jueves, noviembre 16, 2006

La guerra posmoderna

Raymundo Riva Palacio
El Universal
15 de noviembre de 2006
Durante varios días se han tirado bombas molotov contra establecimientos de McDonald’s en la capital de Oaxaca, y desde hace semanas, en los blogs de la resistencia a favor de Andrés Manuel López Obrador se planteó un boicot contra establecimientos y productos de cadenas multinacionales. Las protestas, lejos de disminuir, han evolucionado a formas diversas, creativas y no violentas, como esta semana frente a la Bolsa Mexicana de Valores en la ciudad de México, donde mientras jóvenes disfrazados vistosamente se paseaban en zancos frente a sus puertas, otros tantos repartían volantes denunciando los altos intereses en las tarjetas de crédito bancarias e invitaban a la toma de posesión del presidente legítimo el próximo lunes.
La caracterización de este tipo de rebeldía ha sido identificada por las autoridades como una extensión de insatisfacción focalizada que pretende trasladar el desacuerdo nacional al gobierno entrante de Felipe Calderón. El razonamiento se puede aplicar a López Obrador, a la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) o la guerrilla del EPR, que está aprovechando las condiciones creadas por los primeros para sus propios fines insurreccionales. Pero aplicar el mismo esquema funcionalista para los fenómenos sociales de la protesta ciudadana que los acompaña es un error. Lo que estamos viendo en México son los síntomas de una guerra posmoderna que no utiliza las armas de fuego sino las de las nuevas tecnologías para conquistar mentes y modificar pensamientos, en la que se han ido construyendo redes globales que combaten un modelo económico, el neoliberalismo, en los nuevos campos de batalla geopolíticos.
Existe una coincidencia con el movimiento lopezobradorista y con la APPO, pero la forma de lucha que los ha venido acompañando de manera ruidosa los trasciende completamente en tiempo y espacio. Los primeros son efímeros, más allá de cuánto más permanecen en el escenario político, pero los segundos se extienden y reproducen. El paradigma ha cambiado. Desdoblar las diversas dimensiones del conflicto permite entender mejor la dinámica de la resistencia civil y comprender que el problema de fondo no atraviesa por los acuerdos cupulares entre los políticos —incluida la izquierda—, o los arreglos entre las élites —incluidos los medios—, sino en la solución de las disparidades que generó la política económica instaurada desde 1985, que acentuó la desigualdad y creó ciudadanos desechables.
La guerra posmoderna es global, pero tuvo su origen en México en enero de 1994, cuando el EZLN se alzó en armas en contra del Tratado de Libre Comercio y dio inicio a una lucha que, hasta hoy, ningún gobierno ha sido capaz de derrotar.
No está claro si la dirigencia criolla del EZLN y el subcomandante Marcos que encabezaron el levantamiento —que duró 11 días en armas, pero se eternizó en internet— realizaron este cálculo, pero los resultados han sido claros. Marcos se convirtió en un icono globalifóbico y el EZLN inspiró a miles. Como lo señaló en algún momento Acción Global de los Pueblos, que es una organización internacional que se articula y coordina a través de internet, “el EZLN emergió como una solución transitoria a la contradicción de cómo vincular a pueblos lingüista y culturalmente distintos y sus luchas, en una sola lucha sin perder su multiplicidad”. La primera explosión ciudadana galvanizada por el EZLN se dio en 1999, cuando los globalifóbicos se enfrentaron a la policía en Seattle durante las espectaculares refriegas callejeras en las protestas contra la cumbre de la Organización Mundial de Comercio.
Desde Seattle comenzó la evolución acelerada de nuevas organizaciones que coordinan sus protestas —algunas veces con métodos ilegales—, sus estrategias y tácticas colectivas, a través de una serie de procesos descentralizados de toma de decisiones que son consultadas y consensuadas a través de internet. En Seattle dio inicio Indymedia, una organización mundial en la red que alimentan permanentemente más de 100 periodistas independientes y activistas, que se reproduce con cada protesta creando cadenas de instituciones híbridas. Si uno entra al portal de Indymedia, puede encontrar más de 200 nodos y múltiples posibilidades de texto, audio y video donde los ciudadanos del mundo pueden contribuir con sus aportaciones. “Indymedia —reconoce— fue llevado a la visión zapatista de una red global alternativa contra el neoliberalismo y por la humanidad”.
Indymedia era prácticamente desconocida en México hasta que hace unas tres semanas Bradley Ronald Will, un camarógrafo estadounidense que trabajaba para ellos, fue asesinado presuntamente por un regidor priísta y un policía de un municipio colindante de Oaxaca capital, durante protestas de la APPO. Bradley estaba documentando la protesta contra el gobierno de Ulises Ruiz cuando lo alcanzaron las balas. Pero no era la primera participación de Indymedia en México. Tiene varios nodos que vinculan a páginas del EZLN —pero no del EPR— y sus diferentes desdoblamientos con los Caracoles o la organización de Las Abejas, o de Oaxaca y la APPO. Más aún, Indymedia, junto con representantes de Acción Global, fueron los únicos medios a los que el subcomandante Marcos permitió que lo acompañaran en “La otra campaña”, y siguen documentando sus actividades y reproduciendo todas sus declaraciones.
Entendiendo lo que significa Marcos y el EZLN en la protesta mundial contra el libre comercio, se entiende por qué estuvieron coqueteando con la APPO. No se trata de una supervivencia porque Marcos y los zapatistas están en proceso de extinción, como asumen altos funcionarios federales, sino porque representan una corriente totalmente diferente en términos de táctica y estrategia, a la que puedan significar López Obrador, la APPO y el EPR.
Las coincidencias ideológicas no significan compartir métodos. Los potencian y crece exponencialmente la protesta, al unir a movimientos eminentemente políticos con guerrilleros. Pero el componente central en la nueva guerra posmoderna lo aportan los anarquistas, que han creado su propia comunidad en la red y a los cuales pertenecen algunos de los grupos más violentos en las protestas. El lenguaje anarquista es el que prevalece en los blogs lopezobradoristas y en muchas de las protestas no violentas, así como las que lanzan molotov, se enfrentan a quienes, suponen, amenazan la identidad cultural de los pueblos. Siempre tejen estrategias de desobediencia civil que buscan ir más allá de las reformas políticas y pretenden un estado de mayor justicia social. Los ejércitos detrás de esta demanda superan a las huestes de López Obrador o de la APPO, o de los propios guerrilleros del EPR. Tienen miras más altas, horizontes más lejanos y nuevas armas para atacar la mente que, al final, será la única munición para cambiar las cosas.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Es algo que no entienden las élites en el poder, la mayoría de los que votamos por López Obrador, por ejemplo, no somos perredistas, sino ciudadanos sin partido. La campaña de odio, la falta de certeza en las elecciones y ahora la entrada de la PFP a Oaxaca, fueron las gotas que derramaron el vaso; nos hicieron enojar tanto, que este movimiento social va más allá del propio López Obrador y todavía mucho más allá del PRD.

