Proceso
2 de noviembre de 2007
México, D.F. (apro).- La tragedia que afecta a la mitad de la población de Tabasco no sólo apunta a la gigantesca corrupción de quienes han gobernado la entidad en las últimas décadas, sino a un creciente riesgo de inestabilidad social.
Lo que vive esa entidad del país no es meramente un desastre natural. Si ahora un millón de los dos millones de habitantes del estado padece los estragos de una inundación sin precedente en medio siglo, es a consecuencia del prolongado saqueo de sus recursos naturales y económicos.
En los últimos 30 años, el estado ha contado con un presupuesto de 30 mil millones de dólares. Las cifras son públicas. Basta con sumar los presupuestos que ha manejado cada uno de los últimos seis gobiernos para llegar a esa cantidad.
Desde que en 1977 el gobernador Leandro Rovirosa Wade logró negociar con el gobierno de José López Portillo el incremento significativo de los recursos que recibía el estado por la explotación del petróleo que está en el subsuelo tabasqueño, la entidad se ha convertido en el principal receptor de participaciones federales.
Después de Rovirosa, Enrique González Pedrero, Salvador Neme Castillo, Manuel Gurría Ordóñez, Roberto Madrazo Pintado y Manuel Andrade Díaz no dejaron de ver un aumento de esos recursos, que representan 96% de los ingresos del estado.
Ese modelo ha impedido que en el estado se desarrolle una industria de servicios propia, más allá de la extracción del crudo que hace Pemex. Como una de las zonas estratégicas del país, Tabasco es hoy el segundo productor nacional de petróleo y el segundo productor de gas natural.
Pero los recursos no se han invertido en la infraestructura necesaria que exige un estado cuyo territorio es una planicie que recibe caudales desde tres cuencas que se originan en Guatemala, Chiapas y el propio Tabasco. Además, sólo tiene una inclinación de 0.5 grados, lo cual explica que 70% del estado se encuentre inundado.
Eso significa que el estado requiere además la conservación de sus vasos reguladores naturales. Pero por el contrario. Han desaparecido en manos de especuladores inmobiliarios al amparo de la corrupción gubernamental. Esa ha sido otra manera de atentar contra la seguridad de los tabasqueños.
La entrega de recursos federales más reciente, gestionada en el último año de gobierno de Andrade y que ejerce desde enero de este año el gobierno del priista Andrés Granier Melo, es de 32 mil 500 millones de pesos, una cifra similar al presupuesto que tiene la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para actividades de seguridad nacional en todo el país.
Granier ha canalizado gran parte de esos recursos a emular programas sociales como los puestos en marcha por su paisano, el perredista Andrés Manuel López Obrador en la Ciudad de México, cuando fue jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF).
El exsenador, excónsul de México en Houston y candidato en la pasada contienda por el gobierno del estado, Humberto Hernández Haddad, ha sido a partir de esta realidad de las cifras uno de los principales críticos de lo que define como el “modelo superficial” de crecimiento, sin un desarrollo industrial y social. La tragedia, asegura, es resultado de ese engaño.
Lejos del propósito que existía para reducir las participaciones federales para Tabasco, el desastre obligará a la creación de un programa especial de emergencia que de forma obligada exige la canalización de recursos para la reconstrucción del estado.
No hacerlo, sería hacer de esta tragedia de la corrupción un desastre humanitario. Por lo pronto, los gobiernos federal y estatal se enfrentan al reto de impedir que lo que ahora es dolor se convierta en inestabilidad social, producto de la indignación.
Comentarios: jcarrasco@proceso.com.mx
4 comentarios:
Desian que no hiba ir obrador a tabasco... ya esta allá :)
asi es, aunque algunos digan que es un desastre natural por el cambio climático, jajaja, la realidad es que en tabasco ha imperado la corrupción, no hay desasolve de los rios, solo hay una sola presa que está conectada solamente a un rio, el grijalva, no hay mas salida del agua...no se construyen diques, no se controla el crecimiento poblacional en zonas que son verdaderamente peligrosas, y el gobierno no invierte en un buen drenaje en la cdad de Villahermosa. En fin, mas pan de lo mismo, pero lo peor es que ahora están pagando justos por pecadores, y como siempre los mas pobres son los que se llevan la peor parte. La gente "acomodada" de Villahermosa vive en la parte alta de la cdad, asi que quitados de la pena... la peor parte que se la llevo la colonia gaviotas es una de las mas pobres de la cdad, en inclusive siempre se les ha considerado menos por vivir del otro lado del rio...en fin....solo me pregunto, hasta cuando???
Lorena, tienes razón en todo lo que dices sobre la corrupción y que se ha utilizado mal el dinero.
Pero el cambio climático está provocando que en algunas regiones aumenten las precipitaciones y que en otras aumenten las sequías.
No se si supiste de un tornado que causó grandes destrozos en Piedras Negras.
Aunque el cambio climático es un consenso científico, el adjudicarle la inundación de Tabasco es como de locos, porque ¿como lo sabe el Yunquista Luege? ¿Lo puede probar?, la gran mayoria de las personas no tienen ni idea que es el cambio climático, y le atribuyen lo mismo la lluvia de hace 2 meses, la estupidez de los políticos, o el hecho de que sus novias los abandonan.
Aqui los medois en lugar de educar solo han sembrado confusión en las cabecitas dealgunos
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