martes, marzo 06, 2007

Temblores en el FMI y el Banco Mundial

Hedelberto López Blanch
Rebelión
6 de marzo de 2007

El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) están nerviosos porque en América Latina se está gestando una entidad financiera que puede incrementar los problemas que esas dos organizaciones mundiales están padeciendo.
A finales de febrero, durante una visita que realizó el presidente argentino Nestor Kirchner a Caracas, su homólogo venezolano, Hugo Chávez anunció que esos dos gobiernos establecieron un plazo de 120 días para la construcción del Banco del Sur.
Chávez explicó que al final de ese lapso deberá existir ya un plan de acción, «con miras a la creación de los estatutos, así como el plan de ejecución para un quinquenio, el programa de captación de recursos y la estimación del capital inicial».
El gobierno venezolano está listo para mover al menos un 10 % de sus reservas para ese fin y su Presidente ha exhortado a que otros países hagan lo mismo para crear un banco, que comenzará modesto, pero que en pocos años, “no harán falta el FMI o el BM, ni andar mendigando por el mundo”.
Durante la reunión Kirchner-Chávez, se conoció que el documento base para la creación del Banco del Sur posee todo un fundamento desde el punto de vista ético, económico, político y social y que la sede principal estará en Caracas y otra en Buenos Aires. Las directivas del proyecto ofrecen facilidades para que los demás gobiernos puedan sumarse a este empeño en cualquier momento de sus fases, lo que permitirá una mayor integración latinoamericana. El ministro ecuatoriano de Economía, Ricardo Patiño, aseguró que el Banco del Sur será una realidad en pocos meses y su país, al igual que Bolivia, se adherirá a ese organismo que funcionará con recursos de las naciones integrantes.
Resulta innegable que el Banco del Sur constituye una perspectiva financiera regional emancipadora, contrapuesta a las actividades del FMI y el BM.
Se ha hecho una práctica que los gobiernos coloquen sus ahorros en los bancos del Norte, que pagan una tasa de interés del 1 ó 2 %, para luego prestar ese mismo dinero, con tasas del 6 al 12%.
En la actualidad existe una coyuntura favorable para que los países en desarrollo (PED) puedan alcanzar una política independiente respecto a naciones capitalistas más industrializadas pues en los últimos años los PED han elevado considerablemente sus reservas internacionales.
Se calcula que solo las reservas de Venezuela, Argentina y Brasil, en conjunto, alcanzan la suma de 100 000 millones de dólares.
La decisión de fundar el Banco, como es lógico, es ya un motivo de preocupación para los organismos financieros internacionales y para países industrializados pues en la práctica, los más pobres y numerosos les prestan dinero a los poderosos.
El Banco Mundial ha reconocido esa realidad al señalar en sus informes anuales, y en específico los de 2003, 2005 y 2006, titulados Global Development Finance que “Los países en desarrollo, tomados en conjunto, son prestamistas netos respecto a los desarrollados” y que los primeros “exportan capitales al resto del mundo, en particular a Estados Unidos”.
Eric Toussaint, presidente del Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM) en un enjundioso estudio sobre el tema explica que la mayor parte de los PED compra bonos del Tesoro estadounidense bajo el argumento de que estos tienen mucha liquidez y pueden venderlos fácilmente. Los PED contribuyen así a sostener la potencia del imperio americano.
“Los PED ponen en manos del amo el garrote que emplea para apalearlos y expoliarlos, pues Estados Unidos tiene una necesidad vital de financiación externa para cubrir sus enormes déficit y mantener su poderío militar, comercial y financiero. Si se viera privado de una parte significativa de de esos préstamos, su predominio se debilitaría”, señala Toussaint.
Hay que señalar que las cotizaciones del dólar desde hace varios años evoluciona a la baja y los bonos son remunerados con moneda devaluada y por tanto sería más beneficioso invertirlo en el desarrollo social de esos pueblos.
El FMI está enfrentando dificultades financieras a corto plazo con un déficit de 105 millones de dólares por encima de lo previsto en este año fiscal, algo que no sucedía desde 1985 cuando se declaró una moratoria en el pago de las deudas por parte de varios países.
La razón ahora es muy distinta y se debe a los pagos adelantados que han venido realizando algunos países miembros con el objetivo de ir reduciendo sus deudas y para la cual han utilizado parte de sus reservas internacionales.
Esta situación no es nueva pues comenzó durante la crisis asiática de finales de la década del noventa, cuando los afectados decidieron cumplir con sus obligaciones crediticias a cambio de un menor control por parte del FMI.
Tanto el FMI, el BM y otras instituciones financieras mundiales dominadas por los países desarrollados, otorgan préstamos bajo la condición de que se cumpla estrictamente las recomendaciones de política económica sugeridas por esas instituciones, las cuales siempre van en detrimento de las estrategias sociales a favor de las poblaciones endeudadas.
Brasil, Argentina y Uruguay han efectuado pagos adelantados por más de 25 000 millones de dólares (para evitarse los enormes intereses). También lo han hecho Serbia e Indonesia y otros como Colombia, Chile, México, Perú y Venezuela han obtenido líneas de crédito pero no los han utilizado. Desde la fundación del FMI y del BM en 1944, estos organismos han sido instrumentos de dominación de las naciones poderosas las que han impuesto en la región desafortunadas políticas neocoloniales, neoliberales y de libre comercio en detrimento de las grandes mayorías.
Ante esa inobjetable realidad, surge el proyecto de creación del Banco del Sur que con una vocación multilateral, apunta hacia la necesaria integración latinoamericana.
Durante su visita a Caracas el presidente argentino Néstor Kirchner puntualizó que esta institución deberá ser una entidad financiera con características y filosofías diferentes a la de sedes bancarias internacionales que también han nacido con el objeto de promover inversión y que al paso de los años se han convertido, “en un verdadero castigo para los pueblos”.El Banco del Sur, junto a la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) es otro despertar emancipador para las naciones de América Latina.

1 comentario:

Anónimo dijo...

FMI Y BANCO MUNDIAL SEMBRADORES DE POBREZA ES HORA DE DESHACERNOS DEL LASTRE DE LA DEUDA!!!