Hace un tiempo comentaba aquí que este fenómeno social de hartazgo y exigencia de cambio, no hubiera tenido lugar si nuestra sociedad fuera más igualitaria e incluyente.
Tampoco es un fenómeno aislado, es precisamente una respuesta global para un modelo económico que concentra en bienestar en unos cuantos y margina a millones (a mí me parece que nos encaminamos a un nuevo feudalismo), y que de pasada depreda el medio ambiente. ¿Y de verdad esperan que esos millones nos quedemos impávidos ante el avasallamiento?

¿De verdad es esto tan difícil de entender?

Mafalda dijo...

.....
Hildebrando:

Para muchos somos los renegados, los que nos rompemos las vestiduras, somos los tontos que no sabemos diferenciar entre la APPO, los acontecimientos del 2 de octubre, el EZLN, el EPR, el CGH, la resistencia civil pacifica... etc.... y salimos a protestar así nada más por que si, se estigmatiza. Y si estamos hartos de la indiferencia y cinismo de nuestro gobierno, la marginación y la desigual distribución de la riqueza somos unos renegados izquierdistas visionudos.
Vaya que difícil.

Hola Erat.

Mafalda

Anónimo dijo...

¿Cuántas mentiras, cuánto cinismo más podemos aguantar?

"'Confabulación' de la APPO en el crimen de Brad", dice la Procuraduría de Justicia de Oaxaca.

http://www.milenio.com/mexico/milenio/nota.asp?id=455433

Anónimo dijo...

También:

"Autorizan el Banco de Wal-Mart"

http://www.milenio.com/mexico/milenio/nota.asp?id=455402

Anónimo dijo...

México, DF. Para Eduardo Sojo, coordinador de políticas económicas de la Presidencia de la República, los incrementos a la gasolina y productos básicos “son el costo que se tiene que pagar por la estabilidad”.

¡Ay no maaaaa...!

Scarlett Freyre dijo...

somos el mexico pensante.

Lorena dijo...

Pues piensa, Scarlett!

Anónimo dijo...

Si pero para hacer entenderle a la clase media mexicana que tambien es cinica e indiferente bueno a un sector, no quiero generalizar pero muchos son indiferentes y salen con : Yo de política no quiero saber, si no se trata solo de enterarse , pues es una obligación como ciudadanos estar al tanto y hacre algo al respecto. luego despues se quejan de lo que con su indiferencia provocan, Corrupción , violencia y porbreza.

Anónimo dijo...

borren mi primer post cantinfle mucho, tengo un porrito encima ni pedo, lo que quise decir es que hacer que la clase emedia o mas bien aquella parte de la clase media que es indiferente,y cínica entienda que habemos muchos que si nos importa la vida política del pías y por eso alzamos la voz esta dificil he.
Ya ven en OAxaca no apoyaron y su su apoyo hubiera sido importante, en fin esos prejuicios que tienen de la izquierda le simpide ver mas allá.