Julio Pomar
Argenpress
7 de diciembre de 2007
El jueves 6 de diciembre se reunieron en la Secretaría del Trabajo las partes en pugna en el conflicto minero y las cosas siguieron iguales que antes: la empresa alega arrogante y prepotentemente que ya no ofrecerá más de lo que ha planteado (4% más 2% de aumento al salario) y que ya se “allanó” en todo a las demandas sindicales, lo cual absolutamente es falso y naturalmente no fue aceptado por el Sindicato Nacional de Mineros, que consideró el ofrecimiento como una burla a los trabajadores que desde hace cuatro meses están en huelga en tres minas. La STPS, por su parte, no dio color en este nuevo acercamiento, y no avanzó ningún paso para resolver las tres huelgas, en lo que vuelve a evidenciar que está amafiada con Grupo México, pero ni siquiera en plan de iguales, sino como su servidora.
Las huelgas son, como se recuerda, en las minas de Cananea, Sonora (Sección 65 del Sindicato); Sombrerete, Zacatecas (Sección 201); y Taxco, Guerrero (sección 17). Al no ceder en su postura de intolerante soberbia la empresa, las huelgas seguirán adelante, como es natural. Y seguirán, según se sabe de antemano, hasta su resolución favorable a los mineros, porque afirman con justicia que les asiste la razón, están absolutamente dentro de la ley y tienen la fuerza nacional e internacional para persistir el tiempo que sea necesario.
Como lo han venido demostrando, los mineros no se doblarán, pues lo que está en juego es el bienestar y la salud de los mineros y sus familias. Han dicho los líderes mineros que es inaceptable que Grupo México dé a conocer un día las exorbitantes ganancias que a pesar de las huelgas obtiene porque en el mercado nacional y mundial los metales que explota están al alza, y al día siguiente lloriquee en costosísimos desplegados de periódicos que las huelgas le impiden tener ingresos suficientes, para que otro día anuncie a la Bolsa de Valores un reparto estratosférico de casi 3 mil millones de pesos a sus accionistas como “aguinaldo” de fin de año. Germán Larrea Mota Velasco es la incongruencia arrogante andando y quiere aplastar a los trabajadores con embustes y arrogancias. El aumento salarial de 4% más 2% que ofrece Grupo México es miserable e incongruente con las altísimas utilidades obtenidas por el consorcio empresarial.
Nunca antes Grupo México había captado tan brutales utilidades como ahora, y los mineros tienen el derecho a participar de esta bonanza con percepciones justas, no con migajas o cacahuates o cominos. “Es con nuestro trabajo -han dicho ellos- con el peligro para nuestra salud, con el sacrificio y con riesgo de nuestras vidas como Grupo México obtiene sus utilidades, sin dar nada a cambio, vamos, ni siquiera la seguridad e higiene industrial mínimas para mantener con vida sana a los trabajadores”. Esto lo demostró un estudio binacional de expertos médicos efectuado en octubre pasado en la mina y planta procesadora de Cananea, el cual dio por resultado que la totalidad de los mineros está peligrosamente propensa a contraer cáncer o silicosis, que la STPS consideró “ilegal” -como si eso le quitara lo verdadero- y como lo demuestra, para no ir más lejos, la terrible tragedia de Pasta de Conchos en febrero de 2006, donde por falta de seguridad industrial murieron 65 mineros y aún siguen atrapados en el lugar de la explosión, e insepultos.
La cerrazón de Grupo México, palmariamente está motivada por la sañuda, psicótica persecución política y legal emprendida por Germán Larrea Mota Velasco contra el Sindicato Nacional de Mineros y contra Napoleón Gómez Urrutia, su líder, en la que están coludidas autoridades no sólo laborales, sino judiciales y hacendarias, las cuales estimulan la prepotencia anti minera de Germán Larrea, que de otra forma tendría que ser prudente, se le cortarían las alas a su conducta psicópata. O sea, toda una administración pública consagrada a complacer la enfermedad mental de un psicópata (o lo que hace el dinero). Pues tal parece que la Secretaría del Trabajo se ha convertido en la Sub-gerencia de Relaciones Industriales y Laborales del Grupo México, tan bajo ha llegado, pero acaso consuele pensar a los funcionarios laborales que deben estarle cobrando millonadas a Germán Larrea por sus servicios profesionales, pues de no cobrar y dar regalado su “esfuerzo” estarían violando, en su propio perjuicio, el artículo 5º constitucional que establece que todo trabajo debe ser remunerado.
Este nuevo acercamiento, anunciado con bombo y platillos por la STPS hace dos o tres días, se frustró ante la cerrazón de Grupo México y ante la docilidad que ante este consorcio muestran las autoridades laborales. Es válida por ello la enérgica demanda formulada el martes 4 por el Sindicato Minero a Felipe Calderón para que intervenga en el conflicto y dé instrucciones a la STPS con el fin de acelerar la solución del conflicto minero antes que termine este año.
martes, diciembre 11, 2007
Cerrazón psicótica de Grupo México; la Secretaría del Trabajo, su dócil sirviente
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2 comentarios:
ni qien se acuerde de ellos
Erat
Esto seguro ya está olvidado; a ver ¿quien se acuerda de los pobres mineros muertos? Como no sean sus familiares, no veo por donde.
PS ¿Que tal el discurso de German Martinez al asumir la presidencia del PAN. Muy moderno y democrático ¿no?
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