantos que concentran una gran proporción del ingreso, que tienen fortunas inimaginables…Y, nadie dice nada… Y nadie plantea inequidad, nadie habla de la desigualdad. Esto mismo se repite en todos los países capitalistas, siempre hay unos cuántos que concentran una porción muy grande del ingreso nacional, hasta en la nueva China e India Capitalistas se está creado una gran desigualdad; más sin embargo, nadie dice nada, o al menos, no con la estridencia ¿Por qué? La respuesta es muy simple, por que el ingreso medio de la población es lo suficientemente alto como para permitirles vivir adecuadamente, es decir, existe una clase media mayoritaria, hay pobreza, como en todas partes del mundo, pero esta no es tan extrema como en nuestro país, en Latinoamérica, algunas partes de oriente, y África. Por tanto, no nos confundamos, el problema no es la concentración del ingreso, el problema no es que unos cuántos “acaparen” una gran porción de la riqueza, el problema es la pobreza. Si en México el ingreso medio fuera de alrededor de 30,000 Dólares, no importaría para nada que se siguiera concentrando la riqueza en unas cuantas familias. Por tanto, el problema no es combatir la desigualdad, el problema es combatir la pobreza, y específicamente el problema es desarrollar una clase media, población que puede vivir con dignidad, y hasta con ciertos lujos.
Eso es lo importante, hacer que la clase media sea predominante en el país, que existan ricos, y muy ricos, eso, es irrelevante, es más es deseable. Pero parece muy difícil que mucha gente pueda entender que para acabar con la pobreza se necesita crear riqueza y para alcanzar la riqueza sólo hay un camino, el de la inversión, y el trabajo.
A los socialistas les cuesta mucho trabajo entender que la riqueza no sólo se logra permitiendo sino además alentando el enriquecimiento, esto quizá originado por el falso argumento de que el pastel de la riqueza tiene siempre un mismo tamaño y que por consiguiente la porción de uno no le toca al otro. Pero, en realidad, el propio interés es el mayor incentivo y motor de toda acción enriquecedora. Esto trae en consecuencia un “derrame de la riqueza”, que por cierto los izquierdistas no entienden bien lo que significa, y se limitan a creer que se trata del gasto de los ricos para emplear o comprar cosas de los pobres. No, es este el sentido, el sentido correcto del “derrame” va en dirección a la inversión: Con inversión hay empleo, hay ingresos fiscales, y hay prosperidad. Sin ella, el Estado siempre tendrá recursos muy limitados para ayudar a los pobres, y los pobres, seguirán siendo pobres, hasta que venga un rico invierta en una empresa les dé empleo y mejoren permanentemente sus ingresos.
Por esto mismo, los países que promueven la libertad económica, que flexibilizan sus leyes laborales, que alientan el clima de negocios, que cobran pocos impuestos, son, los países en donde la clase media es predominante, y en consecuencia, en donde finalmente se logra la igualdad para la gran mayoría de la población. Así de fácil, y de difícil, el único camino es inversión y trabajo, aunque claro, esto implica esfuerzo y eso, a los izquierdosos no les gusta, prefieren el maná caído del cielo, y mejor aún, si este maná se les para “redistribuirlo”.
Lo verdaderamente inverosímil es que después de 6 años de desastre foxista, la gente clasemediera haya votado por el candidato del mismo partido del presichente (dije haya votado por el candidato, que éste de verdad haya ganado, en el mejor de los casos, siempre estará en duda).
Del comentario de México Liberal, la situación descrita el último párrafo es muy interesante, aplicable a países de la Unión Europea. Desafortunadamente si el México gobernado por el PRI pudo en un momento medio acerarse a dicho escenario (allá por los 60, 70s), desde hace 24 años -mucho más ahora que es gobernado por esta derecha tan retrograda y sometida al consenso de Washington-,está cada vez más lejos.
Luego de haber leido tu escrito, no pude resistirme a comentar: Quisiera saber en donde colocas la responsabilidad propia de cada individuo en la nacion, con respecto a su actual realidad social. Obviamente es una mayor influencia una persona o grupo que tome las riendas de la economia u otras areas donde tambien se deba legislar, pero ¿No es algo parcialista colocar todo el peso de la culpa en ellos? ¿Que porcentaje de la gente ha sido su propio juez y verdugo (y de sus familias por igual), para despues escudarse en la vieja excusa de apuntar con el dedo hacia "los del poder"?
Alexander: si entendí bien, tú cuestionas la crítica hacia los de arriba sin tener en cuenta la autocrítica de los propios gobernados. Es válido, pero la crítica se respalda en la realidad misma: izquierda o derecha, los que sean, la culpable de la situación es la clase dirigente, los que estudiamos y tenemos algún puesto o lugar de responsabilidad y liderazgo. Los que no lo tienen tienen que arriesgarse para obtener el sustento de sus familias fuera de México. Ellos definitivamente no son el problema y en buena medida contribuyen a evitar el desastre
Un ABrazo
ay bueno, liberal, eres una persona elocuente cuando quieres, e inclusive casi me convences... digo casi, porque siempre pierdes la cabeza echandole mierda a los de la izquierda, tienes demasiados prejuicios...
saludos!
Sí, Liberal me recuerda a AMLO y su fijación con "Los de arriba" y los "Complós". Jajajaja
Un Abrazo
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